Tres talleres empezaron a producir los "Superbarbijos" diseñados en universidades nacionales por equipos encabezados por la física Silvia Goyanes. Aquí se fabrican por una articulación de la que forma parte el Centro Universitario Tilcara, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Cada uno ronda los $150
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Tres talleres empezaron a producir los "Superbarbijos" diseñados en universidades nacionales por equipos encabezados por la física Silvia Goyanes. Aquí se fabrican por una articulación de la que forma parte el Centro Universitario Tilcara, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Cada uno ronda los $150
Rosario Dasen, del área de Extensión, explicó las características del proyecto. Según dijo, la iniciativa nace de un convenio con la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, también de la UBA, y son una creación de esta última con la Unsamen el marco del Conicet. Detalló que "se trabajan con telas con activos químicos que inactivan al virus del Covid 19 y también bacterias y hongos. Estas telas fueron chequeadas por el Inti y el Inta, por lo que se empezaron a fabricar en la empresa Kovi SRL, pyme de La Matanza".
El convenio entre las universidades nacionales y la pyme contempla que se fabricarán las telas con estos reactivos, pero por tratarse de un proyecto con una función social de transferencia tecnológica, genera un acuerdo por el que la empresa debe donar el 10% de las telas que produzca a cooperativas textiles que, a su vez, donen el 30% de los barbijos.
"Al haber una sede de la UBA fuera de Buenos Aires, como es la nuestra, el CUT puede operativizar parte de esa donación de telas, por lo que identificamos pequeñas textiles de Quebrada y Puna para que fabricaran los barbijos, y junto con ellos pensar a qué instituciones se donarán en tanto que el 70% restante se podrán vender a un precio muy accesible que, en principio, no puede superar los $150.
Fueron elegidas una textil maimareña que ocupa la mano de obra de siete familias, una de Tilcara que da trabajo a cinco familias que se dedicaban al turismo, y una cooperativa de ocho familias de La Quiaca. Aclara que "una de las ideas es que las telas sean destinadas a familias en situación de vulnerabilidad, que con los barbijos les genera un ingreso, y a la vez que las donaciones se dirijan a población de riesgo como son los adultos mayores, nucleados en Centros de Jubilados y Hogares de Ancianos, así como a la Unidad de Búsqueda y Rescate de Tilcara".
Características
El barbijo tiene dos telas que conforman tres capas, siendo la función de la exterior la de retardar el ingreso de la microgota para que el virus sea neutralizado por los reactivos de la segunda capa en un tiempo de cinco minutos. La capa interior, de color verde, neutraliza a su vez los hongos que se producen con la respiración en el barbijo.
Resiste más horas que un barbijo común sin producir malestar en los ojos y tienen resistencia para quince lavados. Es de uso social y protege el ingreso del virus por nariz y boca. Quienes fabrican los barbijos fueron capacitados por medio de tutoriales y un manual operativo. A la fecha, se ha fabricado la primera tanda y el financiamiento de la llegada de los primeros 100 metros de tela a la provincia corrió por cuenta del CUT, que a la vez suministró elásticos e hilos, para su confección.