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"A una persona con VIH no se le acaba la vida ahí, sigue"

“Con tan solo 22 años creo que mis proyectos de vida son muchísimos y estoy con la expectativa de concretarlos a todos”.
Martes, 01 de diciembre de 2020 20:47

Existen momentos en que solamente hay que saber escuchar. En primera persona este integrante del grupo "Eras" deja su testimonio y pide tomar conciencia sobre el HIV.

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Existen momentos en que solamente hay que saber escuchar. En primera persona este integrante del grupo "Eras" deja su testimonio y pide tomar conciencia sobre el HIV.

"Soy un joven de 22 años que a los 20 me diagnosticaron con VIH, actualmente estoy en tratamiento. La estoy llevando bien, estoy intransmisible. Más que nada al principio cuando me enteré fue muy devastador, más que nada en el tema personal porque estaba muy desinformado con respecto al virus.

Un 30 de noviembre cuando me estaba yendo a trabajar observé que estaban haciendo una ‘probatón’ de VIH en la ciudad de Libertador General San Martín y decidí hacérmelo. Cuando vi el resultado fue muy devastador y decidí en ese momento que iba a ir a trabajar igual. De ahí comencé con todo el procedimiento a seguir", es la presentación y relato del instante que nunca pensó vivir.

"Me afectó bastante, como que creía que toda mi vida iba a acabar en ese momento, me sentía excluido ya que si se lo contaba a alguien, tenía miedo al rechazo, a la discriminación, inclusive en la Facultad donde estuve estudiando creía que no podía contar mi diagnóstico por sufrir consecuencias".

Este no fue cualquier año, sino el de la pandemia. "En el 2020 me sentí muy afectado en el sentido de la exposición al retirar la medicación, ya que lo hacemos una vez por mes y no se nos accedía en las farmacias a que pudiéramos retirar la medicación por tres meses para tener menos exposición al Covid-19.

La verdad que al principio cuando comenzó la pandemia me sentí al igual que los primeros casos de coronavirus que empezaron a aparecer, ya que los primeros fueron los más afectados en la sociedad, algunas personas que se enteraban que tal familia contraía el virus lo primero que hacían era excluirla, vulneraban los derechos de las otras personas y lo mismo sentía yo al principio cuando me enteré de mi diagnóstico. Yo creía que las personas cuando se enteren que tengo VIH me iban a discriminar, es algo muy inexplicable y parecido a toda la discriminación que sufrieron los primeros casos de Covid-19".

El futuro

"Con tan solo 22 años creo que mis proyectos de vida son muchísimos, así como también soy estudiante, trabajo en áreas de la vida cotidiana. Tengo la esperanza de que alguna persona que diga que tiene VIH no sea discriminada, si bien tampoco somos una persona enferma ya que tenemos una infección que no nos impide absolutamente nada con respecto a lo laboral, a los estudios, a nuestro proyecto de vida y estoy con la expectativa de concretarlos a todos".

Informarnos y cuidarnos

"Como sociedad más que nada lo que deberíamos hacer es informarnos, saber que una persona con VIH no es una persona peligrosa, no portamos un arma, pero sí tenemos VIH. La ciencia está tan avanzada que hoy en día una persona que toma su medicación puede llegar a la etapa de intransmisible, lo que quiere decir que una persona con VIH puede seguir su vida normal, podemos seguir estudiando, trabajando, porque al tomar una medicación llegamos a la etapa de indetectable y tenemos las mismas expectativas de vida que una persona sin el virus.

Con respecto a los test es recomendable hacérselos cada vez que tengan una exposición de alto riesgo y tener en cuenta que hay un período ventana de al menos un mes en el que se deben volver a repetir el test para descartar toda duda y en caso de dar positivo, que no tengan miedo que sigan los protocolos, que a una persona con VIH no se le acaba la vida ahí sino que sigue. Y promover mucho el uso del preservativo que es el único anticonceptivo que evita contraer el VIH. En caso de no saber usar el preservativo estaría bueno que se acerquen, que pregunten, que no tengan vergüenza".

Todo está dicho y sigue la esperanza de que los nombres y rostros puedan aparecer cuando la sociedad aprenda a respetar al otro y ponerse en su lugar.