La sequía se volvió a agudizar en algunas zonas de la Puna jujeña generando preocupación entre productores ganaderos especialmente de Cieneguillas, Rinconada y Santa Catalina. Si bien se brinda ayuda con tanques en zonas donde también falta agua potable, se espera que avancen los proyectos de agua que se vienen gestionando a organismos nacionales, con fondos del exterior. Se está perdiendo ganado y se complica ante la falta de forraje, a consecuencia de la misma escasez.
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La sequía se volvió a agudizar en algunas zonas de la Puna jujeña generando preocupación entre productores ganaderos especialmente de Cieneguillas, Rinconada y Santa Catalina. Si bien se brinda ayuda con tanques en zonas donde también falta agua potable, se espera que avancen los proyectos de agua que se vienen gestionando a organismos nacionales, con fondos del exterior. Se está perdiendo ganado y se complica ante la falta de forraje, a consecuencia de la misma escasez.
"En esta época en la zona generalmente ya estaba lloviendo, pero ahora estamos complicados. Por la falta de lluvia tenemos escasez de agua en diferentes instituciones dentro de las comunidades de la jurisdicción de Santa Catalina como así también para el ganado ovino, caprino y camélidos de las diferentes comunidades", explicó Mario Bautista, referente de Santa Catalina, exautoridad comunal, quien recorre distintas zonas y esbozó la situación.
Explicó que está viendo la manera de abastecer y desde el municipio se están enviando vehículos con tanques en principio para proveer de agua potable a algunas familias que no tienen y a quienes se está asistiendo. Sostuvo que el pasado jueves se reunieron con Agua Potable de La Quiaca para priorizar a las familias más necesitadas.
"En cuanto a ganadería se nos complica más porque como las casas y los campos son dispersos donde no llegan los vehículos, tenemos que ver la manera de hacer ingresar agua para el ganado", precisó. Y los más afectados en ese sentido serían de Carayo, dispersos y en otras zonas. "En el pueblito de San Francisco de Santa Catalina varios corderos se están muriendo, así que tenemos la preocupación de esto, más que nada por la falta de lluvias", detalló y por el camino en mal estado se dificulta llevar la ayuda también.
Recordó que hace alrededor de un mes que no tienen una buena lluvia, ya que hubo ocasiones en que cayó precipitación pero muy leve de modo que al momento se seca y no se llega a juntar agua, para quienes tienen donde hacerlo.
Escasean las pasturas
Otra preocupación que deviene de este fenómeno climático es que escasean las pasturas. Por ello explicó que algunas familias están comprando maíz, forrajes de alfalfa y sal de modo de poder avanzar hasta que vuelva a crecer y llueva.
Se estima que la zona más afectada es Cieneguillas, ya que es la de mayor cantidad de ganado, mientras en Santa Catalina la producción es más de consumo.
Ante la situación, se buscó visibilizar la problemática por redes sociales y también solicitaron por nota al Gobierno provincial la regularización de la Corporación para el Desarrollo de la Cuenca de Pozuelos (Codepo), que si bien está intervenida, asumen que no están brindando los servicios. Dijo que hay malestar entre los productores por la falta de ayuda estatal pese a los compromisos. Explicó que para conseguir un tinaco de 500 litros para reservas en los momentos de escasez para darlew a los animales, la gestión es muy burocrática.
No obstante, explicó que el municipio de Santa Catalina está colaborando llevando agua, y que de hecho se dañó un camión por traer sal, y que se agudiza la problemática que afecta a los productores de la zona, quienes evitan expresarlo para evitar un efecto contrario. En Santa Catalina se estima que hay alrededor de 380 productores en 10 localidades, El Angosto, La Ciénega, San Francisco, Oratorio, Piscuno, La Cruz, Timón Cruz, San Juan y Oros, y otros parajes.
Si bien hubo programas para obras de agua, explicó que se envió el año pasado máquinas para excavación de aguadas pero se sectorizó e incluso se habría destinado para otro fines agrícolas en Cieneguillas y Santa Catalina.
Esperan proyectos de agua
Desde la Secretaría de Agricultura Familiar e Indígena coinciden en que el panorama es negativo para los productores y se estima que los de Rinconada estarían siendo los más afectados. Pese a ello hay expectativas en los proyectos de agua, para los cuales ya se aprobaron recientemente para varias localidades, y se espera la aprobación de otros Pisear para Rinconada y Abra Pampa. “Estamos en una época seca y esto se viene sumando año tras año en que las precipitaciones cada vez son menos. No es en todo el territorio, la más afectada ahora es Rinconada”, confirmó Antonio Borja, coordinador de la Puna de la Secretaría de Agricultura Familiar e Indígena.
Consideró que cada año se va agravando la situación por la escasez de lluvias, por un lado de aguas superficiales pero también por falta de agua subterránea que se extrae de pozos porque notan que hay menos agua en las napas. Explicó que a la sequía se suma otro problema, la escasez de pasturas debido a que por la pandemia no se hicieron descargas en el campo, por lo que hay mayor complicación. Es una zona de mayor producción ovina por tratarse de la Cuenca de Pozuelos, que se caracteriza por ello. Sostuvo que esta sequía afecta más la zona de Rinconada porque es donde hay más carga animal.
Para la región aseguró que no hay problema de escasez de agua potable porque es menor el consumo y la mayoría tiene toma de agua subterránea. No obstante, dijo que en algunas zonas como en Santa Catalina, hace dos semanas llovió, pero aseguró que no suele ser pareja por lo que es dispar la situación. Por otro lado, recordó que durante los meses anteriores y aún en pandemia se presentaron proyectos de toma de agua de pozo, con distribución y tanque de reserva de agua para Rinconada, Santa Catalina, Abra Pampa, Casa Colorado, Queta y Santa Rosa, que ya se aprobaron. También anunció que recientemente se cerró la convocatoria y se presentaron Proyectos de Inclusión Socio-Económica en Áreas Rurales (Pisear) para Rinconada y Abra Pampa que esperan que se aprueben, ya que son financiados por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida).