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Ariel Llampa hace 9 años que está desaparecido

El joven quiaqueño de 17 años asistió una fiesta religiosa en el otro lado de la frontera, y nunca más se supo de él.
Miércoles, 09 de diciembre de 2020 01:01

Ariel Llampa, joven quiaqueño de tan solo 17 años, salió de su hogar el 8 de diciembre de 2011 muy temprano, para dirigirse junto a seis compañeros de estudio hasta el paraje Agua Chica, al otro lado de la frontera, donde anualmente se rinden honores a la Virgen del lugar.

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Ariel Llampa, joven quiaqueño de tan solo 17 años, salió de su hogar el 8 de diciembre de 2011 muy temprano, para dirigirse junto a seis compañeros de estudio hasta el paraje Agua Chica, al otro lado de la frontera, donde anualmente se rinden honores a la Virgen del lugar.

 

A pesar del tiempo transcurrido, los padres del joven desaparecido, Ceferino Lampa y Justina Cruz jamás dejaron de buscarlo.

La familia relató por ese entonces que Ariel se despidió de su madre Justina Cruz, quien le dio las recomendaciones del caso.

 

Otros parientes horas después también llegaron hasta el lugar mencionado, sin imaginar lo que hasta la fecha es todo un misterio, la desaparición del por entonces adolescente.

Según testigos, Llampa recorrió el lugar, participó de la misa y bendición. Luego fue visto por última vez alrededor de las 11, se encontraba dialogando con una compañera de escuela.

Al llegar la noche y no volver a su casa, sus padres decidieron radicar la denuncia en la Seccional 17°. El oficial de turno se negó a recepcionarla.

Por sus propios medios la familia regresó a buscarlo y no pudo hallarlo. Al día siguiente la historia se repitió, después de casi 48 horas recién se dispuso que un móvil policial vaya hacia Agua Chica.

Los acompañantes de Ariel, otros jóvenes de su entorno y compañeros de la Escuela de Comercio 1, tenían el celular y otras pertenencias del desaparecido. Solamente se les tomó testimonio y nunca explicaron de por qué si fueron todos juntos, Llampa no regresó con ellos.

Una luz de esperanza para conocer su paradero se encendió el 24 de diciembre de 2011: en su cuenta de Facebook, Ariel Llampa habría escrito dos mensajes, en los cuales inculpaba a dos de sus compañeros. "Joel e Isaac son los peores amigos que tuve, esto no va a quedar así y van a ser condenados", dice uno de ellos. Otro ruega por su rescate: "Llevo casi un mes en lo que mis amigos me vendieron como un objeto, pido ayuda para volver con quienes más amo". Nunca se supo desde qué lugar podría haber escrito esos mensajes.

Después de cuatro meses de la última vez que fue visto el joven, la jueza de Menores Pilar Medina llegó hasta La Quiaca a fin de indagar a los testigos y quienes durante esa jornada estuvieron con Ariel.

Recién tiempo después, por presión de los medios y familia, hubo un expediente judicial, además de que la causa también tenga participación de la Justicia Federal.

Los jóvenes estaba asesorados por letrados y como eran menores de edad, poco o nada aportaron a la causa, se escudaron en que no estaban obligados a declarar, porque jamás hubo una acusación formal contra ellos.

Quizás la historia sería otra, si desde un primer momento todos eran llamados a declarar y especialmente dar cuenta del por qué tenían las pertenencias del desaparecido.

La Seccional 17° tardó varios días antes de iniciar la búsqueda del adolescente, esperó hasta que la comunidad y familiares marcharan hasta la comisaría para recién tener una participación activa en los hechos.

Las fuerzas bolivianas se movilizaron ante la constante requisitoria por parte de las autoridades argentinas, mientras ya habían transcurrido dos meses de su desaparición, pero nunca lo encontraron.

 

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