En el último mes la provincia de Jujuy se ha visto conmocionada por los femicidios de Cesia Reinaga, Iara Rueda, Roxana Mazala y Gabriela Cruz, nombres que se suman a la larga lista de mujeres víctimas de violencia de genero. En lo que va del año, se registraron 8 femicidios, de lo cuales los últimos 4 sucedieron en menos de un mes.
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En el último mes la provincia de Jujuy se ha visto conmocionada por los femicidios de Cesia Reinaga, Iara Rueda, Roxana Mazala y Gabriela Cruz, nombres que se suman a la larga lista de mujeres víctimas de violencia de genero. En lo que va del año, se registraron 8 femicidios, de lo cuales los últimos 4 sucedieron en menos de un mes.
Esta situación lleva a reflexionar acerca del rol del estado en la protección de niñas y mujeres frente a este tipo de situaciones, y la importancia de garantizar los derechos humanos para la sociedad en su conjunto.
En Jujuy en los últimos días se han registrado cuatro femicidios, y en general hay un aumento de los casos de violencia de genero. ¿Cómo analiza esa situación?
Este momento de pandemia está impulsando la aparición de una manera muy brutal de lo que teníamos escondido. A mí me impresiona que los municipios o cada ciudad hace la ley por mano propia, entonces si bien la función del estado es garantizar derechos, está totalmente tergiversada esta función. Si uno lo ve a nivel nacional. A mí me da mucha tristeza, cuando veo lo que se dice en nuestro país, y cuando veo lo que pasa en verdad con los femicidios, con las desapariciones los chicos muertos por el gatillo fácil. Lo que nos está faltando es un estado que proteja, no que cancele los derechos de las personas.
¿Qué acciones se deben tomar para garantizar derechos y erradicar los episodios de violencia en general?
Es difícil decirlo, porque si tenés un estado que no cumple con sus funciones, o tenés funcionarios que ocupan cargos, pero no cumplen su rol, entonces uno tendría que ver qué hacen las Defensorías del Pueblo, que hacen los organismos del estado que tienen que garantizar los derechos, las Secretarías de Derechos Humanos que son las que tendrían que estar hablando en estos momentos por los femicidios, por las muertes jóvenes, por los desaparecidos, entonces esto es lo grave. No hay una fórmula que diga "tenemos que hacer esto", lo que ha pasado es que por no haber hecho eso en otro momento, y por haber ideologizado tanto el tema de los derechos humanos, que se politizó, cuando en realidad son derechos que tienen todas las personas sin importar su filiación política o su condición social, esta es la riqueza de la democracia, somos iguales ante la ley y el estado tiene que garantizar esos derechos.
¿Hay un poco de naturalización de esta vulneración de derechos en el país?
A mi me da la sensación de que en Argentina es común decir "Y... es así", hay como una especie de resignación y de aceptación que en esta situación crítica que estamos viviendo aparece todo de una manera descarnada.
Y en pandemia esto se agrava...
Sí, porque hay prepotencia, porque se cancelan los derechos de la persona y sobre todo porque la sociedad tiene miedo y no hay sociedad más fácil de manejar que una sociedad con miedo. Cuando teníamos el terror de la dictadura, la gente se encerró porque tiene miedo y se aísla, ahora con el miedo al virus las personas se han vuelto desconfiadas se denuncian unas a otras, es decir, hay que tener distancia física pero no distancia social, hay que usar barbijo, lavarse las manos, pero eso no quiera decir que uno tenga que cancelar la vida social, la solidaridad, el saber que tenemos derechos. Me cuentan de pequeñas ciudades donde los alcaldes con el comisario fijan "Toque de queda" que es una medida inconstitucional, esto es lo que consigue los totalitarismos, el miedo hace estas cosas.
¿Por qué piensa que pese a vivir en democracia se siguen vulnerando los derechos humanos?
Lo que hay hoy es autoritarismo, una falta de respeto a la ley, lo que hay es que las instituciones no están cumpliendo con sus funciones, que hay funcionario que ocupan cargos y no tienen idoneidad para esos cargos, es decir que nuestro problema hoy es que se está debilitando la democracia porque no se está cumpliendo con las instituciones de la democracia. La democracia se legitima con el voto, pero es mucho más que el derecho a votar, es que se respeten los derechos ciudadanos. Salimos de la dictadura, condenamos el pasado, a los militares, pero no hemos construido una cultura de derechos humanos según la cual somos todos iguales ante la ley. Tendríamos que haber educado a nuestras niñas y adolescentes sobre sus derechos, pero las hemos desprotegido, son muchos años de postergación, la democracia no les ha garantizado a las generaciones nuevas derechos, la democracia ha fracaso en cuanto a garantizar la igualdad. Son los organismos del Estado los que tienen que evitar que tengamos desaparecidos, la justicia debe investigar esos delitos.
¿Qué avances se lograron desde el Observatorio de Derechos Humanos del Senado durante su participación en ese organismo?
Estoy triste porque me hubiera gustado que se hubiera continuado con el trabajo que hicimos en el Observatorio de Derechos Humanos del Senado, porque no importa la persona, importa la institución entonces todo lo que hicimos desde el observatorio era precisamente para ayudar a que las leyes garanticen los derechos humanos, y me duele que cuando cambian los gobiernos, esto pasa a ser un tema partidario ideológico cuando no lo es. Esto tendría que estar por encima de las disputas partidarias y tener personas idóneas, los derechos humanos no son ni de radicales ni de peronistas, ni de socialistas, son una normativa universal y todos tienen la obligación de cumplirla porque están en la constitución.
¿Cómo atraviesa la pandemia y de qué manera continúa trabajando los temas de derechos humanos?
Yo vine en febrero a participar de un encuentro sobre la cultura de la memoria en Alemania porque este es el año en que se cumplen los 75 años del fin de la guerra que, de no tener la pandemia, hubiera sido el año para hablar lo que nos dejó el fin de la guerra en materia de derechos humanos. El coronavirus nos ha venido a demostrar lo que cada sociedad es, entonces las sociedades desarrolladas como en Alemania donde hay un sistema sanitario púbico sólido, con índices que están muy por encima del resto de los países en cantidad de médicos y enfermeros, entonces no existen los problemas que hay en España, donde estoy ahora, o en Argentina donde ha aparecido toda esta cultura violenta y autoritaria que no hemos conseguido domar, porque desde el momento que se politizan los derechos humanos que son universales, hemos fracasado.