El presidente Alberto Fernández reafirmó ayer la intención de su Gobierno de "trabajar muy cerca" de Bolivia y consideró prioritario poner el "esfuerzo" de ambas naciones en "convertir a Latinoamérica en una unidad regional".
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El presidente Alberto Fernández reafirmó ayer la intención de su Gobierno de "trabajar muy cerca" de Bolivia y consideró prioritario poner el "esfuerzo" de ambas naciones en "convertir a Latinoamérica en una unidad regional".
"Lo que tenemos que hacer es trabajar muy juntos", afirmó el jefe de Estado a medios periodísticos en La Paz, luego de participar de la ceremonia de asunción del presidente de Bolivia, Luis Arce, y su vicepresidente, David Choquehuanca, en un acto que se desarrolló en el hemiciclo de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Fernández relató que ya conversó con Arce sobre "algunas ideas" cuando el flamante presidente boliviano visitó Buenos Aires para que ambos Estados profundicen su agenda bilateral.
"Tenemos muchas cosas en común, somos el primer y el segundo país productores de litio; el litio es la energía del futuro y tenemos mucho para hacer juntos para eso", reflexionó Fernández ante la consulta de medios locales.
La ceremonia de asunción de Arce en el Parlamento boliviano incluyó también un desfile popular en las inmediaciones y danzas autóctonas folklóricas.
Ya investidos como los nuevos gobernantes de Bolivia, Arce y Choquehuanca ofrecían a las delegaciones internacionales un almuerzo compuesto por platos de la gastronomía boliviana en la Casa Grande del Pueblo.
Luego del acto de toma de posesión, la fotografía oficial y el almuerzo, Fernández y Arce mantendrían una audiencia bilateral.
Con la participación de líderes de más de 10 países, la ceremonia fue la primera realizada en 14 años y constituye el retorno del Movimiento Al Socialismo (MAS) al poder, a un año del golpe de Estado que forzó la renuncia de Evo Morales.
Bolivia no presencia una transmisión de mando de un mandatario saliente a uno electo desde el año 2006, cuando el presidente transitorio Eduardo Rodríguez Veltzé traspasó la Presidencia a Evo Morales.
Para esta celebración, de la que la presidenta de facto saliente Jeanine Áñez decidió no participar, la Cancillería boliviana extendió cerca de 120 invitaciones a jefes de Estado y organismos internacionales.
El presidente Fernández; el rey de Espala, Felipe VI; el vicepresidente del gobierno español, Pablo Iglesias; el presidente de Colombia, Iván Duque, y el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, son algunos de los que participaron de las actividades oficiales.
Los actos de la transmisión de mando comenzaron muy temprano con la k’oa a la Pachamama en la céntrica Plaza Murillo, en La Paz. Se trata de una ancestral y colorida ceremonia religiosa.
En tanto, el presidente Fernández mantuvo por la mañana una reunión bilateral con su par de Colombia, Iván Duque, antes de la ceremonia de asunción.
El sábado mantuvo una audiencia con el Rey de España, Felipe VI, a la que también asistieron el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de ese país, Pablo Iglesias; y la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González, entre otros.
Además, el Presidente cerró su primera jornada en Bolivia con un encuentro bilateral y una cena con el vicepresidente de España, Iglesias, de la que participó también De Pedro.
Wado de Pedro cruzó a la OEA
El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro consideró en la jornada de ayer que la asunción de Luis Arce como presidente de Bolivia “le pone fin al golpe de Estado apoyado por la Organización de los Estados Americanos” (OEA). “La investidura del compañero Luis Arce significa el regreso pleno de la democracia en Bolivia, luego del golpe de Estado contra Evo Morales en octubre del año pasado”, expresó De Pedro que fue parte de la comitiva que viajó a La Paz junto al presidente Alberto Fernández para asistir a la ceremonia de jura. Para el ministro del Interior, “las falsas denuncias de irregularidades que presentaron en el año 2019 fueron una maniobra de la OEA, y su titular Luis Almagro, para concretar un golpe de Estado, como denunciaron los veedores argentinos”.
“Leales a la tradición democrática que caracteriza a la Argentina, colaboramos con la salida de Bolivia de Evo Morales y de Álvaro García Linera, los recibimos como refugiados políticos y ahora los acompañaremos en el regreso a su país”, relató. Por último, Wado De Pedro destacó que el triunfo del Movimiento Al Socialismo “es también una demostración de que en América Latina le decimos nunca más a los golpes de Estado, sean militares, blandos, judiciales o mediáticos”.