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Solidaridad tanto dentro como fuera de una ong

Sabado, 15 de febrero de 2020 01:04

La solidaridad es una palabra que cada vez toma más relevancia porque las organizaciones, fundaciones, asociaciones, grupos de la iglesia, etc., se han ido incrementando llegando a ocupar diversos espacios que posee nuestra sociedad, y mediante su accionar hacen que esta palabra se use cada vez más.

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La solidaridad es una palabra que cada vez toma más relevancia porque las organizaciones, fundaciones, asociaciones, grupos de la iglesia, etc., se han ido incrementando llegando a ocupar diversos espacios que posee nuestra sociedad, y mediante su accionar hacen que esta palabra se use cada vez más.

Ante problemas, hay personas que intentan solucionarlo con acciones concretas que nacen de ellos mismos y que siempre se vuelcan a darle participación al resto de la sociedad que también se involucra y aporta lo suyo brindando ese granito de arena que tanto suma, que crece y se convierte en una enorme montaña de ayuda que le da alivio a ese que sufre.

Estos voluntarios, pasivos o activos, que ponen mano de obra o dinero, u otras donaciones, creen que haciendo esto la sociedad puede cambiar y de forma constante tratan de llevar a más personas para que jueguen en este equipo, el de la solidaridad, el del amor, el de los valores. Una de las formas de incorporar a más adeptos es mostrando lo que hacen, haciendo publicaciones tras un evento o una entrega de donaciones, por ejemplo, y así llegan a una gran cantidad de personas.

El potente alcance de las redes sociales facilita esto y le da un alcance masivo logrando que cada vez sean más los usuarios que vean lo que hacen los voluntarios.

Además de realizar estas acciones que se van transmitiendo de unos a otros, los voluntarios en su día a día también adoptan una postura que en todo momento incluye a la solidaridad, ven la vida desde ahí, pensando en los demás. Aunque nunca se debe descuidar a uno mismo, y a la realidad que atraviesa cada uno, porque si no estamos bien, es difícil ayudar.

Estas otras acciones que no se realizan dentro de una ong sino en el día a día pueden ser vivenciadas y ejercidas por otras personas que nunca han asistido a una institución que realiza acciones humanitarias. Es que si todos incorporamos esta forma de pensar podríamos avanzar como sociedad, vivir con más armonía, paz y en una sociedad más justa.

La solidaridad es uno de los tantos valores positivos que puede tener una persona y nos sirve para ser buenas personas, claro que debe estar acompañada por otros como ser el respeto, la responsabilidad, la cordialidad, etc. Pero generalmente alguien que es solidario de corazón ya de por sí también lleva dentro otros valores porque la solidaridad es transversal.

Pensar en el otro, ayudar a quienes más nos necesitan, sentir empatía no es algo de otro mundo, no es algo de algunos y los que adoptaron una forma de vida a partir de eso no son raros ni diferentes, es que todos tenemos esos valores dentro, quizás algunos más dormidos que otros pero cada ser humano lo posee y hasta los animales.

El tema es que no todos lo emplean porque eligen otro camino, en contrario, el de los antivalores, el del egoísmo y la maldad. A muchos situaciones de la vida los marcaron tanto que eligieron eso o se toparon con personas que le transmitieron eso. Porque así como las buenas enseñanzas, los buenos hábitos van traspasando de unos a otros, lo malo también se transmite. Y uno aprende porque cree que es la mejor alternativa, ser malas personas con los demás. O la vida los golpeó tanto que piensan que solamente existe gente mala en la sociedad y por ende, así también deben ser ellos.

Pero ese camino nunca es el mejor, lo bueno y lo malo que uno hace siempre vuelve, tarde o temprano. La vida nos da oportunidades para cambiar nuestra forma de relacionarnos con el otro y hay que aprovechar esas oportunidades para ser una mejor persona. Porque todos nos equivocamos, cometemos errores de forma frecuente, pero si encaramos la vida con una perspectiva más humanitaria, solidaria y empática será mucho más fácil que atraigamos hacia nosotros lo bueno, el éxito.

Para concluir voy a remarcar que no por ser miembro de una fundación, grupo de la iglesia u organización social solamente sos una persona solidaria que piensa en los demás, podés serlo sin participar en esos espacios.

Mirando al costado, a quienes te rodean, dando una mano cuando puedas y en tu día a día levantar la bandera de la paz, de la justicia y los valores.