Es difícil de imaginar que Israel Elber Navia, un joven de 34 años de edad de la ciudad de Palpalá, sufrió un accidente de tránsito de tal gravedad que lo llevó a no poder hablar y caminar, cuando se lo ve desenvolverse como lo hace. Con gran disposición respondió un mensaje a esta periodista para coordinar esta nota: "Estoy adorando a mi padre celestial, cuando salga de la iglesia podemos hablar, te lo agradezco". Distendido y acompañado de su hermana Mabel, el joven relató su experiencia de vida, tras sufrir un accidente de tránsito en octubre del 2018, cuando fue atropellado por un automovilista al cruzar la calle con su motocicleta, mientras el semáforo se encontraba en verde. Cuando cedió, el conductor del auto del otro lado de la calle cruzó con luz roja, embistiéndolo. "Fue tan fuerte el accidente que se cayó la patente, después agarraron a los tipos y supuestamente están presos", recordó.
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Es difícil de imaginar que Israel Elber Navia, un joven de 34 años de edad de la ciudad de Palpalá, sufrió un accidente de tránsito de tal gravedad que lo llevó a no poder hablar y caminar, cuando se lo ve desenvolverse como lo hace. Con gran disposición respondió un mensaje a esta periodista para coordinar esta nota: "Estoy adorando a mi padre celestial, cuando salga de la iglesia podemos hablar, te lo agradezco". Distendido y acompañado de su hermana Mabel, el joven relató su experiencia de vida, tras sufrir un accidente de tránsito en octubre del 2018, cuando fue atropellado por un automovilista al cruzar la calle con su motocicleta, mientras el semáforo se encontraba en verde. Cuando cedió, el conductor del auto del otro lado de la calle cruzó con luz roja, embistiéndolo. "Fue tan fuerte el accidente que se cayó la patente, después agarraron a los tipos y supuestamente están presos", recordó.
El tiempo de internación del joven Israel Navia duró nueve meses, de los cuales seis estuvo en coma y tres le llevó la recuperación.
Para él, este trágico hecho le trajo buenos cambios a su vida, alejándolo para siempre de aquel tortuoso pasado en el que se vio atrapado en la droga y el alcohol. "El otro Israel murió, no existe" evocó el joven y sostuvo que en su vida pasada no tenía un rumbo estable. Hoy, es una persona que busca romper las barreras que no lo dejan avanzar y luchar contra lo que parece imposible. Dos veces a la semana trabaja en los baños públicos de la exterminal y los días domingos asiste a la iglesia para nutrirse de la palabra de Dios. También espera con ansias poder percibir su pensión y se encuentra realizando gestiones para obtener una vivienda propia y poder vivir junto a sus hijos.
No tenía esperanzas de vida
Su hermana contó que el parte médico de Israel indicaba que corría peligro su vida. Las lesiones eran gravísimas, más si se tiene en cuenta que el vehículo que lo atropelló circulaba a más de 100 kilómetros por hora. Estuvo internado 9 meses, de los cuales 6 estuvo en coma y 3 le llevó la recuperación. "Primero para nosotros fue difícil asimilarlo. En ese momento estábamos todos afligidos porque cuando él estaba en terapia intensiva, los médicos no nos daban una buena esperanza, nos decían que pongamos los pies sobre la tierra y que su cuadro era muy complicado", señaló su hermana.
Y es que fueron tan fuertes los golpes que recibió que destruyeron cuatro huesos de su cabeza. En tanto, debe ser intervenido quirúrgicamente con platino o titanio para proteger su cerebro.
Un joven con optimismo
Tras el difícil momento que atravesó Israel, sostuvo que son muchas las cosas que agradece, la primera estar con vida, la segunda poder asistir a la iglesia y estar junto a su familia. "Ahora me siento bien, ya puedo caminar y correr. Me olvidé de muchas cosas, pero jamás de la palabra de la biblia", dijo Israel.
Su entorno destacó que él no mira lo negativo de lo sucedido, sino que tiene una perspectiva positiva. "Admiro de él que siempre tiene una sonrisa, una alegría y trata de hacernos reír" relató Mabel y recalcó que parte de su recuperación fue gracias a la asistencia que le brindó el centro de rehabilitación Appace.
Un ejemplo de superación
Cuando se le pregunta cómo se definiría hoy, después del accidente, responde esTa frase. "Me olvidé de muchas cosas, pero nunca jamás de la palabra de la biblia, sé muchas cosas como el padre nuestro y Jehová mi pastor".
A dos años de ese accidente que le cambió la vida, Israel es un ejemplo de superación, porque logró recuperar el habla y caminar. Este incidente también fue determinante al tiempo de cambiar su modo de vida, al punto que abandonó el alcohol y las drogas que lo estaban haciendo vivir una verdadera pesadilla.