La sostenibilidad en las empresas es un concepto que llegó para quedarse. Se trata de vincular el proceso productivo y la rentabilidad económica con el cuidado del medio ambiente y el crecimiento de la comunidad. En otras palabras, implica sumar a la condición de agente económico el rol de actor social.
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La sostenibilidad en las empresas es un concepto que llegó para quedarse. Se trata de vincular el proceso productivo y la rentabilidad económica con el cuidado del medio ambiente y el crecimiento de la comunidad. En otras palabras, implica sumar a la condición de agente económico el rol de actor social.
Si bien las empresas no tienen obligación de incorporar este criterio, las compañías de primera línea a nivel global lo han adoptado. En el caso de nuestra provincia, Ledesma avanza con esta nueva concepción y en ese marco ayer presentó el Reporte integrado del Informe de Sostenibilidad. Lo hizo durante un encuentro que encabezaron el administrador general, Federico Gatti, y el jefe de Responsabilidad Social Empresaria, Vicente Amadeo. En la oportunidad se desarrolló un conversatorio con el prestigioso economista jujeño Juan Ljungberg y el director del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible, Sebastián Bigorito.
Tras la exposición de Ljungberg, Amadeo y Bigorito hablaron de la importancia de los informes de sostenibilidad y la necesidad de las empresas de incrementar la transparencia no solo económica, sino también social y ambiental.
"No es un tema para salir de la coyuntura, sino para invertir hoy y empezar a tener retornos prácticamente en los próximos cinco años", subrayó Bigorito al referirse al proceso que han venido transitado las empresas tras la Revolución Industrial y la concepción de que son "agentes económicos que tienen una gran capacidad de generar riqueza y empleo. Ahora intuitivamente hace más de veinte años, las diferentes sociedades se empezaron a dar cuenta de que somos más que agentes económicos, somos actores sociales y que además de un grupo de interés principal como son los accionistas, tenemos otros a quienes rendirles cuenta", subrayó. Entre esos nuevos actores mencionó al "consumidor, el trabajador, las organizaciones de la sociedad civil, el ambiente, el tejido social".
Entendió que la información económica financiera es parcial porque no muestra el potencial que tiene una empresa para generar externalidades positivas en la sociedad. De allí es que surge la importancia de informar la performance no financiera. En los noventa cada uno lo hacía a su manera, lo que generó la necesidad de establecer un estándar globalmente reconocido. "Una vez que surge este estándar internacional se acelera la tendencia que hoy es una práctica común en empresas de primera línea a nivel global", agregó.
Como no es una tendencia generalizada, manifestó que premiaban y estimulaban a aquellas empresas "como Ledesma que sin tener ningún tipo de obligación, incursiona en esto de informar a sus grupos de interés, no solamente a sus accionistas, de otro tipo de resultados además de los económicos".
Bigorito aseguró que en un mundo donde se van a precisar más recursos, la importancia de la tecnología e innovación serán fundamentales para poder producir más con menos. "Ledesma, a pesar de que incrementa el nivel de actividad económica y de crecimiento, disminuye las emisiones de carbono. Esto es un ejemplo de cómo una empresa del futuro tiene que desacoplar la intensidad energética y la descarbonización del crecimiento de su economía. Esto desde el punto de recursos naturales implica crecer más con menos", sostuvo.
Los detalles
El administrador general de Ledesma, Federico Gatti, dio ayer detalles del desempeño económico y productivo de la empresa que en Jujuy genera 6.200 puestos de trabajo, cubre el 19% de la producción nacional de azúcar y es la principal exportadora de naranjas, abasteciendo al mercado argentino e internacional con jugos y aceites esenciales.
En materia ambiental, puso de relieve que se logró reducir un 8% la emisión de gases de efecto invernadero.
Asimismo, señaló que la empresa pagó a lo largo del ejercicio 1.281 millones de pesos en concepto de impuestos propios y 2.120 millones de pesos en materia de retenciones y percepciones de tributos de terceros. También sumó prácticas internacionales de rendiciones de cuentas.
Precisó que realizaron una inversión social de 73 millones de pesos y habilitaron la página ledesmadialoga.com.ar donde la comunidad puede acceder a toda la información vinculada con las actividades de la compañía agroindustrial. Gatti se refirió además al programa Paisaje Productivo Protegido que desde hace diez años lleva adelante con la Fundación Proyungas.
En cuanto al desempeño del negocio del azúcar, el informe de sostenibilidad mencionó que procesaron un total de 3.712.000 toneladas de caña; vendieron un total de 334.674 toneladas de azúcar, con un crecimiento del 3% con respecto al año anterior.
En el segmento de consumo masivo, lograron un crecimiento del 6% y también experimentaron un aumento notable en las ventas de las tres nuevas familias de producto: Azúcar Light (132%), Azúcar Rubia Mascabo (500%) y Edulcorantes (122%).
Situación económica y empleo
En el conversatorio desarrollado en el marco de la presentación del Informe de Sostenibilidad de Ledesma, Juan Ljungberg habló de la compleja situación económica del país que “viene arrastrándose desde hace décadas”, identificando los dos problemas esenciales vinculados con el déficit fiscal y que no se protege al ahorro interno. Dijo que como el Estado gasta más de lo que tiene, aumenta la presión tributaria, con lo que afecta la productividad del sector privado. Entendió que se deben fomentar políticas que promuevan la generación de empleo privado y para ello se hace necesario favorecer la inversión.
Además de acompañar a las actividades económicas tradicionales como la minería, el azúcar y el tabaco, consideró que en Jujuy hay que apostar al turismo, subrayando por otro lado que no está explotada la capacidad del campo de las artes. Asimismo, puso de relieve que se debe dar impulso al desarrollo agrícola ganadero, al igual que al sector forestal y los biocombustibles. “Cada microemprendimiento crea un promedio de dos y medio a tres empleos y Jujuy necesita crear diez mil empleos anuales nuevos para cubrir el crecimiento vegetativo. Estos son tres mil microemprendimientos por año y a eso hay que apuntar”, enfatizó Ljungberg.
Otras actividades
También analizó las posibilidades de las energías renovables y la producción de cannabis medicinal que no tiene mayores chances de rentabilidad a partir de la legalización del autocultivo con fines de salud. Al concluir, el también docente universitario mencionó que no debe perderse de vista el hecho de que la provincia “tiene una marcada genética comercial”.