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Advierten sobre el riesgo de la automedicación

En pandemia se elevó el uso de antibioticos como la azitromicina quepodría generar resistencia y efectos adversos.
Viernes, 27 de noviembre de 2020 01:01

Culminó la "Semana del uso responsable de antimicrobianos" que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 18 al 24 de noviembre. Lamentablemente Jujuy no escapa a la automedicación y al uso de antibióticos sin receta médica que en pandemia se habría agudizado. El uso indebido no solo genera resistencia sino que puede traer efectos adversos.

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Culminó la "Semana del uso responsable de antimicrobianos" que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 18 al 24 de noviembre. Lamentablemente Jujuy no escapa a la automedicación y al uso de antibióticos sin receta médica que en pandemia se habría agudizado. El uso indebido no solo genera resistencia sino que puede traer efectos adversos.

La OMS hizo un llamado a tomar mayor conciencia sobre esta problemática y a restringir el uso de antibióticos solamente para casos con indicación médica. El mensaje apunta a la población, a las autoridades sanitarias, farmacias y a la comunidad médica.

"Los antibióticos están diseñados y están apuntando a distintas patologías y tienen sus propias determinaciones y acciones de acuerdo a las áreas que afecten. Esto tiene que ver con la situación particular de cada paciente y es importante el uso racional de antibióticos que tiene que estar siempre prescrito por un médico", afirmó el infectólogo Gustavo Echenique a El Tribuno de Jujuy.

Explicó que en tiempos de pandemia se brindó atención de telemedicina donde, si bien, se puede dar una guía respecto a determinado antibiótico, de acuerdo al cuadro clínico del paciente, aclaró que siempre lo determina un médico.

Reconoció que se ve que se venden antibióticos en las farmacias desconociendo tiempos de tratamiento y dosis. "Me pasó de atender pacientes que ya vienen medicados desde la farmacia. En este tipo de situaciones en las cuales un tratamiento que dura siete días con un medicamento que se toma cada ocho horas, a veces los pacientes toman dos o tres días, o cada doce o cada seis horas, o un comprimido por día cuando la indicación es otra", explicó.

Consideró que este tipo de acciones que no van con la medicina basada en la evidencia, abona la situación de mutaciones y de cambios que pueden realizar distintos gérmenes como virus, parásitos, hongos y bacterias, ante los cuales comienzan a aparecer resistencias. "Los antibióticos o los medicamentos que están diseñados para atacar a distintos gérmenes ya no tienen la misma acción, debido a que estos gérmenes han desarrollado maneras de evitar a causa de malas indicaciones en cuanto a la duración del tratamiento y a las dosis", aclaró.

De acuerdo a la OMS, a nivel global entre un 70 y un 80% de las personas hospitalizadas por Covid-19 reciben antimicrobianos frente a la sospecha de la presencia de una infección respiratoria baja.

"En pandemia se han dado situaciones en las cuales, antibióticos que tienen acciones contra bacterias, han sido muchas veces recetados para infecciones que son de tipo virales, estamos hablando de coronavirus específicamente", dijo.

Señaló que estuvo muy en boga el uso de azitromicina y se daba pensando en algún efecto de tipo inmuno modulador, que tiene el antibiótico. Explicó que el medicamento tiene uso en otras patologías y de hecho recordó que él presentó trabajos del uso de azitromicina en leishmaniasis, que se usaba en Brasil y en Jujuy hubo buena experiencia.

"Pero en la situación de coronavirus, el inicio de un tratamiento antibacteriano en una patología de origen viral nos hace entrar en un terreno complicado porque no sabemos la acción que puede tener este antibiótico en ciertos organismos. Entonces la automedicación o el uso desmesurado de este antibiótico, sin verdadero asidero en cuanto al cuadro clínico y al diagnóstico podía ocasionar inclusive algunos problemas en los pacientes", dijo.

Y es que explicó que la azitromicina, del grupo de los macrólidos al igual que claritromicina, si bien es una droga bien tolerada en muchos pacientes, genera intolerancia gástrica, vómitos y diarrea. Por eso consideró que la automedicación no solo no cura lo que se espera sino que puede tener efectos nocivos severos como esos, que pueden descompensar a los pacientes, además de generar resistencia bacteriana.

Preocupa el uso de antibióticos en pacientes con coronavirus

De acuerdo a los reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global entre el 70 y 80% de las personas hospitalizadas por Covid-19 recibe antimicrobianos frente a la sospecha de la presencia de una infección respiratoria baja (IRB), situación que no siempre está presente ya que los reportes científicos muestran una posibilidad de coinfección, virus SarsCoV-2 y una bacteria en no más de un 6% de los casos. Esta situación podría producir la aparición y propagación acelerada de resistencia a los mismos.

“Se calcula que para el 2030 el consumo mundial de antimicrobianos aumentará un 67% y en el 2050 la resistencia antimicrobiana será una de las principales causas de muerte, superando al cáncer”. A nivel mundial en la pandemia de coronavirus se vio un aumento del consumo de antibióticos asociado a la indicación habitual frente a la neumonía cuando en realidad la coinfección “bacterias-virus” en pandemia es menor al 6% entonces allí hay una sobreprescripción de antibióticos. También a que los pacientes que se internan y están gravemente enfermos por Covid-19 sufren infecciones asociadas al cuidado de la salud al estar ventilados, con catéteres o sonda vesical, y son las que se relacionan mayoritariamente con gérmenes multirresistentes; son las infecciones intrahospitalarias que requieren un alto consumo de antibióticos de amplio espectro”, dijo Wanda Cornistein, infectóloga del Programa de Resistencia Antimicrobiana de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi).

“Un solo comprimido de cualquier antibiótico mal prescripto, sobre todo para infecciones virales respiratorias, es suficiente para que el microorganismo desarrolle los mecanismos para ser resistente a ese antibiótico”, dijo. Para Lautaro De Vedia, infectólogo del hospital Muñiz de Buenos Aires, con la pandemia la situación de la resistencia antimicrobiana empeoró por la administración innecesaria de antibióticos del equipo médico. “Cuando uno recibía a un paciente no sabía si tenía coronavirus o una neumonía bacteriana, ante la duda, particularmente en los pacientes graves, se les daba antibióticos hasta tener los resultados.

Ahora tenemos recomendaciones desde la Sadi de ser cautos, recordando lo poco frecuente de la convivencia de bacterias y virus, y que si hay que hacer un tratamiento antibiótico debe ser por períodos más breves, y en pacientes no tan graves abstenerse de suministrarlo”, dijo. Hay que dejar el antibiótico solo para casos de sospecha de coexistencia del virus Sars- CoV-2 con infección bacteriana.

El interrogatorio es clave para recetar

El infectólogo explicó que cuando los médicos diagnostican una patología y recetan un determinado tipo de antibiótico es porque tienen la sospecha de qué tipo de gérmenes están afectando a la persona y luego de un interrogatorio, pueden determinar qué acción derivar. Se trata de un acto médico, que incluye un interrogatorio al paciente; el examen físico cuando se pudiere realizar porque ahora hay telemedicina, los antecedentes, y recién la determinación del grupo de antibióticos que puede ser efectivo para el paciente.

ANTIBIÓTICO / SE CREE QUE CADA AÑO 700 MIL PERSONAS MUEREN POR RESISTENCIA

Consultado acerca de los efectos que provoca uno de los antibióticos más comercializados sin receta, como Amoxicilina o Cefalexina, sostuvo que el primero está indicado para ciertos grupos de bacterias, principalmente las que están en el sistema respiratorio, y no tienen acción contra otro grupo de gérmenes, por ejemplo, el de las infecciones urinarias. Por ello consideró que cuando hay un paciente con antecedentes de automedicación de amoxicilina, si se le receta eso es probable que no sea lo adecuado porque tendrá resistencia bacteriana y no evolucionará bien, y tendría que optar por otro.

Por otro lado, advirtió que hay un sinnúmero de reacciones adversas vinculadas a los antibióticos que incluso podría generar la muerte del paciente. Detalló que los antibióticos derivados de la penicilina pueden causar fenómenos autoinmunes, como púrpura trombocitopénicas, con el uso de bactrim, trimetoprima y sulfametoxazol puede causar anemias hemolíticas.

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