Con gran fervor, la feligresía católica recibió en la jornada del domingo a la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, que llegó, como cada año, a visitar a sus hijos del Ramal jujeño.
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Con gran fervor, la feligresía católica recibió en la jornada del domingo a la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, que llegó, como cada año, a visitar a sus hijos del Ramal jujeño.
Debido al tiempo de pandemia, las autoridades religiosas, dispusieron que no se realice la tradicional procesión desde el acceso sur, por lo que solicitaron a la gente que no llegara hasta la entrada a la ciudad y que aguardaran en sus lugares de residencia el paso de la Virgen. La imagen fue recibida en el sector de las vías del ferrocarril, pero esta vez, sólo en compañía de una caravana de vehículos que recorrió distintos sectores de la ciudad, anunciando la tan esperada visita.
En un trayecto que alcanzó los 18 km, las familias salieron a las veredas de sus casas que adornaron con banderines y globos con los colores papales, para aguardar la llegada de María que, en esta oportunidad, pasó derramando su bendición. Momentos de gran emotividad se vivieron durante el recorrido, con lágrimas en los ojos, los sampedreños, saludaron a la madre, a la que no pudieron visitar este año en su santuario de Río Blanco y agradecieron el gesto de padre Daniel Alberto Baca, de acercarla por distintos sectores. Al finalizar el recorrido, la imagen fue recibida por devotos que se acercaron al atrio del templo matriz, donde se ofició la santa misa.