Y pudieron volver a juntarse para ensayar en el Día del Teatro Nacional, celebrado el lunes pasado, pero las ganas, el entusiasmo y los textos aprendidos estaban y esperaban una luz.
inicia sesión o regístrate.
Y pudieron volver a juntarse para ensayar en el Día del Teatro Nacional, celebrado el lunes pasado, pero las ganas, el entusiasmo y los textos aprendidos estaban y esperaban una luz.
Rubén "Chuña" Iriarte, dueño del Teatro El Pasillo, expresó su emoción, y llamó a cumplir con los debidos protocolos.
Esa luz llegó y esta noche se repone la obra "Por la vía rápida", del grupo Uyartí.
Juan Albesa es el protagonista y Roberto Cruz su director, la cita es esta noche y mañana a las 21.30 en el Teatro El Pasillo (José de la Iglesia 1190).
Las funciones pueden realizarse siguiendo un estricto protocolo, como es reservar las entradas (que son limitadas) llamando a los teléfonos 154329103 (Teatro El Pasillo), 154172795 (Roberto Cruz), o 156011380. Los asistentes deben concurrir con barbijo.
La obra se estrenó en enero de este año, fue escrita por los autores cordobeses Adrián Savino y Fernando Berretta, y gira en torno a la figura del boxeador Julio "El Mostro" Márquez.
Está basada en el cuento "El Torito" de Julio Cortazar sobre el boxeador Justo Suárez.
Más allá de la reposición y el anuncio de una nueva función, la noticia hoy es que se habilita una sala independiente, después de nueve meses de estar cerrada, para una puesta presencial.
Conversamos con los artistas para conocer detalles de su preparación para este regreso.
Juan Albesa, el protagonista de esta obra, contó que transcurrió su cuarentena "absolutamente guardado, saliendo sólo a comprar lo indispensable, porque a pesar de tener 30 años, tenía que cuidar a mi familia". Y continuó, "la sensación de volver es linda y bastante extraña, ahora que hemos repasado un poco el escenario", dice. "Veníamos ensayando, pero no veníamos al teatro, a este espacio. Es una alegría mezclada con los nervios de volver a largar, pero ésta es nuestra casa, así nos lo hace sentir el "Chuña" (Rubén Iriarte, dueño de la sala)".
El director, Roberto Cruz, comentó que su decisión ante la pandemia fue "con todo el dolor del alma, y las ganas de estar en un escenario, me quedé los nueve meses en casa, salimos recién el domingo a Purmamarca para ensayar, justo el día del temblor, y pese a los nervios de este movimiento estaba la alegría de poder después de este tiempo regresar al teatro", comenta emocionado.
Todo cambia con los protocolos que se deben seguir para poder llevar adelante espectáculos presenciales en las salas independientes, y los artistas se adaptan por amor a lo que hacen.
Se debe mantener el distanciamiento, se debe implementar el uso del barbijo, la desinfección. "Los de teatro somos pasionales y nos gusta compartir pero ésta es una nueva modalidad, y hay que adaptarse", dice Albesa.
Rubén "Chuña" Iriarte", el dueño de Teatro El Pasillo, habló se la alegría de poder abrir nuevamente las puertas de su escenario, ese que soño durante toda su vida, y que construyó finalmente en su propia casa. "Fueron nueve meses con el teatro cerrado. Y aunque seguimos atravesando esta situación, estamos volviendo. Todo lo que pasó fue muy difícil. Impensado esto de no poder hacer nada desde el 13 de marzo. Con el miedo que esto genera a los más grandes como nosotros, nos complica mucho, desestabiliza porque no sabemos hasta qué punto las cosas son ciertas y graves, y de repente estamos en un campo minado, y empieza a caer gente amiga, algunos se nos van, y todo se hace difícil", narra. "Pero el teatro está acostumbrado a eso. A resistir, aguantar. Igual se siguió trabajando en proyectos que ya teníamos, a punto de estrenar. Y hoy, afortunadamente hemos retomado la actividad presencial para esta reposición de "La Via Rapida", dice.
Cabe mencionar que por ejemplo los baños no están habilitados, y que de una capacidad de 120 butacas sólo se podrán utilizar 25 en el teatro El Pasillo. Al ingresar se tomará la temperatura de los asistentes y se deberán desinfectar las manos,
"Afortunadamente el teatro tiene esto de que en una hora se termina todo, esa es una ventaja, pero hay que tener cuidado", concluyó.
Gustavo Ramírez es el asistente técnico de la sala y también comentó que muchas formas de trabajar debieron cambiarse. "Todo fue surrealista para los que hacemos teatro. La cuarentena estricta nos agarró preparando una función, creyendo que iban a ser 15 días, y al final, recién estamos volviendo. Pasó mucho tiempo de estar parados. Estamos viendo cómo hacemos.
La sala reduce su capacidad, hay protocolos para los montajes, no podemos estar con el elenco, probando las luces, sino sólo con el director", detalla.
Pero sin dudas, todos y cada uno de los que forman el elenco, ponen la mejor voluntad. El objetivo se cumple hoy, volver a las tablas, de la forma en que se puede, ya habrá tiempo de recuperar otros hábitos.
La historia de esta obra es la de este boxeador de los años '30, que fue el primer ídolo del boxeo del país, es el hermano número 15 de una familia de 25 hermanos; quien lo descubre es José Lectoure y llega a pelear en Estados Unidos en el Madison Square Garden.