En la parada de colectivos de la Ruta 9, a la altura de un conocido boliche de capital, se encontraba Ofelia Mamaní y Augusto Solís, ambos esperando la llegada de algún remís o servicio particular para poder trasladarse a sus lugares de trabajo, ella hasta la zona céntrica y él hasta el barrio Cuyaya. Mientras tanto, en la avenida Vespucio del barrio San Pedrito, al menos tres personas aguardaban hoy, pasada las 9, la llegada de remises compartidos o algún vehículo que les hiciera precio para poder viajar. Ellos, al igual que muchos pasajeros, buscaron durante estos cinco días de paro de colectivo, otra alternativa de transporte para poder cumplir con sus responsabilidades laborales. Asimismo, hubo quienes expresaron su malestar por verse obligados a gastar dinero extra para movilizarse por diferentes motivos. En tanto, esta situación que sigue afectando a miles de jujeños, también se vio reflejada en comisarías de barrios, donde trabajadores tanto del sector público como privado, se dirigieron a tempranas horas para poder sacar el certificado que justifica la inasistencia laboral, frente a la imposibilidad de llegar a través del transporte público. Por ejemplo, en la Comisaria 46, ubicada en Alto Comedero, entre Teniente Bolzán y López, señalaron que, desde el pasado lunes, viene siendo importante la demanda de personas para realizar este trámite.
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En la parada de colectivos de la Ruta 9, a la altura de un conocido boliche de capital, se encontraba Ofelia Mamaní y Augusto Solís, ambos esperando la llegada de algún remís o servicio particular para poder trasladarse a sus lugares de trabajo, ella hasta la zona céntrica y él hasta el barrio Cuyaya. Mientras tanto, en la avenida Vespucio del barrio San Pedrito, al menos tres personas aguardaban hoy, pasada las 9, la llegada de remises compartidos o algún vehículo que les hiciera precio para poder viajar. Ellos, al igual que muchos pasajeros, buscaron durante estos cinco días de paro de colectivo, otra alternativa de transporte para poder cumplir con sus responsabilidades laborales. Asimismo, hubo quienes expresaron su malestar por verse obligados a gastar dinero extra para movilizarse por diferentes motivos. En tanto, esta situación que sigue afectando a miles de jujeños, también se vio reflejada en comisarías de barrios, donde trabajadores tanto del sector público como privado, se dirigieron a tempranas horas para poder sacar el certificado que justifica la inasistencia laboral, frente a la imposibilidad de llegar a través del transporte público. Por ejemplo, en la Comisaria 46, ubicada en Alto Comedero, entre Teniente Bolzán y López, señalaron que, desde el pasado lunes, viene siendo importante la demanda de personas para realizar este trámite.
Y es que al igual que el año pasado, cuando los trabajadores del volante pararon el servicio durante seis días, este año, la medida se agudizó. Hoy los motivos siguen siendo los mismos: deudas salariales, y en el marco de la pandemia, se vieron afectados, sobre todo, aquellos trabajadores considerados esenciales. Luego de diferentes encuentros entre empresarios, funcionarios municipales y provinciales, y representantes del gremio, el conflicto no llegó a ninguna solución, por lo que, hasta el momento, la medida de fuerza continuará hasta mañana. “Queremos volver a trabajar, pero también queremos cobrar”, fue una de las declaraciones que había expresado el titular de la Unión Tranviarios del Automotor, Sergio Lobo.
Mientras tanto, el secretario gremial Nicolás Abett, apuntó que tanto la Municipalidad y el gobierno provincial, “son los dueños de esto, nosotros solo defendemos los derechos adquiridos de los trabajadores que queremos cobrar por lo que hemos trabajado”.
Durante un recorrido, El Tribuno de Jujuy, dialogó con usuarios de diferentes puntos de la ciudad para obtener un panorama sobre esta problemática situación. Partimos desde la zona céntrica, donde se pudo ver que, a primeras horas de la mañana, el movimiento de personas era bajo y durante el medio día empezó a incrementarse. Según testimonios que pudimos recabar de comerciantes, algunos debieron optar por utilizar medios como remises y vehículos particulares, haciendo gastos imprevistos. Otros, indicaron que, el hecho de vivir en barrios de la zona centro, eligieron caminar para llegar a destino. Así las paradas de colectivos de diferentes avenidas y calles céntricas se vieron despobladas.
Sin embargo, en los barrios de la zona sur, la situación sin este servicio esencial, se volvió aún más crítica. Así lo confirmó Carlos Mendoza, quien se encontraba en avenida Forestal de Alto Comedero, “yo debo ir a trabajar de todos los días a una carnicería de la avenida Almirante Brown y si no voy es un sueldo menos en el día”, remarcó. Por su parte, una vecina calificó el panorama como “terrible” agregando que hay quienes no cuentan con dinero suficiente para utilizar un servicio particular.
Al llegar al barrio Malvinas, en avenida Mejías, una zona muy transitada, pudimos hablar con Elda Urzagasti, quien expresó que el paro de transporte le afecto de sobremanera. “No pude hacer los trámites para ir al médico y para hacer compras de remedios”, dijo.
Lo cierto es que son muchos los casos de usuarios del servicio público que, a causa de esta medida, se encuentran en un momento de incertidumbre por no poder cumplir con sus obligaciones diarias.