La historia de una adolescente y madre que tuvo que sortear un difícil año con síntomas, internaciones y dificultades para seguir con sus estudios. Tras derivarla a esta ciudad, le diagnosticaron lupus, y debió recuperarse del Covid para entrar en cirugía de la vesícula. Un programa de educación hospitalaria le permitió seguir estudiando, ya que su preocupación es no dejar la escuela, al tiempo que cuida de su pequeña, contenida por su familia.
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La historia de una adolescente y madre que tuvo que sortear un difícil año con síntomas, internaciones y dificultades para seguir con sus estudios. Tras derivarla a esta ciudad, le diagnosticaron lupus, y debió recuperarse del Covid para entrar en cirugía de la vesícula. Un programa de educación hospitalaria le permitió seguir estudiando, ya que su preocupación es no dejar la escuela, al tiempo que cuida de su pequeña, contenida por su familia.
“Ya con el bebé, en marzo comencé con el ciclo lectivo, tuve una semana y después el día lunes, caí con el tobillo y la rodilla que se me habían hinchado, y a la tarde caí a la guardia”, recordó Elizabeth Calderón, detallando el inicio de una difícil sucesión de malestares. Entonces la internaron una semana en el hospital Gallardo del Palpalá, y al no llegar a un diagnóstico fue derivada al Hospital de Niños, al que aún le correspondía por sus catorce años. Allí le detectaron lupus en sus articulaciones, siguió un tratamiento para sacarle líquido que le permitieron normalizar el estado de sus piernas, y tras la internación pudo volver a su hogar. “Pero tuve inconvenientes con la escuela. Como ya había empezado la cuarentena yo pedía a los compañeros que me pasen los trabajos para que vuelva a realizarlos, y me dijeron que no, que siga con lo que estaba”, explicó. Es que siempre le preocupó no dejar las clases, pero sus problemas de salud no terminaron allí.
En agosto volvió a la guardia del hospital palpaleño, tenía problemas en la vesícula y páncreas, pero en el control de Covid por hisopado salió positiva, lo que retardó la operación por dos semanas, y se hizo en el Hospital de Niños. La operación se complicó y tras un estudio e internación, logró el alta, y desde entonces sigue una dieta y cuidados para que no reflote el problema. La preocupación por sus clases virtuales en el Comercial de Palpalá volvió, ya que algunos docentes no contemplaban la ausencia, pero con ayuda de una psicóloga del hospital dio cuenta de su situación de salud para que no quedara libre.
De ese modo ingresó al programa de Educación Hospitalaria siguiendo sus clases de segundo año y en el programa “Ruta crítica” de embarazo adolescente, que procura que no dejen los estudios. “Por ahí me sentía mal, pero tengo que seguir estudiando porque quiero tener un buen futuro”, afirmó Elizabeth, con tono animado, aseguró que se siente mejor y procura cuidarse en todo aspecto. Cuenta con el apoyo de sus padres y sus dos hermanos que le brindan contención a ella y a su bebé Florencia, que actualmente tiene 11 meses. Aseguró que recobró el ánimo, que por momentos decaía cuando pensó que podía quedar libre. “Era como que no querían que siga estudiando, me ponía mal porque yo quería seguir estudiando, no quedarme ningún año”, recordó Elizabeth, y ponderó la ayuda recibida por la modalidad hospitalaria, ya que más allá de la internación pudo seguir con las clases.
“A mí me resultó difícil porque este año le pasó de todo a ella, pero gracias a Dios fuimos superando todo. Primero tener a su bebé, después le detectaron lupus, y la operación”, afirmó por su parte su madre, Mónica González. Agradeció por eso la ayuda de mucha gente que aportó, como por ejemplo el sistema de Educación Hospitalaria, que luego de los 40 días de internación le permitió seguir con su educación. “Esto nos ha llevado a unirnos más aún. Estoy agradecida con todas las personas que de una u otra manera nos alentaron. Dije por esto se supera, todos unidos vamos a salir adelante y así fue”, expresó Mónica. Recordó que fueron momentos duros, en principio el embarazo que desconocían y al llevarla a una consulta por dolor de estómago, nació la bebé. Al shock le siguieron problemas de salud, que afrontaron en familia, y asumen que continuará haciéndolo con su esposo.
El lupus es tratable y hay medicación
Para conocer de la enfermedad de la que se trata, El Tribuno de Jujuy consultó al médico reumatólogo David Carrillo, quien explicó que “el lupus es una enfermedad autoinmune, es decir que tu organismo produce anticuerpos contra tú mismo organismo”. Detalló que en el caso del lupus es una enfermedad sistémica que puede tomar varios órganos, hígado, bazo, corazón, cerebro y también articulaciones.
“Es una enfermedad crónica y que la padecen más que nada las mujeres en vida hormonal activa, es decir antes de la menopausia. Es seria y tratable, debe estar en controles permanentes con su médico”, explicó Carrillo. El diagnóstico es clínico y también por laboratorio. Es que los síntomas son muy variables, porque comienzan con dolores articulares que se asemejan con artritis reumatoidea o cualquier enfermedad reumática, cuando se manifiesta en la parte articular.
También hay otros síntomas, fiebre alta, algunas alteraciones hematológicas, o alteraciones en la piel para el lupus eritematoso sistémico, que antiguamente se decía que era como la “fase del lobo” donde aparecen manchas en las mejillas. Por ello muchos comienzan consultando al dermatólogo, o si afecta las articulaciones al reumatólogo o al clínico para que evalue y derive.
La enfermedad es tratable, aunque antiguamente era más difícil, ahora hay medicación biológica que ayuda mucho, uno de ellos es con corticoides en diferentes dosis, de acuerdo a la manifestación de la enfermedad, y también se usa hidroxicloroquina. Pueden ser hematológicas, hepáticas, cardiológicas o articulares. Con tratamiento los pacientes pueden estar bien, ya que es más controlable,