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Luis Salinas: “El folclore es la música que representa la hermandad"

Miércoles, 29 de enero de 2020 17:41

CÓRDOBA (Enviada Especial)  El maestro guitarrista Luis Salinas cerró brillantemente la cuarta luna del 60º Festival Nacional del Folclore, que se está desarrollando en Cosquín, Córdoba desde el sábado pasado. Le tocó formar parte de una grilla muy especial, de las diez que se programaron este año en este especial aniversario, porque incluyó a artistas de diferentes estilos musicales, abriendo las puertas del escenario mayor del folclore de una manera muy notoria.
Recordemos que esa noche, la del martes, la apertura fue con la primera presentación de Fito Páez en este marco, y que además estuvieron Omar Mollo aportando su repertorio de tango, y Los Tipitos, legendaria banda rockera de Mar del Plata, que a veinticinco años de su creación se animaron a un disco folclórico con el que llegaron también a la plaza “Próspero Molina” (presentaron temas de ese trabajo titulado “De mi flor”).
Antes de dar un maravilloso concierto en compañía de su hijo Juan, Luis Salinas, brindó una conferencia de prensa en la que se refirió a la importancia de la Ley Nacional de Enseñanza del Folclore en las Escuelas, que se aprobó el año pasado en nuestro país; y sobre el significado de estar en el escenario mayor de Cosquin, el “Atahualpa Yupanqui”.
Sobre la mencionada ley, el artista contó que cuando a él los periodistas que lo seguían, le preguntaban por qué escuchaba tanto a los maestros de los distintos géneros musicales, él les decía que “siempre hay que escuchar a los maestros, porque lo único que se construye desde arriba, son los pozos. Es decir que siempre hay que ir al fondo de la cuestión. Y además, si uno no sabe de dónde viene, no va a saber tampoco adónde va, y eso en cualquier orden de la vida. Si trabajamos en la cultura, tenemos que saber la música de uno, porque yo le digo a Juan -su hijo que desde hace un par de años toca junto a él-, que si algún día se le da la posibilidad de tocar en Inglaterra, Estados Unidos, etc., alguien le va a pedir que toque música de su lugar, y hay que hacerlo”.
Y sobre lo especial de este escenario folclórico que lo invita, a él que se mueve con destreza y naturalidad por todos los géneros musicales con su guitarra, dijo que, “para mí el folclore es la música que representa la hermandad, este lugar (el del festival) es único en el mundo, y por eso esta ley es muy importante de verdad.
Cuando le consultaron sobre qué significaba ser la figura que cierre esta noche con mucho contenido rockero en el festival, comentó: “Nunca me consideré figura, siempre me gusta participar, estar en los encuentros. A veces toco antes, a veces después. Hoy me toca cerrar, y si bien es una gran responsabilidad, yo le decía a mi hijo antes de venir, que hay que disfrutar. Tocar con mi hijo por primera vez en este escenario, para mí es un regalo de Dios, y espero que, en los próximos años, pueda venir también con mi hija Rita que canta bárbaro. O sea que esta responsabilidad la tomo con alegría y emoción”.
Y finalmente, hablando de cómo se prepara cada vez que sube a un escenario, el maestro recordó su experiencia con Mercedes Sosa. “Caminando por acá ayer cuando llegué, recordé la última vez que vine con Mercedes a Cosquín. Y me llamaba la atención que ella cantaba en el ensayo como si ya estuviera en el show, ponía todo. Y yo decía ‘cómo puede ser que no se guarde nada’, y por la noche era realmente la dueña del festival. Estaba sentada y parecía una faraona. Estar ahí, presenciando eso y después tocar con ella, me marcó mucho en la proyección y todo lo que se vino después”, comentó.
Y concluyó, “por lo tanto, este escenario se llama ‘Atahualpa Yupanqui’ con todo lo que eso significa, y hay que tocar desde ese lugar”. Luego subió y dejó a la platea totalmente desbordada de admiración.

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CÓRDOBA (Enviada Especial)  El maestro guitarrista Luis Salinas cerró brillantemente la cuarta luna del 60º Festival Nacional del Folclore, que se está desarrollando en Cosquín, Córdoba desde el sábado pasado. Le tocó formar parte de una grilla muy especial, de las diez que se programaron este año en este especial aniversario, porque incluyó a artistas de diferentes estilos musicales, abriendo las puertas del escenario mayor del folclore de una manera muy notoria.
Recordemos que esa noche, la del martes, la apertura fue con la primera presentación de Fito Páez en este marco, y que además estuvieron Omar Mollo aportando su repertorio de tango, y Los Tipitos, legendaria banda rockera de Mar del Plata, que a veinticinco años de su creación se animaron a un disco folclórico con el que llegaron también a la plaza “Próspero Molina” (presentaron temas de ese trabajo titulado “De mi flor”).
Antes de dar un maravilloso concierto en compañía de su hijo Juan, Luis Salinas, brindó una conferencia de prensa en la que se refirió a la importancia de la Ley Nacional de Enseñanza del Folclore en las Escuelas, que se aprobó el año pasado en nuestro país; y sobre el significado de estar en el escenario mayor de Cosquin, el “Atahualpa Yupanqui”.
Sobre la mencionada ley, el artista contó que cuando a él los periodistas que lo seguían, le preguntaban por qué escuchaba tanto a los maestros de los distintos géneros musicales, él les decía que “siempre hay que escuchar a los maestros, porque lo único que se construye desde arriba, son los pozos. Es decir que siempre hay que ir al fondo de la cuestión. Y además, si uno no sabe de dónde viene, no va a saber tampoco adónde va, y eso en cualquier orden de la vida. Si trabajamos en la cultura, tenemos que saber la música de uno, porque yo le digo a Juan -su hijo que desde hace un par de años toca junto a él-, que si algún día se le da la posibilidad de tocar en Inglaterra, Estados Unidos, etc., alguien le va a pedir que toque música de su lugar, y hay que hacerlo”.
Y sobre lo especial de este escenario folclórico que lo invita, a él que se mueve con destreza y naturalidad por todos los géneros musicales con su guitarra, dijo que, “para mí el folclore es la música que representa la hermandad, este lugar (el del festival) es único en el mundo, y por eso esta ley es muy importante de verdad.
Cuando le consultaron sobre qué significaba ser la figura que cierre esta noche con mucho contenido rockero en el festival, comentó: “Nunca me consideré figura, siempre me gusta participar, estar en los encuentros. A veces toco antes, a veces después. Hoy me toca cerrar, y si bien es una gran responsabilidad, yo le decía a mi hijo antes de venir, que hay que disfrutar. Tocar con mi hijo por primera vez en este escenario, para mí es un regalo de Dios, y espero que, en los próximos años, pueda venir también con mi hija Rita que canta bárbaro. O sea que esta responsabilidad la tomo con alegría y emoción”.
Y finalmente, hablando de cómo se prepara cada vez que sube a un escenario, el maestro recordó su experiencia con Mercedes Sosa. “Caminando por acá ayer cuando llegué, recordé la última vez que vine con Mercedes a Cosquín. Y me llamaba la atención que ella cantaba en el ensayo como si ya estuviera en el show, ponía todo. Y yo decía ‘cómo puede ser que no se guarde nada’, y por la noche era realmente la dueña del festival. Estaba sentada y parecía una faraona. Estar ahí, presenciando eso y después tocar con ella, me marcó mucho en la proyección y todo lo que se vino después”, comentó.
Y concluyó, “por lo tanto, este escenario se llama ‘Atahualpa Yupanqui’ con todo lo que eso significa, y hay que tocar desde ese lugar”. Luego subió y dejó a la platea totalmente desbordada de admiración.