Durante la pandemia, en Pampichuela no se reportaron casos de Covid-19 y este logro que celebran los habitantes de pueblo es el resultado de la responsabilidad y esfuerzo colectivo. La primera medida que adoptaron en su momento las autoridades locales fue cerrar todos los ingresos y para asegurar el abastecimiento de verduras promocionaron las huertas familiares para autosustento. Al mismo tiempo se recuperaron prácticas de construcción utilizando adobe, piedra y madera.
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Durante la pandemia, en Pampichuela no se reportaron casos de Covid-19 y este logro que celebran los habitantes de pueblo es el resultado de la responsabilidad y esfuerzo colectivo. La primera medida que adoptaron en su momento las autoridades locales fue cerrar todos los ingresos y para asegurar el abastecimiento de verduras promocionaron las huertas familiares para autosustento. Al mismo tiempo se recuperaron prácticas de construcción utilizando adobe, piedra y madera.
Los vecinos respetaron la cuarentena, dando aviso si ingresaba alguna persona ajena al pueblo. Su actuación "fue responsable, solidaria y con gran conciencia de salud", destacó una entrega de prensa de la Comisión Municipal al sostener que por este compromiso ciudadano no hubo casos de coronavirus.
Agregó que en este periodo debieron reestructurarse varias conductas. Como la mayoría de las provisiones llegaban de Libertador y en procura de evitar la propagación del virus, se colocaron tres barreras de paso en los ingresos al Parque Nacional Calilegua, al pueblo San Francisco y al propio Pampichuela. Al mismo tiempo las autoridades restringieron la entrada y salida de personas.
También el comisionado Gustavo Arias y el secretario de Gobierno, Julio Ortuño, promovieron la creación de huertas familiares para el autosustento. Muchas de las familias de Pampichuela se dedican a la cría de ganado, por lo que esta labor les resultó novedosa, pudiendo asimismo disfrutar del sabor de la verdura recién cosechada.
"Aparte de promocionar las huertas familiares realizadas en cada hogar para lograr el autoconsumo en el periodo de pandemia, se logró conformar una huerta de la Comisión Municipal, donde colaboran mujeres del pueblo como Janet, Nilda, Alejandra entre muchas", agregó. Asimismo mencionó que la labor allí se desarrolla de "forma solidaria y secuencial para la limpieza y mantenimiento". En la huerta producen choclo, zapallo, lechuga, chaucha, papa, remolacha y zanahoria.
El cierre de los ingresos dificultó el acarreo de materiales para continuar con las construcciones planificadas. Entonces idearon rescatar "construcciones ancestrales y utilizando el recurso de la naturaleza, como ser adobe, piedra y madera, lograron realizar terminaciones de casas con bloques de adobe". Paralelamente restauraron un gran atractivo de la zona que es el Parque del Molino. Además de intervenir el sector de la molienda de granos, edificaron bancos y mesas.
“Pampa chica”
El pueblo está ubicado en las Yungas, a 85 kilómetros de la ciudad de Libertador y a 115 kilómetros de San Salvador de Jujuy. Se accede al lugar por la ruta provincial 83. Es uno de los asentamientos urbanos más antiguos de la región, destacaron las autoridades municipales al subrayar que Pampichuela es un vocablo quechua que significa “Pampa chica”. Cuenta con un destacamento policial, sala de primeros auxilios, Registro Civil, Comisión Municipal, escuela primaria y secundaria, agua potable y energía eléctrica.
La capilla, que fue construida en el año 1932, tiene por patrono a San Santiago Apóstol, cuya imagen fuera traída desde España y donada por el entonces diputado Herminio Arrieta, y como homenaje se la llevó en andas desde Libertador hasta Pampichuela.