Con sus pros y sus contras, el Gobierno del Frente de Todos, está mostrando algunos logros en medio del peor momento que atraviesa desde el 10 de diciembre. Ha logrado sostener una precaria calma en el mercado financiero y si bien es demasiado pronto para aventurar éxito a las medidas del ministro de Economía, el dólar paralelo se contrajo 26 pesos en una semana y aunque el riesgo país sigue trepando lentamente, la idea de no devaluar el peso se mantiene firme, desafiando a un golpe inflacionario. Políticamente, el ruido de la curiosa y hoy famosa carta de la vicepresidenta se sigue replicando en oleadas.
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Con sus pros y sus contras, el Gobierno del Frente de Todos, está mostrando algunos logros en medio del peor momento que atraviesa desde el 10 de diciembre. Ha logrado sostener una precaria calma en el mercado financiero y si bien es demasiado pronto para aventurar éxito a las medidas del ministro de Economía, el dólar paralelo se contrajo 26 pesos en una semana y aunque el riesgo país sigue trepando lentamente, la idea de no devaluar el peso se mantiene firme, desafiando a un golpe inflacionario. Políticamente, el ruido de la curiosa y hoy famosa carta de la vicepresidenta se sigue replicando en oleadas.
El presidente Alberto Ángel Fernández, en una curiosísima interpretación, entendió que los dichos de Cristina Elisabet Fernández eran de respaldo a su gobierno. Pero no pudo evitar que trascendieran desde los despachos más encumbrados de la Casa Rosada, la clara sensación de guerra declarada por parte de CFK, quien advirtió con claridad que nada tiene que ver ni con la debacle económica nacional ni con la ineficiencia que deja expuesta en el gabinete nacional. "Funcionarios que no funcionan" golpeó el mentón del Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, y fue precisamente la Vicejefa del gabinete, Cecilia Todesca, quien aumentó la sensación de knockout: "Cristina tiene razón".
También curiosamente, la señora convocó a un acuerdo nacional, y mencionó precisamente a todos los sectores con los que está enfrentada o a los que desprecia explícitamente, como los empresarios, políticos, sociales y mediáticos. Todo, lejos de contribuir a aquietar las aguas, las agitan más, o generan tan alto grado de desconfianza que cuesta creer que hayan sido las casualidades las que rodean los episodios. Para colmo, la figura de Juan Grabois, el socio más incómodo del Frente de Todos y un favorito del Vaticano, cobró una inusitada centralidad con las tomas de tierras, que terminaron en una "derrota que duele" según su propia evaluación.
Por ahora. En este caso especial, hubo una rara coincidencia: la Justicia restableció el orden y la vigencia de la propiedad privada, y la Iglesia Argentina, a través del titular de la Comisión Episcopal Argentina en la poderosa voz de Monseñor César Ojea, coincidieron en condenar las usurpaciones. Luego de la desocupación -espectacular y durísima, como todo operativo del Ministro Berni- el presidente intentó recuperar el eje y mostrarse dueño del equilibrio: "El Gobierno no promueve tomas, pero la idea de Grabois, (dar tierras a gente para que se dedique a la actividad agraria), no es descabellada". Igual, el desgaste terminó corroyendo la autoridad presidencial. ¿Tenía razón CEFK?, todo parece indicar que sí.
Curiosas formas de moverse del más alto círculo de la política nacional. El Frente de Todos, que maniobró con intensidad para desplazar a Carlos Casal de la Procuraduría General de la Nación y colocar en su reemplazo al juez Daniel Rafecas (reputado como ultraK desde que desestimó en tiempo récord aquella denuncia del malogrado fiscal Alberto Nisman en contra de Cristina de Kirchner, por encubrimiento del memorándum de Irán). Pero de pronto, su pliego pasó a los polvorientos cajones del Senado y, oh, curiosidad!, nada menos que Lilita Carrió, María Eugenia Vidal, Maximiliano Ferraro y hasta Horacio Rodríguez Larreta y Alfredo Cornejo, inician un giro copernicano a favor de negociar el desembarco de Rafecas en la jefatura de los fiscales, siempre y cuando, el que lo impulse sea el Presidente. El cambio radical -dicen- sería para empoderar a AAF y evitar que CEFK ponga en ese lugar "algo peor y más peligroso que Rafecas". Curioso y gravísimo, que la opo de golpe, se vaya a las antípodas y busque negociar por "lo menos malo". Y tampoco se sabe a cambio de qué. Sólo está claro que de una u otra forma, el kirchnerismo gobernante sería el olímpico ganador de esta pulseada y desde ya, sus propios correligionarios, dejaron fuera de la conversación a Mauricio Macri, al que sin embargo, insisten en decir que valoran y respetan.
La economía, más práctica que la política, obtuvo la aprobación del presupuesto nacional 2021. Aquí también se vio la pata de la sota de los curiosos cambios de figuritas, que, en este caso, pueden servirle a Jujuy. Vale recordar, que Gerardo Morales ya se refirió a la necesidad de que la Provincia pueda "reperfilar" la deuda estructural que arrastra y la otra más nueva, pero igualmente difícil de manejar contraida en los últimos tiempos. Tuvo buenas noticias: una del Senado y otra de la Legislatura de Jujuy. En las épocas doradas de CEFK (2007), se creó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de jubilaciones y pensiones, cuyo objetivo fue asegurar el cumplimiento de los pagos frente a la evolución de la economía y el crecimiento demográfico del país. Naturalmente, el FGS quedó sujeto a los vaivenes de tipo político, y así fue que se lo recargó de jubilaciones sin aportes de respaldo, o se vendieron acciones de su paquete, como las de Petrobras o las centrales térmicas.
Y se otorgaron préstamos a las Provincias para financiar o corregir sus déficits crónicos. Así Jujuy le debe a la Anses 864 millones de pesos, deuda contraida en el 2016 por la denominada Ley de Reparación Histórica sancionada a instancias de la gestión Macri, y que por estos días se encuentra en un paréntesis por una prórroga de los vencimientos. El GM y sus colegas, Rodríguez Larreta (Caba), Valdez (Corrientes) y Suárez (Mendoza), acordaron solicitar como prioridad el tratamiento de la ley de refinanciación de estas deudas. Pero a cambio, debieron instruir a sus diputados la aprobación sin mucha discusión del presupuesto nacional 2021, que a pesar de los dibujos evidentes, quedó convertido en Ley.
Cumplido aquello, ahora se aprobó que la Nación patee por ahora el cobro de 26 mil millones de pesos a las provincias y les dio 8 meses para negociar un plan de pagos. Carlitos Sadir, y el propio GM, por estas curiosas causalidades, deberán vérselas con Fernanda Raverta, titular de la Anses y con Lisandro Cleri, director del FGS. La pelea incluirá la tasa de interés que se pacte, que Gerardo Morales insistía en clavar en 15%, exigencia que finalmente no fue aceptada. Pero, como sea, una ley por otra, abren una curiosa oportunidad para que Jujuy mejore su stock de deuda.
Las otras deudas que Jujuy podrá refinanciar: "Cauchari" y "Bono verde". Al final, el parque solar -aunque ya funciona a pleno- no podrá pagarse solo y por ello el gobernador Gerardo Morales, obtuvo en la Legislatura la autorización para refinanciar la deuda, ya que no se logrará generar recursos suficientes para hacerle frente. En septiembre el gobierno pagó intereses por 9 millones de dólares (a una tasa de 8,6% anual). Hasta el momento ya se pagaron 63 millones de dólares en concepto de intereses, por el bono verde. "No es otra cosa que adaptarse a lo que está sucediendo, al impacto de la pandemia con las grandes consecuencias económicas", explicaría el diputado oficialista Fabián Tejerina, usando el recurrente justificativo del virus. Con las nuevas leyes más el "veranito" de la deuda con Anses, el Poder Ejecutivo provincial, a través del Ministerio de Hacienda y Finanzas, está facultado para reestructurar la deuda.
En este panorama, al comienzo del mes 11 del año, Jujuy podrá afrontar el aumento de sueldos del 28%, escalonado (12% con haberes de Octubre, 10% en Diciembre; 6% en Marzo). Es lo que la CGT y el gobierno nacional acordaron. Pero en estos días, los gremios estatales de Jujuy rodearán al Ministro Carlos Sadir, con los tapones de punta, en procura de mejorar esos guarismos