La oportuna intervención de rescatistas independientes de la provincia le dio la posibilidad a un animal que estaba a punto de ser sacrificado pueda tener una mayor expectativa de vida. Se trata de un perrito de un año de edad del barrio El Chingo y que cuyos propietarios estaban por sacrificar cuando vieron que tenía moquillo y pensaban que ya no tendría chance de sobrevivir. Los rescatistas cuando fueron alertados por unos vecinos, se presentaron al lugar, se llevaron al canino y realizaron una consulta con otro veterinario quien les dijo que con alguna medicación determinada tenia alternativa de recuperarse. En ese sentido, los voluntarios pidieron a la comunidad la donación de ingresos para costear el tratamiento que consta de tres inyecciones diarias del medicamento Becozyn. Cada cajita incluye seis dosis y se la puede adquirir en cualquier farmacia.
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La oportuna intervención de rescatistas independientes de la provincia le dio la posibilidad a un animal que estaba a punto de ser sacrificado pueda tener una mayor expectativa de vida. Se trata de un perrito de un año de edad del barrio El Chingo y que cuyos propietarios estaban por sacrificar cuando vieron que tenía moquillo y pensaban que ya no tendría chance de sobrevivir. Los rescatistas cuando fueron alertados por unos vecinos, se presentaron al lugar, se llevaron al canino y realizaron una consulta con otro veterinario quien les dijo que con alguna medicación determinada tenia alternativa de recuperarse. En ese sentido, los voluntarios pidieron a la comunidad la donación de ingresos para costear el tratamiento que consta de tres inyecciones diarias del medicamento Becozyn. Cada cajita incluye seis dosis y se la puede adquirir en cualquier farmacia.
También necesitan la colaboración de alimento balanceado, sopa de vitina, arroz, pollo hervido y bife a la plancha. Para colaborar las personas deberán llamar al teléfono 3885 17-0060 o dirigirse a la veterinaria Génesis ubicada en Avenida Forestal del barrio Alto Comedero.
“Supuestamente el perrito era de la calle, ahora aparecieron sus dueños, pero nosotros nos vamos a hacer cargo. Tenemos casos de varios perros que, pese a que quedan con secuelas del tic que le ocasiona el moquillo, pueden vivir bien”, dijo Candela Juárez, una de las rescatistas. Señaló que este valiente perrito demuestra que quiere seguir viviendo ya que de a poco empezó a recuperar el apetito y tiene ganas de levantarse.