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La familia sitiada por los mapuches se está quedando sin comida y empezaron a matar a las gallinas

Martín Soriani, su esposa Débora Meyer y el hermano de esta, Pablo, se mantienen aislados en su campo de El Foyel desde que el jueves pasado lo ocupó la lof Gallardo-Calfú.

Lunes, 19 de octubre de 2020 13:25
Leo y Débora Meyer

A cinco días de que un grupo mapuche ingresó a su campo en El Foyel, a 75 kilómetros de Bariloche y 46 de El Bolsón, las familias Soriani y los Meyer se han visto obligados a matar a sus gallinas ponedoras y a racionalizar la comida almacenada puesto que están impedidos de salir de su propiedad para reabastecerse. Tampoco pueden trabajar en el territorio de casi 400 hectáreas donde normalmente desarrollan tareas agropecuarias con las que se ganan la vida. Si la situación se prolonga durante unos días más la comida empezará escasear y la situación podría volverse crítica.
Los miembros de la lof Gallardo Calfú reclaman el territorio basándose en una supuesta estafa que habría sufrido el dueño original, Félix Gallardo Calfú en 1980, por parte de Miguel Soriani. Aseguran de que se trata de un predio ancestral y que cuentan con la colaboración del Instituto Nacional de A

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A cinco días de que un grupo mapuche ingresó a su campo en El Foyel, a 75 kilómetros de Bariloche y 46 de El Bolsón, las familias Soriani y los Meyer se han visto obligados a matar a sus gallinas ponedoras y a racionalizar la comida almacenada puesto que están impedidos de salir de su propiedad para reabastecerse. Tampoco pueden trabajar en el territorio de casi 400 hectáreas donde normalmente desarrollan tareas agropecuarias con las que se ganan la vida. Si la situación se prolonga durante unos días más la comida empezará escasear y la situación podría volverse crítica.
Los miembros de la lof Gallardo Calfú reclaman el territorio basándose en una supuesta estafa que habría sufrido el dueño original, Félix Gallardo Calfú en 1980, por parte de Miguel Soriani. Aseguran de que se trata de un predio ancestral y que cuentan con la colaboración del Instituto Nacional de A

Alrededor de 50 personas de la lof ingresaron al campo el jueves pasado y bloquearon los accesos donde instalaron carpas y maderas. Como consecuencia quedaron aislados tres de los propietarios: Martín Soriani, su hermana Débora Mayer y el hermano de esta Pablo Mayer. Ante la posibilidad de que los desconocidos avancen también sobre la maquinaria, los animales y los objetos personales, ninguno se ha movido del lugar. Sus amigos y vecinos autoconvocados que pretendía ayudarlos tampoco fueron capaces de atravesar el cordón mapuche. En la practica se encuentran sometidos a una brutal prueba de resistencia.

“Estamos bien, pero racionalizando todo. No sabemos cuánto pueda durar esto entonces racionalizamos y también matamos algunas gallinas para comer, no nos queda otra. No vamos a abandonar nuestra propiedad. Esto es una locura total”, le detalla a Clarín un incrédulo Pablo Meyer.

El domingo Débora y Pablo difundieron un desesperado video en el que denuncian el estado en que transcurren los días. Visiblemente afectados le mandan un saludo a su madre a la que no pudieron visitar.

“La situación no cambió desde que recurrimos a la justicia. Tenemos paciencia, pero también estamos cansados y con problemas para abastecernos. Esta gente se tenía que presentar el viernes en los tribunales, no fueron, después el abogado solicitó la suspensión de la audiencia de Impugnación del domingo y pasó para el lunes. Y así, van pasando los días. Todavía tenemos expectativas con la justicia pero hay mucho desgaste físico y mental y no vemos la luz al final del túnel”, señala Pablo. “Siento que nos van corriendo el arco. Nosotros lo único que queremos en volver a trabajar y a disfrutar con nuestras familias de nuestro campo. Queremos volver con nuestros hijos y no tener el temor de que a la entrada alguien nos salte o nos impida entrar”, continúa.
Meyer está convencido de que el desalojo será una medida parcial. “Acá el problema es más profundo. Los van a venir a desalojar ¿Y luego qué? El problema de fondo va a continuar. Aquí hay que tomar cartas en el asunto, proceder con las detenciones, y trabajar en serio para que se termine”, indica.

“Ya hace cuatro días que estamos secuestrados acá por este grupo de pseudo mapuches en nuestro campo en El Foyel. Queremos pedirles a todos que no bajen los brazos, agradecer a todos los que nos están apoyando y a las fuerzas de seguridad que nos cuidan. Y a todos los políticos, fiscales y jueces les pedimos que traten de hacer su trabajo, que se esfuercen, que estamos acá y no la estamos pasando bien. No podemos ingresar alimentos, no nos dejan entrar ni salir. Si salimos tememos no poder volver a entrar”, dijo Pablo en la grabación que se volvió viral.

“Tenemos un gran problema, no podemos entrar víveres ni combustibles. Yo no puedo salir del campo. Estamos realmente complicados con este situación. Ya no sabemos qué hacer”, dice Martín Soriani, otro de los familiares sitiados, en un video grabado por el legislador provincial Juan Martín (Juntos por el Cambio) que acudió al campo.

El viernes pasado el fiscal Francisco Arrien de El Bolsón solicitó al juez de Garantías Ricardo Calcagno el desalojo “urgente” de los mapuches y la detención de Blanca Rosa Gallardo y Juan Carlos Oyarzo, dos de los referentes de la comunidad por no presentarse ante la justicia tal como se les había comunicado.

El magistrado no accedió al pedido de desalojo argumentando que esperaría a la detención de los imputados por la usurpación. Este lunes el fiscal Arrien impulsará un nuevo pedido en la audiencia de Impugnación ante el juez Marcelo Álvarez Melinger, informaron fuentes de la familia.

Un equipo de la policía especial de Río Negro, COER, se mantiene afuera del campo aguardando la orden para entrar y concretar el desalojo en cuanto lo apruebe el magistrado.

El ambiente es tenso en el lugar. Los efectivos, funcionarios provinciales y de la justicia de Río Negro saben que el desalojo no será una tarea fácil y que podría haber altercados de diverso tipo, indican fuentes a Clarín.

“En esta nueva audiencia (este lunes a la mañana) vamos a insistir con el desalojo urgente. Hay que pensar en el desgaste que está viviendo la familia sin poder salir”, le dijo a Clarín el fiscal jefe de Bariloche Martín Lozada. “Hemos trabajado arduamente en un logística para poder proceder al desalojo”, agrega el fiscal.

Fuente: Clarín

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