La progresiva apertura de diferentes actividades en la provincia no se tradujo en mejoras para los taxistas, un sector muy golpeado por la pandemia. Para el sector la situación no ha mejorado debido a la situación económica, el aumento de impuestos municipales y la falta de apertura de algunos sectores que son importantes para la recaudación diaria.
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La progresiva apertura de diferentes actividades en la provincia no se tradujo en mejoras para los taxistas, un sector muy golpeado por la pandemia. Para el sector la situación no ha mejorado debido a la situación económica, el aumento de impuestos municipales y la falta de apertura de algunos sectores que son importantes para la recaudación diaria.
Bernabé Churquina, secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, estimó que su sector aún no nota una mejoría a partir del retorno de algunas actividades, debido a que hay otros movimientos de la sociedad que sí son significativas para ellos, como el retorno a clases, la apertura de boliches, salidas nocturnas y el movimiento turístico.
Respecto a este último punto explicó que "cuando hay turismo, la terminal nueva está cerrada prácticamente, y allí llegaba toda la gente en colectivo y también íbamos al aeropuerto por lo menos una vez al mes, ahora ya no. En la terminal son más de cien taxis amarillos que trabajan de modo que es muchísimo lo que se reduce".
Por otra parte, señaló que como se abrieron actividades, ahora ya no están haciendo tareas de delivery como se estaban haciendo en la fase uno, aunque indicó que "hubo una leve mejora, pero no lo normal, hay muchas actividades que no están, y esa es la diferencia. Aparte de eso, hay que tener en cuenta que salen los DNI pares un día, los impares otro día, y el movimiento se restringe también por los controles de circulación, o de los negocios que no pueden abrir, entonces eso te disminuye muchísimo el trabajo y no sale la gente"
Trabajan al 60%
Churquina señaló que cuando inició la fase uno, se redujo el trabajo al 80% y ahora se elevó a un 50 o 60% porque de día los taxis trabajan hasta las 21, horario en que cierra el comercio.
"Cuando volvamos a la normalidad, cuando se libere todo ahí nos vamos a dar cuenta porque aparte hay crisis económica. Ese es otro problema porque no toda la gente tiene dinero. Por ejemplo, cuando no hay colectivos en la noche, cuando la gente que vive en Alto Comedero o Palpalá se quedan, no pueden pagar un taxi solos, más la tarifa ahora la noche es un poco pesadita, entonces se juntan de a dos o tres y hacen el viaje porque sino no les alcanza. Ese es otro problema", dijo.
Renovación de carnets
Por otra parte, comentó que también tienen problemas con la renovación de los carnets de conducir debido a que "cuando la Municipalidad de la capital comenzó a renovar, estableció que se saque turno por internet y lo hizo muy burocrático porque sólo se dan turnos los sábados. Creo que no es el momento, así que hemos pedido que también se suspenda hasta que se normalice todo".
Otro problema que atraviesa el sector son los impuestos. "Nos aumentaron los impuestos; por ejemplo, el carnet de conducir ahora cuesta $2.100 cuando antes estaba en un aproximado de $1.500. Y para renovar la credencial está como $1.000, así que renovar el carnet y la credencial ronda los $3.000 y es mucho, porque en otras localidades un carnet de conducir cuesta $1.500 o $1.700, y acá es más caro. Ese es otro problema que tenemos, como muchos otros, pero sobre todo los impuestos, porque creo que no es el momento para que se comience a aumentar. Deberían dejarlo como estaba antes de la pandemia porque no es momento de aumentar, si los sueldos no aumentaron nada", concluyó Churquina.