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Caída de ventas y remarcación de precios en despensas de la capital

Las subas en las tarifas, la merma del consumo y el costo de alquiler son algunos factores que afectan a comerciantes.
Viernes, 31 de enero de 2020 01:01

Algunas despensas y minimercados de la capital jujeña atraviesan una difícil situación. Según señalaron, iniciaron el año con caídas en las ventas por arriba del 50% situación que se agrava por las altas subas en las tarifas, aspectos que preocupan sobremanera a los pequeños comerciantes.

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Algunas despensas y minimercados de la capital jujeña atraviesan una difícil situación. Según señalaron, iniciaron el año con caídas en las ventas por arriba del 50% situación que se agrava por las altas subas en las tarifas, aspectos que preocupan sobremanera a los pequeños comerciantes.

A fin de mantenerse en el mercado, los vendedores apuestan a ofrecer una variedad de precios, ofertas, dedicarle muchas horas al negocio y mantener un excelente vínculo con sus clientes. Sin embargo, para otros, la situación se volvió insostenible por lo que el mes que entra deberán cerrar las puertas de su local.

El Tribuno de Jujuy ayer recorrió diferentes despensas ubicadas en barrios de la capital y relevó que la mayoría e los vendedores coinciden en que las ventas vienen en descenso desde el año pasado y que hubo -en algunos casos- remarcación de precios en productos de primera necesidad.

Por la crisis, ya no atenderán

Desde hace tres años, Carlos Ariel Inca está al frente de su despensa/carnicería ubicada en el barrio Luján, pero debido a la crisis económica, actualmente le cuesta mantener su local por lo que deberá cerrar. "El 10 de febrero voy a tener que desocupar el local porque no puedo seguir solventando los gastos de alquiler y con las bajas ventas que hay es difícil seguir", sostuvo.

Además agregó que últimamente, el cliente se mide a la hora de consumir alimentos, "antes compraba un kilo de tal producto y ahora sólo lleva por medio kilo, lo mismo sucede con la carne", dijo.

El alquiler del local subió 40%

En el caso de una despensa ubicada en el barrio Coronel Arias, la vendedora Romina Martínez apuntó que el último mes hubo remarcación en los productos de primera necesidad, por lo que eso generó inestabilidad en cuanto a los precios de productos como lácteos, fiambres, entre otros. "Antes de que inicie el año hubo bajas en las ventas, sucede también que los proveedores no nos ofrecen toda la mercadería porque especulan que haya nuevas subas de los productos", mencionó.

A su vez apuntó que desde el local se manejan con buenos precios, a fin de tener una mejor rotación de productos. Sin embargo no dejó pasar que tras la difícil situación económica mermó la cantidad de mercadería que tienen en el comercio y que el costo del alquiler del local tuvo una aumentó del 40%.

El consumo bajó un 30%

El encargado de un comercio ubicado en avenida Almirante Brown, Ricardo Rodríguez, dijo que luego de las fiestas de fin de año, el consumo bajó hasta un 30%. Mientras que los precios en rubros como lácteos, azúcar y en bebidas de primera marca se registró una remarcación de entre un 10% y 15%. Otro factor que los afecta, planteó el vendedor, es la competencia entre el supermercado y los comercios de barrio, debido a que estos cuentan con el medio de cobro por tarjeta de crédito y "no por que tengan los productos a un precio más bajo", dijo.

Por otro lado resaltó que tanto la rentabilidad y los impuestos son difíciles de mantener.

Remarcación de entre 3 y 5%

"Este mes es cuando bajan las ventas y repunta durante el carnaval", dijo el vendedor Jorge Vilte, quien trabaja desde hace 30 años en una despensa ubicada en el barrio San Pedrito. Destacó así que hubo remarcación de productos de entre un 5 y 3 por ciento. Sin embargo apuntó que pese a la situación, aún puede afrontar gastos de impuestos.

“El consumo se reactivará lentamente”

El 2019 se ubicó en un escenario económico crítico, signado por la devaluación del peso, una inflación anual del 58.5% a nivel país y 49,9% en Jujuy, sumado a una recesión que abarcó a diferentes sectores, es por ello que surge la pregunta ¿qué perspectiva hay de que se recupere el consumo este año?.

Según la visión del economista Juan Ljungberg teniendo en cuenta la situación actual y las medidas económicas dispuestas, cree que haya “poco impacto en la recuperación del consumo”.

Avizoró que este año, a comparación del 2019, se presente una leve desaceleración de la inflación, como resultado de las medidas de congelamiento de tarifas, de combustibles “transitorio” y el dólar que -por ahora- se mantiene “planchado”. Sostuvo así que la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), si se resuelve exitosamente, será clave para conseguir una reactivación de la actividad económica, caso contrario, las perspectivas apuntan a una retracción de la actividad.

De todos modos, para Ljungberg, la recuperación del consumo se presentaría “lentamente”. A su vez, hizo hincapié en el uso de la Tarjeta Alimentaria dispuesto a través del Consejo Federal de Políticas Sociales, al argumentar que “la implementación de esa tarjeta todavía está lenta, se prevé llegar a un millón y medio pero no sé si llegan a cincuenta mil las que están emitidas”, sostuvo el especialista al referirse a un reciente estudio durante los primeros 15 días de aplicación de la tarjeta en Concordia; según los datos, sólo el 30% del consumo que se realizó estuvo destinado a productos alimentarios esenciales, mientras que el 70% se gastó en productos como pañales, toallas femeninas, gaseosas, prepizza, elementos de higienes, bebidas energizantes, elementos de higiene y no en alimentos que se suponía eran el propósito de esa tarjeta, dijo. 

A su vez, indicó que en este caso, se generó un crecimiento del consumo pero no exactamente en los rubros que se suponía que hacían más falta. “Creo que va a ser ilimitado y va a tardar por lo menos 2 o 3 meses hasta ver si se concreta la emisión de todas estas tarjetas”, dijo.

Precios subieron hasta 40%

Por otro lado, el especialista analizó que los precios de los alimentos continúan subiendo con valores importantes y a raíz de las mejoras que brindó el Gobierno Nacional con ingresos de aumentos extraordinarios de $3.000 este mes y $4.000 desde febrero, sostuvo que esos ingresos “serán absorbidos por los nuevos precios”, agregando que “no parece ser que haya un efecto muy generalizado de incremento de las cantidades vendidas. Se va a vender la misma cantidad o menos. El aumento de los precios es muy importante, estamos hablando de valores que han subido de 30% a 40% y este aumento debe estar representando un 20% en el caso de los sueldos más bajos, eso llevaría a que en realidad la cantidad vendida sea menor”, sostuvo.

En este contexto, resaltó que el mecanismo que había anunciado el presidente Alberto Fernández, con la puesta en marcha del Consejo Económico y Social, todavía no ha mostrado avances. “Se suponía que con los anuncios en campaña iba a ser inmediato y todavía no se constituyo el consejo, tampoco creo mucho en las bondades de estos mecanismos pero desde las perspectivas del Gobierno sería un instrumento útil”, dijo.

La actividad podría caer

En cuanto a la actividad económica, el economista remarcó que todas las estimaciones apuntan a que no habrá “un crecimiento, sino una caída del producto, probablemente menor a la de 2019”.

No obstante analizó que “si todo está condicionado a la renegociación de la deuda y el Gobierno consigue un aplazamiento del pago de todos los vencimientos de la deuda -que no lo ha dicho expresamente todavía pero es lo que creo que está buscando- no va a pagar intereses, ni capital por los próximos 5 años, esto liberaría una cantidad de recursos y podría volcarse a la composición de ingresos, por ejemplo de obras públicas menores, e impulsar la actividad económica”.

Medidas e inflación 

:La desaceleración de la inflación será clave para conseguir una mejora del poder adquisitivo de la población, que obviamente repercutirá en el consumo. En este contexto, el economista Juan Ljungberg, mencionó que este año habrá una “desaceleración inflacionaria” debido a que “se han tomado nuevamente medidas de congelamiento de tarifas, de congelamiento de combustibles transitorios y el dólar se mantiene planchado”, sin embargo, indicó que esta situación no es sostenible, con lo cual una vez que “se empiece a recomponer se generaría un nuevo impulso”, agregando que “lo que el Gobierno busca es enfriar la expectativa inflacionaria en los próximos 4 meses y empezar a descongelar las tarifas, el precio de los combustibles y el valor del dólar en forma paulatina para que no vuelva a impactar sobre el resto de los precios”. 

A su vez, precisó que la llave maestra “es la renegociación de la deuda y la rapidez con que ésta se logre”.

Prevén que el consumo caiga 2,2%

Bancos y consultoras privadas estiman que este año la inflación llegaría al 52,7% y la recesión económica al 3,1%. En tanto que consumo privado caería 2,2% y crecería 2% el próximo. Mientras que la deuda pública llegaría este año al 90,3% del PBI y el año próximo caería al 89,3%. Así lo indicaron en el informe Focus Economics Consensus Forecast de enero, en el que aseguraron que la economía cumplirá en 2020 su tercer año en caída libre.

El reporte destaca que por el congelamiento de la fórmula jubilatoria y la suba de los impuestos que impulsó el Gobierno, con el aval del Congreso, la situación fiscal mejoró en forma sustancial, aunque el panorama de mediano plazo depende de la renegociación de la deuda con los acreedores privados. Analistas privados indicaron que si la reestructuración se resolviera en forma exitosa, la actividad económica podría exhibir un rebote por la alta capacidad que existe en la industria. Sin embargo, ese repunte necesitaría de señales en favor de la inversión, hasta ahora ausentes.

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