Al inconmensurable dolor de la irremediable pérdida, hoy los padres de Marcelo Luis Gómez (19) deben sufrir la inacción de las autoridades judiciales y policiales, que lejos de contener a las víctimas las condenan a la zozobra y la incertidumbre.
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Al inconmensurable dolor de la irremediable pérdida, hoy los padres de Marcelo Luis Gómez (19) deben sufrir la inacción de las autoridades judiciales y policiales, que lejos de contener a las víctimas las condenan a la zozobra y la incertidumbre.
"Recién en la mañana de hoy (por ayer), nos dijeron será mejor que contraten un abogado", señala textualmente Patricia Mendoza, la mamá del joven que encontró la muerte, luego de ser embestido en la madrugada del domingo, cuando se dirigía a Perico por ruta Nº 66.
El Tribuno de Jujuy pudo saber extraoficialmente que recién en la tarde de ayer alrededor de las 16, la ayudante de fiscal Angélica Griselda Solís firmó una célula de citación a nombre de un hombre con residencia en el barrio San Pedrito de San Salvador de Jujuy.
Pese a la angustia y la impotencia Patricia Mendoza recuerda que secuestraron todo, el auto, la moto y "sin embargo el celular no aparece", dejando en el lugar parte del paragolpe del Volkswagen Virtus con la patente AD 948 OW que indicaría que el propietario es una mujer.
La mamá de Marcelo indica que se fugaron del lugar y se llevaron toda la documentación agregando que por testigos sabe que el auto se desplazaba a gran velocidad por la autopista y que dentro del rodado se encontraron bebidas alcohólicas.
En su relato la dolida madre, comenta que fueron varias veces y que los tuvieron horas en la puerta de la seccional 21º esperando al oficial Chorolque que jamás se presentó.
Al referirse a su hijo muerto por la irresponsabilidad de un conductor que debiera estar preso, indica que "conocía al 95 por ciento de los amigos de mi hijo, no tomaba, ni salía siempre en el barrio, fue el llamado de una amiga que hizo que se dirigiera a Perico, de la peor manera", remarca. En las próximas horas los amigos de Marcelo Luis, alias "Chino", como lo llamaban sus amigos, marcharán para pedir justicia.