En un año que representó un gran desafío por la pandemia, particularmente, para quienes tienen la responsabilidad de llevar adelante las industrias declaradas actividades esenciales, el ingenio Río Grande de La Mendieta alcanzó una de las cifras récord, llegando a producir más de 90.000 toneladas de azúcar equivalente, 73.000 toneladas de azúcar físico y más de 18.000.000 de litros de alcohol. Pero sin lugar a dudas, el logro más reconfortante para los directivos y administrador fue que merced al cumplimiento estricto del protocolo sanitario, no hubo que lamentar ninguna fatalidad con los trabajadores activos de la empresa. Por otro lado, fue importante el hecho de que el ingenio no haya parado durante la pandemia, lo que hubiese significado un desastre social en la localidad, y por fortuna, durante la pandemia continuaron trabajando y pagando los salarios todos los meses, generando el movimiento económico de la región.
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En un año que representó un gran desafío por la pandemia, particularmente, para quienes tienen la responsabilidad de llevar adelante las industrias declaradas actividades esenciales, el ingenio Río Grande de La Mendieta alcanzó una de las cifras récord, llegando a producir más de 90.000 toneladas de azúcar equivalente, 73.000 toneladas de azúcar físico y más de 18.000.000 de litros de alcohol. Pero sin lugar a dudas, el logro más reconfortante para los directivos y administrador fue que merced al cumplimiento estricto del protocolo sanitario, no hubo que lamentar ninguna fatalidad con los trabajadores activos de la empresa. Por otro lado, fue importante el hecho de que el ingenio no haya parado durante la pandemia, lo que hubiese significado un desastre social en la localidad, y por fortuna, durante la pandemia continuaron trabajando y pagando los salarios todos los meses, generando el movimiento económico de la región.
En una entrevista con nuestro diario, el administrador general, ingeniero Ricardo Sánchez Riera, sostuvo que iniciar y concluir la molienda de este año fue todo un desafío, en medio de una situación totalmente inédita, anómala, para todos, no sólo como trabajadores de una empresa sino como habitantes de nuestras ciudades. "Esto nos ha puesto en una situación sumamente difícil para llevar a cabo las actividades productivas, nos hemos enfrentado a diversas situaciones que nadie conocía, para ello, tuvimos que participar con personas idóneas del sector médico, de seguridad industrial, para hacer los protocolos sanitarios correspondientes y poder manejarnos dentro de la empresa y producir. Todo se tuvo que hacer sobre la marcha.
Acotó que, tomando las medidas preventivas, se procedió al retiro de todo el personal de más de 60 años y a aquellos que tenían alguna enfermedad prevalente, previa y que otro de los desafíos fue la sustitución de la gente que estaba afuera, o el tener que sortear la ausencia de supervisores, de jefes que se contagiaron de Covid, ha sido toda una situación compleja. Manifestó que, durante la zafra, no detectaron infecciones dentro del ingenio, pero tuvieron más de 30 personas en cuarentena por contactos en el ámbito familiar que han sido los contagios más habituales.
En cuanto al tema de los proveedores, indicó que fue una de las grandes dificultades que tuvieron que enfrentar, debido a la falta de repuestos para alguna máquina cosechadora y tuvieron que acudir a repuestos sustitutivos que había en Jujuy, que no eran los más adecuados, pero les permitieron salir del paso. Otra de las instancias preocupantes tuvo que ver con la necesidad de hacer traer gente especializada desde otra provincia para el mantenimiento de los equipos, para lo cual hubo que hacer toda una gestión involucrando, inclusive, el aislamiento de esa persona y del espacio físico donde iba a trabajar.
"Me considero orgulloso de haberla terminado en estas condiciones, conseguimos hacer una de las zafras más importantes del ingenio, que está dentro de las tres más grandes que tuvo el ingenio, con una producción superior a las 90 mil toneladas de azúcar equivalente, una producción superior a las 73 mil toneladas de azúcar físico y más de 18 millones de litros de alcohol, que para nosotros son los valores más altos que se pueden aspirar dada la estructura fabril como de campo, para lo cual está adecuado todo el funcionamiento de la empresa", subrayó Sánchez Riera.
"Estamos contentos de haber podido culminar la zafra sin haber tenido que parar, sin tener alguna circunstancia de emergencia y ahora viene otra etapa, preparar el ingenio y el campo para la zafra que viene. Este fue nuestro desempeño en este difícil año, que ha sido todo un desafío desde donde se lo mire y con el corazón bastante estrujado por todo lo que está pasando, por todas las víctimas que ha habido por esta pandemia, gente amiga, conocida que ha sufrido. Que Dios nos ampare y podamos seguir en una senda razonable en el futuro. Ha sido muy desafiante ese proceso y lamentablemente, vamos a seguir en este cuidado porque esto no se ha terminado, nos toca seguir con mucho empeño el control y la responsabilidad sanitaria", dijo tras resaltar que esta pandemia "nos obligó a adecuarnos a otra forma de vida y de trabajo, algunos a través de los sistemas virtuales. Y sin lugar a dudas, esta pandemia ha generado un cambio y muchos de algunos aspectos no van a tener retorno y fue necesario adaptarnos para seguir adelante".