Por Lucrecia Basualdo, Psicóloga Social.
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Por Lucrecia Basualdo, Psicóloga Social.
La pareja es un vínculo, una relación de dos personas que deciden construir pero también sacar escombros durante el proceso. Es una construcción diaria, la cual depende de ambas partes. En el contexto que nos tocó estar confinados en nuestras casas a causa del Covid-19 las relaciones no han estado exentas de experimentar cambios hacia la unidad como así también separaciones y divorcios. De las muchas crisis que toda pareja atraviesa, nombraremos aquí algunas de las más frecuentes, que han recrudecido en tiempos de pandemia.
Construcción de "nosotros". Cada uno, a la hora de construir una relación amorosa, llega con su propio esquema de conceptos y matrices de aprendizaje por lo que se comienza a trabajar y construir juntos el "nosotros" es decir la cultura propia de la pareja.
Una pareja sana siempre se compone del "yo" y del "tú", que son los proyectos personales que nos diferencian; y del "nosotros", los planes compartidos. Si sólo se tiene el "yo" y el "tú", se trata de buenos socios. Y si es puro "nosotros", esa pareja está simbiotizada, no hay diferencias que los enriquezca. Por lo tanto es fundamental que en la pareja exista el "yo/tu" y el "nosotros" recíprocamente para el equilibrio entre los deseos personales y los deseos de la pareja en conjunto.
A raíz de la pandemia se han visto dos realidades muy diferentes. En el caso de los matrimonios con hijos, el "nosotros" como pareja se amplió al "nosotros" como familia incluyendo a los hijos, lo cual no es negativo aunque es necesario que la cultura de a dos no desaparezca. Aunque estemos encerrados en casa siempre debemos destinar un espacio en nuestra agenda y en nuestras prioridades para disfrutar con la pareja de los pasatiempos de disfrute, de una charla extensa, de expresarse y sincerarse en libertad tanto uno como el otro.
La otra realidad es la de las parejas sin hijos quienes, a raíz del confinamiento, se vieron confrontados con la realidad: que no hubo ni habrá nunca un "nosotros" porque lo que los mantenía unidos no era un cimiento sólido, cada uno se dio cuenta que tenia deseos distintos e incompatibles con el otro dando como resultado a que la relación acabe.
Lucha por el poder. La pareja discute por muchas cosas en realidad, detrás de esas discusiones, se encuentra quién define la escena, quién tiene el poder. Hasta que la pareja no arme "el nosotros", donde ambos administran el poder, jugarán una pulseada emocional para ver quién tiene razón y quién no, quién manda y quién no. Esto puede resultar una verdadera tortura, que va desgastando la pareja hasta llegar a la ruptura. Aceptar la propuesta de otro es visto como un símbolo de debilidad; no tienen en cuenta que cuando uno solo busca tener la razón, se pierde la conexión y la posibilidad de enriquecer su relación saliendo más fortalecidos de la crisis.
Es importante tomarse el pulso afectivo cada día y que la pareja pueda sentarse regularmente a hablar de "cómo nos sentimos siendo parte". Así cada integrante tendrá la oportunidad de opinar y hacer una evaluación del vínculo.
Muchas veces se cree que las parejas se llevan mal "por casualidad" y se llevan bien "por casualidad" y no que hacen cosas que los hacen sentir bien y cosas que los hacen sentir mal. La verdad es que en el medio de las relaciones de pareja hay una toma de decisiones por uno mismo pero también por el otro. El reto de amar a alguien consiste en entregarse por amor al otro y su felicidad. Siempre y cuando sea un amor sano de entrega de las dos partes de lo contrario se manifiestan problemáticas como la violencia en todas sus formas y tan recurrente hoy en día.
En conclusión, debemos trabajar en el "yo". Cuando una persona se cuida, se respeta y se valora, lo más probable es que su elección de pareja sea sana. Al mismo tiempo, debemos trabajar en el "nosotros", poner en la mesa los sueños e intenciones y ponerse de acuerdo en cómo construir juntos una pareja sana y con proyección que aunque forma parte de un entorno más general tiene su espacio íntimo y de confianza.
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