El 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción de María, hizo que los periqueños salieran a las calles masivamente, en procesión con imágenes de la Virgen.
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El 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción de María, hizo que los periqueños salieran a las calles masivamente, en procesión con imágenes de la Virgen.
Desde muy temprano se dirigieron a la Parroquia San José, templo ubicado frente a la plaza principal de esta ciudad.
En esta ocasión, la celebración tuvo un marcado pedido de consuelo para las víctimas por la pandemia, las oraciones para que cese la enfermedad y no haga más daño de lo que hizo, súplicas que se escuchaba de peregrinos de poblaciones vecinas que llegaron a pie, cargando las imágenes de Vírgenes, gran concurrencia de adultos mayores y de niños.
Son muchas las peticiones y promesas por cumplir, sin embargo, este año tendremos que adaptarnos a las circunstancias que este tiempo de pandemia nos propone, dijo un peregrino, que algo cansado, por la distancia caminada, se disponía a la espera de poder ingresar a la parroquia. Es que de repente, eran varias las congregaciones que llegaron con sus músicos y familiares que en fila ingresaron al templo para la misa que se celebró con una gran concurrencia.
"Hoy es un día festivo nacional, así debemos estar unidos en oración, porque esto nos hace más fuertes, hay que acercarse más a nuestras creencias religiosas, basta de celulares e indiferencia, el amor a nuestra Virgen debe estar por sobre todas las cosas, para llevar paz y tranquilidad a nuestras familias", dijo Bruno Aparicio, músico que acompañaba con su bombo.
Para destacar la gran devoción mariana de familias de Finca El Pongo, que de generación a generación supo transmitir la creencia y adoración a la Virgen, pues una imagen que data de hace 120 años, supo perdurar bajo el cuidado de las familias fieles a la Virgen Inmaculada.
PARROQUIA SAN JOSÉ/ INGRESO DE LAS IMÁGENES.
La peregrina Petrona Alarcón dijo que "hoy acompaña a las familias amigas de la finca, no es una caminata más, hay mucho dolor por lo sucedido con esta fea pandemia, pero estamos unidos y rezando por nuestros seres queridos, así como lo hicieron nuestros abuelos, porque sabe usted que, nuestra virgencita tiene 120 años, y como todos los años, venimos a la ciudad a escuchar misa y traemos a nuestros hijos y nietos, eso debe ser así, pues la iglesia es el cobijo de todos y nos va a salvar de todos los males".
Muestras de amor a la vida
La misa se celebró a las 8 con el padre Germán Maccagno. La Parroquia estaba colmada de fieles, hubo que poner sillas en la vereda, en el altar decenas de imágenes de la Virgen que llegaron en andas, acompañadas de músicos, familias de peregrinos y vecinos.
El padre Maccagno dijo que "nuestra Virgen madre nos acompaña, pero nosotros también debemos dar muestras claras de amor a la vida, sobre todo en este tiempo, defender la vida, porque la idea de que la vida empieza desde la concepción - está demostrada por la ciencia- y que la diferencia entre un recién concebido y un recién nacido son nueve meses. Hay que razonar, que está mal planteado eso de la vida o la muerte y que en realidad se trata de dos vidas: una en crisis, con problemas y dificultades y otra que está en el seno de la madre".
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