“La herida y el cuchillo” es una zambullida al universo del teatro experimental que tiene como hilo conductor la figura del artista interdisciplinario y autodidacta Emilio García Wehbi. El director Miguel Zeballos lleva adelante un esmerado seguimiento del trabajo de este original creador, performer y dramaturgo a lo largo de los últimos cinco años recorriendo con su cámara fragmentos de sus propuestas escénicas. El filme se aleja de los caminos convencionales del documental para transformarse en un collage singular que a más allá de una semblanza o un retrato del protagonista, es un ensayo, un ejercicio de reflexión donde el cuerpo, su belleza, su poética y sus funciones, es central.
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“La herida y el cuchillo” es una zambullida al universo del teatro experimental que tiene como hilo conductor la figura del artista interdisciplinario y autodidacta Emilio García Wehbi. El director Miguel Zeballos lleva adelante un esmerado seguimiento del trabajo de este original creador, performer y dramaturgo a lo largo de los últimos cinco años recorriendo con su cámara fragmentos de sus propuestas escénicas. El filme se aleja de los caminos convencionales del documental para transformarse en un collage singular que a más allá de una semblanza o un retrato del protagonista, es un ensayo, un ejercicio de reflexión donde el cuerpo, su belleza, su poética y sus funciones, es central.
¿Qué recorrido tuvo la película?
Estuvo en abril de 2019 en el Bafici y después tuvo una función especial en agosto del año pasado en la sala “María Guerrero” del teatro Cervantes y luego hicimos otras funciones especiales en la escuela de teatro de La Plata. Fueron encuentros con mucho público y la película tuvo buena repercusión.
¿Cuál fue su percepción sobre la respuesta del público a la propuesta?
Al principio en general la recepción fue buena porque la película es sobre un director de teatro y la gente que se acercó a verla en un inicio era de ese mundo, entonces sabía con lo que se iba a encontrar y de alguna manera iba predispuesta a adentrarse en el mundo de García Wehbi. Pero después hubo funciones en donde el público no conocía su obra y entonces la película también se transformó en una invitación a conocer su trabajo.
¿Por qué eligió a Emilio García Wehbi como protagonista de su película?
Fue en el 2012 cuando yo fui a ver una obra de él que se llama “Hécuba” y salgo muy impactado y decidí hacer la película. Este recorrido duro cerca de 6 años de rodaje durante los cuales registramos más de 10 de sus espectáculos.
¿Durante todo este proceso que fue lo que más le sorprendió?
Los primeros años, estuve como a la deriva, como suele ser en este tipo de documentales, porque no sabés bien hacia dónde va la película. Decidí no hacer entrevistas a cámara, ni recurrir a material de archivo, no quería caer en los lugares comunes del documental, así que fue como una constante búsqueda de años y recién en la última etapa yo empiezo a encontrar algo y empiezo a ensayar sobre el cuerpo, sobre el fragmento, sobre el cuerpo fragmentado, empiezo a recortar con la mirada esa realidad que se iba imponiendo y empiezo a encontrar algo y a sorprenderme del material que tenía y eso es lo que termina de cerrar la película.
¿Cómo definirla su propuesta?
Me parece que en principio la película tiene la intención de ser un documental que indefectiblemente es un retrato y la biografía de un artista, el recorte de un artista y se termina convirtiendo en un ensayo sobre el cuerpo, así yo lo definiría, eso es lo que remarcaría porque es ahí donde hay algo excepcional.
¿Cómo tomó García Wehbi la idea de hacer el documental?
Él siempre se mostró muy decidido y generoso, desde la primera vez que nos juntamos. Incluso en un principio cuando era muy vaga mi intención sobre el recorrido de la película. Fue tan extenso el proceso que yo tenía en un principio la idea de hacer un documental con el registre su proceso creativo, de su trabajo. Él es un artista muy prolífico, hace dos o tres espectáculos por año, entonces mi intención era estar con la cámara tratando de tomar cierta distancia, tratando de ser respetuoso de tu trabajo porque tiene una intensidad bastante fuerte, la preparación de sus espectáculos es bastante especial, lleva muchos días y cuando se estrena, el carácter de las performances tienen algo de efímero, de algo que sucede una sola vez, entonces hay que estar como muy atento y ser muy respetuoso del trabajo del otro. Eso es lo que intente hacer y él aceptó enseguida y cada tanto me pasaba su agenda para que yo pudiera organizarme con mi equipo, fuimos tres o cuatro personas que lo seguíamos a todos lados.
¿Él ya vio la película? ¿Cuál es su opinión?
Le gusta, la vio varias veces incluso la acompañó en todas las proyecciones que hubo, en el Bafici, en el Cervantes, en La Plata. Además, la comentamos en privado y tiene observaciones muy elogiosos porque se sorprende de mi acercamiento ya que mientras trabajamos estábamos de cierta manera distantes y él ve en la película una cercanía tal sobre su mundo que le genera cierto asombro.
¿Qué sensaciones le deja este estreno virtual?
Es algo que fui asumiendo los últimos meses. Es una película que disfrutamos mucho cuando la vimos en sala, porque es un trabajo muy potente y está terminada técnicamente para el cine, tiene un gran trabajo desde el sonido, el color, la fotografía, la música, todos los rubros, está muy bien armada y todo esto se aprecia mucho cuando no la ve en una sala acondicionada para tal fin. En los últimos meses tuvimos que asumir que ese mundo no iba a estar más, por lo menos por ahora y entonces se planteó esta posibilidad de estreno. Y antes hicimos un streaming que duró 45 días y a la película la vieron más de 3000 personas en su casa y los comentarios fueron súper positivos, lo que fue muy gratificante. Y ahí comencé a entender que por ahí no estaba tan mal tomar esta posibilidad, que se vea en la plataforma digital. Y que se vea en la televisión es para mí un evento en sí mismo porque mis películas no se suelen ver en TV, son materiales que trabajan con cosas muy íntimas, que abordan que abordan el cine de lo experimental.
En esta época de pandemia ¿pudo seguir trabajando? ¿Tiene algún proyecto?
Aproveché para escribir que es lo que hicieron muchos colegas con los que me fui encontrando. Después avancé mucho con algunos proyectos, aproveché para sacar cosas que tenía por concluir. Estoy terminando de escribir dos películas, una sobre el escritor francés Jean Genet que transcurre entre Francia y Argentina y otra más avanzada que se llama “Los caminos abandonados”, la idea es hacerla con Vera Spinetta y Diego Velázquez. Mis obras de teatro también avanzaron bastante. Así que la última etapa de la pandemia fue bastante productiva.