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El legado de Nelly Arrieta a la cultura de Jujuy

Especial tributo a la gran mecenas y a una de las mayores coleccionistas de arte de la República Argentina.

Sabado, 21 de noviembre de 2020 01:01

Por Leonor Calvó, académica delegada por Jujuy en la Academia Nacional de Bellas Artes y directora del Centro de Visitantes Ledesma.

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Por Leonor Calvó, académica delegada por Jujuy en la Academia Nacional de Bellas Artes y directora del Centro de Visitantes Ledesma.

Para el mundo del arte, ajeno a los negocios, la Sra. Nelly Arrieta siempre fue y será simplemente Nelly. Su sello personal y su estilo de gestión forman parte de esos signos que se perciben a primera vista, que se adivinan en aquellos detalles que nadie tiene en cuenta pero que todos disfrutan en el conjunto de un evento cultural donde se han cuidado todos los pormenores.
Ella nos deja un legado de compromiso y liderazgo, construidos desde la consciencia de saberse responsable de brindar en la medida de la suerte que tuvo en su vida. Lo dice en el prólogo del libro “Vida de mecenas” de Carmen María Ramos, publicado en 2017: “Desde joven me sentí muy responsable y obligada por la grandísima suerte que he tenido en mi vida.  Sé que Dios me ha dado todo, pero también sé, por eso mismo, que pide de mí más que de otros”.
Con esta premisa, desde muy joven participó en la vida cultural argentina sumando su esfuerzo, conocimiento y compromiso en acciones concretas, reflejadas en distintos ámbitos y acciones en el mundo del arte y la cultura.  Su particular energía y osadía impulsaron durante décadas el movimiento del  particular engranaje que da sostén y al mismo tiempo dinamiza el universo del arte argentino. 
Nelly Arrieta supo inspirar a personas y empresas a contribuir de diferentes maneras a la consolidación de instituciones culturales y proyectos. Quizás, el ejemplo más vívido de esa inspiración es la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, que presidió  desde 1977 hasta 2011.
Con bajo perfil y liderazgo indiscutido, su presencia será recordada siempre en instituciones culturales, museos, galerías, ferias, editoriales, universidades y otros centros de formación y estudio. 
Este particular sistema, que se nutre y al mismo tiempo nutre a los artistas, generando propuestas en el afán de amplificar esa onda expansiva de goce estético, de transmisión de ideas y valores que hacen mejor la vida de las personas, tiene hoy el desafío de continuar el camino iniciado por la Sra. Nelly Arrieta.
Consciente de la riqueza cultural de la provincia de Jujuy, que desde niña conoció y amó como el hogar de su infancia, puso una especial atención y dedicación en dos líneas fundamentales de acción: contribuir a la conservación y restauración del patrimonio en riesgo, y estimular el crecimiento de los artistas activos. 

PLENARIO 2004 EN JUJUY. Visita al ingenio Ledesma el 16 de abril, aparecen Fabriciano Gómez, Marcelo Olmos, Alejandro Puente, Nelly Olivera de Garrone, Franca Roux, Alda Armagni, Guillermo Roux, Cocó Brizzi, Nelly Arrieta, Pola Suárez Urtubey, Federico Ortiz, Ary Brizzi, Víctor Bonelli, Jorge Taverna Irigoyen, Marcelo D. Fernández, Mario Garrone

En 1987, gestionó ante la Fundación Taller de Restauro de Arte, TAREA, creada un año antes por la Academia Nacional de Bellas Artes, la restauración de treinta y tres obras pictóricas coloniales provenientes de la Iglesia Catedral y otros templos de de la provincia de Jujuy. De esta manera, TAREA comenzaría, en octubre de 1987, un titánico y valioso trabajo que desembocaría a fines de 1989 en la exposición “Salvando alas y halos” en el Museo Nacional de Bellas Artes, luego en el Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Caraffa” de la ciudad de la provincia de Córdoba, y finalmente, en una versión más reducida, en la Dirección de Cultura de Jujuy. 
Vale destacar que en el proceso de restauración de las obras de la Iglesia de la Santa Cruz y San Francisco de Paula, se realizaron dos hallazgos importantes. Se confirmó el nombre de Matheo Pisarro al pie de una página del libro que sostiene San Ignacio de Loyola en sus manos, y apareció el de Melchor Pérez de Holguín bajo el marco de otro cuadro. Ambos nombres aparecieron con nitidez después de efectuadas las respectivas limpiezas y el último, con faltantes derivados del corte de la tela en su borde inferior. Sin lugar a dudas, el conjunto de Ángeles Arcabuceros fue en aquel momento y continúa siendo, junto al lienzo con cuatro imágenes, las pinturas más emblemáticas que alberga la pequeña y entrañable Capilla de Uquía, tan preciada y significativa para su comunidad.
Restaurar las obras detenía en aquel momento un proceso destructivo, pero no podía preservarlas hacia el futuro. Entonces fue cuando TAREA gestionó y consiguió el apoyo de la señora Nelly Arrieta para la restauración de la capilla de Uquía, que más tarde se extendería a cubrir también los costos de las obras de la de Iglesia de Cochinoca.
En septiembre de 1995, Nelly Arrieta fue incorporada como Académica de Número de la ANBA, ocupando el sitial N° 17 , tras una sólida trayectoria de reconocimientos nacionales e internacionales para continuar aportando también desde el ámbito académico su decisión de acompañar a los artistas jujeños a través del concurso de pintores jujeños que gestionaba  desde la década del 80 en la Fundación Ingenio Ledesma, junto a las por entonces Dirección de Cultura de la provincia hasta la actualidad, sosteniendo y actualizando esta importante acción que hoy es el Premio Ledesma de Artes Visuales. 
Como académica de número, promovió el acercamiento de ANBA a la provincia de Jujuy, organizando en 2004 el plenario de académicos en nuestra provincia.  La sede de dicha reunión fue la Sala Calilegua, vivienda familiar en la que también se involucrara personalmente para lograr una restauración impecable, que valoró el trabajo notable de artesanos talladores de la localidad de Calilegua.
En 2008, al cumplir Ledesma cien años, Nelly Arrieta concretó junto a su familia la inauguración del Centro de Visitantes Ledesma, un espacio de primer nivel, equipado y dotado de personal, que a doce años de su apertura se ha convertido en referente de la cultura de la región de las Yungas. Un espacio de encuentro para la comunidad local que se perfila como eje y referencia para la implementación de programas de mejora constante de la calidad educativa de la región, y un amplificador de la cultura del trabajo como oportunidad de crecimiento.
En  septiembre de 2014 tuve oportunidad de recibir a la Sra. Nelly, a sus ochenta y seis años, en el Centro de Visitantes, en esta casa que ella creó para la comunidad que la vio crecer y fue testigo de los nacimientos de sus hijos, nietos y bisnietos. Me impactaron su claridad y su atención sobre esos detalles que parecen insignificantes pero son parte de la excelencia. Es que ella brindaba excelencia en persona.

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