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En plena cuarentena, encerrado en una pequeña habitación, estudió y logró uno de los mejores promedios

Mereció el alto honor de portar la Bandera para el Ciclo Lectivo 2021 en la Escuela de Comercio José Ingenieros, turno Noche.
Domingo, 27 de diciembre de 2020 18:15

Sin celular ni conectividad, pero con el ímpetu que supera cualquier barrera, don Néstor Gonza, un jornalero jubilado de 71 años, fue capaz de desarrollar su escolaridad, durante este tiempo de pandemia y luego de lograr uno de los mejores promedios, es el flamante abanderado del Turno Noche de la escuela de Comercio Dr. José Ingenieros de esta ciudad, donde cursa el secundario. Este humilde alumno, no sólo llegó a la meta, sino que lo hizo con los honores que merecen aquellos que honran su misión de estudiar y en un sentido acto de colación, fue nombrado abanderado y recibió simbólicamente por el protocolo establecido, pero con gran orgullo, la Bandera de la Libertad Civil.

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Sin celular ni conectividad, pero con el ímpetu que supera cualquier barrera, don Néstor Gonza, un jornalero jubilado de 71 años, fue capaz de desarrollar su escolaridad, durante este tiempo de pandemia y luego de lograr uno de los mejores promedios, es el flamante abanderado del Turno Noche de la escuela de Comercio Dr. José Ingenieros de esta ciudad, donde cursa el secundario. Este humilde alumno, no sólo llegó a la meta, sino que lo hizo con los honores que merecen aquellos que honran su misión de estudiar y en un sentido acto de colación, fue nombrado abanderado y recibió simbólicamente por el protocolo establecido, pero con gran orgullo, la Bandera de la Libertad Civil.

Para hablar de la historia de don Néstor Gonza, fue necesario sumergirse en ese espacio donde transcurren sus días, un mundo pequeño que se reduce a una habitación de 3 x 4 mts, que alquila en un sector del barrio Centro. Una cama, una mesa para estudiar, otra para poner su vieja valija de madera, otra de menor porte donde tiene sus utensilios, un banquito de plástico, y un improvisado guardarropa en el ángulo de las paredes. Ese es todo su mundo, y allí tiene todo lo que necesita para concretar sus sueños, allí con la humildad de un grande y con gran alegría, recibió a El Tribuno de Jujuy, para juntos, desandar un tiempo que se fue. 

Nada fue fácil en la vida de don Néstor, este jubilado de 71 años que, desde niño, vivió grandes privaciones económicas, que le impidieron estudiar, porque debía dedicarse a las labores del campo para ayudar a su familia en el sustento diario. El surco, las cañas, la maloja, y tantas otras tareas se entremezclan con el deseo que siempre guardó en su alma, el de aprender, como tantos niños y jóvenes lo hacían, estudiar, ir a una escuela, algo demasiado imposible para sus cortos años e inalcanzable para su juventud. Con el paso del tiempo, su madre enfermó y dejó todo para cuidarla con gran devoción, se ocupó de la casa, de los trámites, y fue víctima de situaciones injustas a causa de su desconocimiento en tantos aspectos de la vida, entre ellos, el no saber leer ni escribir. Al morir su madre, y verse sólo en el mundo, pensó que había llegado el momento de saldar esa deuda tan postergada en el tiempo. Decidió entonces, emprender hace algunos años, el camino del saber cursando la escolaridad primaria en la escuela para adultos Juana Manso, que le ayudó a descubrir ese mundo nuevo que tanto anhelaba transitar. Pero nuevos desafíos aparecieron en su vida y decidió proseguir los estudios secundarios, inscribiéndose en el turno noche de la escuela de Comercio “Dr. José Ingenieros”. Otra nueva página del libro de su historia comenzaba a escribirse, comenzó un camino de grandes sacrificios para llegar a la meta. Un tiempo de horas interminables de estudio para salir adelante, cumpliendo con cada una de las asignaturas de su tiempo de estudiante, sorteando muchas dificultades.

 

Estudiar en plena cuarentena sin recursos tecnológicos

Pero este año 2020, fue diferente, entre la pandemia, el cierre de las escuelas y el arribo a la enseñanza virtual, ¿Cómo seguir cumpliendo sin contar con los recursos necesarios, sin internet ni wifi, ni celular, ni computadora?... Pero como en todas estas historias en las que priman los valores de la solidaridad, sacrificio, voluntad y sueños por cumplir, aparecen manos y corazones que se suman a esos anhelos. Y don Néstor, tuvo esa suerte de que un alma generosa lo acompañara en esta “empresa” de hacer posible lo imposible. Desatada esta triste realidad del aislamiento, pudo seguir con sus labores de estudiante gracias al apoyo de Cristina Suffán, secretaria de la escuela, quien sabedora de las limitaciones tecnológicas de este alumno tan especial, asumió el compromiso de llevar las tareas hasta la casa de don Néstor para que pudiera estudiar, considerando que, por la edad, es una persona de riesgo.

Por su parte, la directora del establecimiento profesora Patricia Duarte, compartió con gran satisfacción, la historia de este tan particular estudiante que dio muestras de tesón y valentía, en un tiempo tan difícil que tocó transitar a lo largo de la pandemia, con esta nueva forma de enseñar y aprender, expresando que, “cuando se tienen sueños importantes en la vida, no hay barreras ni obstáculos que se interpongan”.

DON GONZA JUNTO A PATRICIA DUARTE, DIRECTORA DE LA ESCUELA.

Hoy Néstor Gonza, sigue amasando sueños, sobrellevando la vida con gran esperanza, en su pieza alquilada llena de materiales de estudio. Su mente y corazón proyectan cada día nuevos desafíos, poner todo de sí, para enfrentar con gran ahínco, este próximo ciclo lectivo y luego, iniciar una carrera terciaria, en sintonía con la psicología social. Ante la incertidumbre de lo que acontecerá este año 2021, pero con las renovadas de que todo será mejor, don Néstor Gonza, se prepara con todas las ilusiones para seguir construyendo, más allá de las dificultades, teniendo como único recurso, las ganas de superación. Con la humildad de los grandes, don Néstor Gonza, habló muy poco de sí, sólo tuvo palabras de agradecimiento para todos los que uniendo manos y voluntades lo ayudan a seguir alcanzando sus sueños. “No hay tiempo que perder, no hay que perder el tiempo, con voluntad y sacrificio se pueden lograr las cosas, mi mensaje va para los chicos, para aquellos que están en las calles y son víctimas de gente de mal vivir, les pido que vuelvan a sus hogares y estudien, a los padres, les pido que sepan perdonar y recibir a sus hijos, que les den otra oportunidad para que sean personas de bien. Con voluntad todo se puede lograr”, dijo el alumno que a los 71 años, en tiempos de pandemia, demostró que aún en medio de la tempestad, se puede luchar por los ideales.