Desde que Marcelo Gallardo asumió la dirección técnica de River, el club de Núñez se transformó en una "bestia negra" para Boca ya que en todos los cruces mano a mano (ya sea por Sudamericana, Libertadores -no sólo la recordada final de 2018- y Supercopa Argentina). Y cuando la Conmebol realizó el sorteo de los cruces de octavos de final, el morbo volvió a decir presente en el pueblo futbolero.
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Desde que Marcelo Gallardo asumió la dirección técnica de River, el club de Núñez se transformó en una "bestia negra" para Boca ya que en todos los cruces mano a mano (ya sea por Sudamericana, Libertadores -no sólo la recordada final de 2018- y Supercopa Argentina). Y cuando la Conmebol realizó el sorteo de los cruces de octavos de final, el morbo volvió a decir presente en el pueblo futbolero.
Es que el Xeneize se tiene que medir contra Inter, elenco que entrena Eduardo Coudet y que tiene a los argentinos Renzo Saravia (actualmente lesionado), Víctor Cuesta, Damián Musto, Andrés D'Alessandro y Leandro Fernández. La particularidad es que en el elenco de Porto Alegre su máxima figura en la actualidad es de apellido ¡Galhardo!
Se trata de Thiago, un potende delantero de 31 años, de extensa carrera en el fútbol brasileño (Bangu, Botafogo, Comercial, América, Remo, Boa Esporte, Cametá, Brasiliense, Madureira, Coritiba, Red Bull Brasil, Ponte Preta, Vasco da Gama y Caerá), sumado a una breve experiencia en Albirex Niigata, de Japón.
No es fácil saber si los xeneizes le temen más a sus números (14 goles y 5 asistencias en el torneo local) o a su apellido, similar al DT de River.