TILCARA. Con motivo de la inauguración de la sala teatral de la Red Mote, subsidiada en un 75 por ciento por el Instituto Nacional de Teatro y el Ministerio de Cultura de la Nación, visitó nuestra provincia Gustavo Ariel Uano, director del Instituto Nacional de Teatro (INT), con quien pudimos conversar sobre esta obra que "surge de un plan de infraestructura diseñado para crear espacios de teatro independiente que tuvieran perspectivas reales de sustentabilidad. En ese plan han ingresado ocho localidades del país, formando parte de una política", dijo Uano en diálogo con nuestro medio..
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TILCARA. Con motivo de la inauguración de la sala teatral de la Red Mote, subsidiada en un 75 por ciento por el Instituto Nacional de Teatro y el Ministerio de Cultura de la Nación, visitó nuestra provincia Gustavo Ariel Uano, director del Instituto Nacional de Teatro (INT), con quien pudimos conversar sobre esta obra que "surge de un plan de infraestructura diseñado para crear espacios de teatro independiente que tuvieran perspectivas reales de sustentabilidad. En ese plan han ingresado ocho localidades del país, formando parte de una política", dijo Uano en diálogo con nuestro medio..
Y explicó, "allí donde vemos que hay una comunidad organizada, apoyamos la creación de espacios independientes que no sean alquilados o cedidos como suele suceder con el teatro independiente. La casa propia da una independencia para la creación de actividades. No sólo van a llevar una propuesta más accesible de las artes escénicas, sino que van a trabajar en consonancia con políticas de contención social y de distensión social, que son fundamentales, y que cumplen una función de complemento a la que el Estado desarrolla".
Y agregó que "los beneficiarios de estas acciones son las comunidades, los vecinos, para que el teatro sea una oferta permanente y esté al alcance de todos, no sólo para cierta élite. Ese es el objetivo central, aunque este año tuvimos que reconvertir muchas de las acciones del Instituto, en lo que hubo poco de infraestructura. Tuvimos una política similar a la que desarrollaron otros organismos de asistencialismo, que no es nuestro verdadero objetivo, pero fue un año extraordinario".
Luego indicó que "la idea fue sostener la capacidad instalada del teatro en todo el país, sabiendo que lo que se brindó fueron paliativos para que no hubiera un cierre masivo de teatros, colectivos y elencos en esta que fue la crisis más dura que hemos vivido. Nuestra actividad se hace en vivo, necesita del aplauso de un espectador presente, pero debimos recurrir a herramientas que nos brinda la tecnología que nos reconvirtieron, pero que no tienen la esencia natural del teatro". Asimismo añadió que "en esas herramientas está el elemento teatral, no lo podemos negar, en la forma de creación de nuevos lenguajes, pero que no siempre alcanzan para generar emociones y texturas técnicas de este arte milenario que es el teatro. Pero debemos agradecer que nuestros creadores estén descubriendo nuevas formas de trabajo que seguirán funcionando como herramientas complementarias, que pueden dar opciones para el aumento de los espectadores, sumando a gente que no nos podría ver nunca", aseveró.
Seguidamente destacó que "una puesta en escena o un taller podía ayudar a un compañero a comprar alimentos para su familia, y el Instituto tuvo que repartir bolsones de alimentos junto al Ministerio de Desarrollo Social. Es algo muy triste pero nos obligaba la situación. La segunda etapa, ya conociendo un poco más cómo era esto de la pandemia, fue reconvertir estos apoyos en acciones que apuntaran a lo productivo y surgió el concurso de teatro en radio, el concurso de entornos virtuales para expresiones que pudieran filmarse desde el confinamiento con herramientas básicas, la serie ‘Pandemia y Teatro‘ con clases magistrales que se pudieran seguir desde distintos puntos el país".
También expresó que "al ver salas como ésta, no caben dudas de en qué se invirtió el dinero del Estado, en situaciones en que el independiente hace rendir el dinero hasta tres veces. El Instituto también estuvo comprando funciones a futuro, que se realizarán cuando los protocolos lo permitan, hemos creado una plataforma para el streaming que se llama Interactuar.gob.ar, que se realizan con el formato de gorra virtual, y generamos concursos para distintas modalidades de producción".
Nos dijo que "hoy es difícil pensar en giras, por lo que pensamos en micro recorridos con burbujas teatrales, teatro callejero y al aire libre. Todos los recursos van a estar pensados en función de la reactivación de la actividad, que va a llevar muchos meses o quizás años para recuperar. Esa es una función del Instituto. En estos días estarán disponibles las líneas de subsidios para teatristas. El daño de la pandemia afectó a todos, la rentabilidad hasta hace un mes fue cero por ocho meses, tanto en venta de tickets como los talleres". De todos modos, aseguró que "son muy pocos los espacios que han cerrado, no más de un 5 por ciento lo que para nosotros es un triunfo aunque sabemos que entre un 25 y un 30 por ciento de espacios están en una delgada línea roja. Hemos logrado amortizar mucho el impacto, son 15 o 20 que han cerrado entre una dimensión de casi 800, pero sabemos que muchos no pueden más. Hay ahora subsidios para la adecuación sanitaria de las salas, como el tema de ventilación o adaptaciones del sistema de iluminación y, dentro de una capacidad limitada, se crearon líneas de salvataje", comentó.
La nueva sala en Tilcara, fue la segunda del país en ser inaugurada en este año difícil de pandemia. El proyecto se inició en 2017 con financiamiento del INT y con la gestión de la Red de Grupos de Teatro Independiente de la Quebrada.