Ayer, vía Zoom, se realizó una conferencia de prensa con referentes del sector editorial para poner de manifiesto su descontento con la quieta del ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) que otorgó el Gobierno Nacional a diferentes sectores de trabajadores, para amortiguar el impacto económico de la pandemia.
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Ayer, vía Zoom, se realizó una conferencia de prensa con referentes del sector editorial para poner de manifiesto su descontento con la quieta del ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) que otorgó el Gobierno Nacional a diferentes sectores de trabajadores, para amortiguar el impacto económico de la pandemia.
La conferencia, reunió representantes de librerías, editoriales, autores y empresas gráficas dedicados a la impresión de libros. Así, participaron María Teresa Carbano, presidenta de la Fundación El Libro; Alejandro Vaccaro, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade); Martín Gremmelspacher, presidente de la Cámara Argentina del Libro; Rodolfo Reyna, presidente de la Cámara Argentina de Publicaciones; el Sector de Libros y Revistas de la Cámara Española de Comercios; Juan Caerlos Sacco, presidente de la Federación Argentina de Industrias Gráficas; y José Roza, presidente de la Federación Argentina de Librerías y afines; entre otros referentes del sector.
Todos se refirieron a la grave situación que ya viene teniendo la industria del libro (antes de la pandemia la producción se había reducido a la mitad), y lo que representa la suspensión del ATP dado que en el marco de esta pandemia, la venta se redujo al 5%, sobre todo después de suspenderse también la esperada Feria Internacional del Libro.
En la primera etapa del ATP, no todo el sector estaba contemplado, ya en una segunda parte sí, porque lo consideran "crítico", explicó Gremmelspacher. Esto ayudó un poco, pero al mes de octubre, el 80 por ciento del sector todavía no ha llegado ni al 80 por ciento de facturación del año pasado. En definitiva, el sector está aún empantanado. El séptimo ATP vino con cambios, y se sacó a los editoriales del grupo de los "críticos" por lo tanto no recibirán el subsidio.
Alejandro Vaccaro de la Sade expresó "esto es mucho más que un problema económico, a nosotros se nos suma el daño cultural que le hacemos al futuro del país, porque son millones y millones de libros que no se producen y no llegan a las manos de los que necesitan adquirir conocimientos". Y aclaró que si bien no es una solución, el ATP nos da oxígeno para seguir viviendo.
Reyna por su parte adhirió a las palabras anteriores y pidió a las autoridades mantener el programa hasta que nuestra situación mejore. Sacco remarcó: "Cómo se nota cuando falta un libro, este año quedó demostrado que sin un libro, la educación camina para atrás.