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Desigualdad desde la niñez con juguetes y vestimentas

Jueves, 20 de febrero de 2020 01:01

Verónica Camacho, psicóloga y docente de la Diplomatura en Violencia de Género, Derechos y Movimientos de Mujeres que se dicta en la Universidad Nacional de Jujuy, analizó la brecha que existe en el hombre y la mujer en lo laboral y social que inicia desde el nacimiento y continúa en la crianza, aseguró.

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Verónica Camacho, psicóloga y docente de la Diplomatura en Violencia de Género, Derechos y Movimientos de Mujeres que se dicta en la Universidad Nacional de Jujuy, analizó la brecha que existe en el hombre y la mujer en lo laboral y social que inicia desde el nacimiento y continúa en la crianza, aseguró.

"Tenemos que empezar a dejar las diferencias de género, hay una crianza particular, una cantidad de elementos, cualidades y conductas propuestas para niños y niñas. Así por ejemplo, hay ideales para niños que son muy ingenuos pero que se dan desde el nacimiento cuando se le regala, por ejemplo, la camiseta del club de fútbol y mientras tanto a la niña un par de aros. Ahí ya hay una cualidad que se asigna, a uno el deporte, la fuerza y la acción, y a la nena la belleza, lo íntimo y que quede linda. Cuestiones que son ingenuas de quien lo hace pero si no lo analiza no puede ver esa diferencia de género que se da desde la crianza", sostuvo Camacho en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Siguió diciendo que "en la crianza se establecen modelos y formas de ser para los otros y para nosotros mismos, cómo nos miramos en lo masculino y en lo femenino. Nos planteamos qué es ser una mujer y qué es ser un hombre".

Indicó que esta diferenciación se observa también en los patios de las escuelas donde se ven grupos de varones jugando al fútbol en la mayor parte del espacio y un sector más reducido para las nenas.

Rol social impuesto

"A las chicas se les permite juegos que están muy ligados a la casa con cocinitas, el bebote, muñecas, casitas, etc., todo enlazado a lo privado, y eso involucra el reino del cuidado, lo que hace una mamá. Desde que es pequeña la niña mediante juegos va forjando ese rol social del ideal social que se espera de ella cuando sea grande", añadió.

En ese sentido explicó que "mientras tanto en el varón aparece el fútbol, los soldados, los autos, etc., se quiere que se maneje en lo externo, en lo relacionado a la fuerza y se lo prepara para el día de mañana. Se le pone ideales de lo masculino como la agresividad y la inteligencia. A la mujer se la liga al amor, y una mujer inteligente será vista como algo raro".

Se ejercen roles que desde la sociedad son asignados, "entonces cuando llegan a adultos y se hacen las elecciones de carreras se ve todo eso, en Argentina todavía hay muchos problemas para que las mujeres ingresen en mayor número a carreras de ciencias exactas como Ingeniería. Las profesiones para las mujeres que se asignan tienen que ver con el cuidado como ser maestras, psicólogas, enfermeras, empleadas domésticas, etc.", manifestó.

Al respecto señaló que en la actualidad se está intentando romper con eso y hay más mujeres que están saliendo de lo tradicional, al igual que los hombres que se observan más en carreras como psicología o enfermería, por ejemplo.

"Ahora estamos aprendiendo que eso no es natural, que es algo social que se fue construyendo y lo hemos aprendido, pero ahora vamos aprendiendo otras cosas. Que los varones pueden cuidar por ejemplo, y ahí vienen grandes discusiones porque se naturalizó tanto que se dice que ‘los hombres son así brutos’, y sin embargo pueden cuidar a sus hijos o hacer tareas domésticas", finalizó la psicóloga.

“La Dignidad” y su acción para frenar la violencia de género

“Queremos brindar libertades a las compañeras que son oprimidas”, dijeron desde el movimiento.

“Además del empeoramiento económico pretendemos que puedan practicar trabajo sin importar el género”, remarcaron.

El “Feminismo Popular y Disidente Jujuy” que trabaja en el área de género del movimiento popular “La Dignidad” desde el año pasado lleva a cabo una tarea en Jujuy ligada a la erradicación de la violencia de género “desde la idea del patriarcado como sistema global de opresiones y el capitalismo en su máxima expresión”, señalaron desde la institución. Iniciaron con actividades el año pasado mediante talleres y asambleas para discutir todas las situaciones que atraviesan las mujeres y las disidencias sexuales.

Mediante la participación de Adriana Guzmán que pertenece al “Feminismo Comunitario Antipatriarcal” de La Paz, Bolivia, llevaron a cabo un taller y charlas en la Unju y en el merendero “Trapitos” del asentamiento San Jorge. Además, debatieron sobre temas tabúes como ser el aborto, “sin necesidad de que pensemos igual sino como un debate de posturas. También pensamos que la unidad es importante por ello empezamos a participar de actividades dentro del frente Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Jujuy, por ejemplo en la organización del Encuentro Provincial de Mujeres y Disidencias del año pasado”, mencionó Daniela Jaled, referente del espacio.

En cuanto a violencia de género, María José Montaño, integrante de esa área, dijo que “en Jujuy se evidencia sobre todo cuando las mujeres tenemos que salir a pelear para obtener la comida de todos los días, encima cuando vamos en busca de laburo tenemos que aguantarnos hombres acosadores que nos hacen la entrevista y luego dar gracias que pudimos regresar vivas; porque las mujeres y disidencias somos, en los espacios más carenciados, las encargadas de los cuidados. Por eso no podemos desarrollar nuestra vida sin esta dependencia”.

“Otra cosa que no es reconocida en esta provincia y que se evidencia en muchos espacios, sobre todo en el hogar, es el trabajo doméstico. Asumir que existen tareas o trabajos “de mujeres y de hombres” es masculinizar o feminizar acciones, y estas no tienen género al igual que los colores, generalmente los trabajos “masculinizados” son mejor pagos. Esto lo evidenciamos todos los días en cada merendero, las que sostienen estos espacios son mayormente mujeres trabajadoras de la Economía Popular, uno de los sectores más precarizados del mundo laboral”, añadió. 

Prejuicios sociales

Cuando se rompe con estos paradigmas preestablecidos por la sociedad salen a la luz prejuicios como ser el relacionar al hombre que es peluquero o enfermero con la homosexualidad, afirmó la psicóloga Verónica Camacho.

Para la sociedad “el hombre tiene un concepto de ideal y la mujer es vista desde un lugar mucho más duro en el momento de juzgarla. Si un hombre cuida a los chicos se dice que es genial y un buen padre pero si una mujer lo hace se dice "y bueno, si es la madre’. Si una mujer toma aspectos que supuestamente son del otro género también se la juzga, por ejemplo cuando juega al fútbol, con el hombre pasa lo mismo, si limpia la casa”, dijo la especialista.

Asimismo, comentó que “estamos en un momento que nos permite preguntarnos por qué ocurre esto, por qué existen estos prejuicios, cuando uno abre una pregunta se empieza a mover y se empieza a dar cuenta que se encerró en posiciones que nos fueron impuestas sobre lo femenino y lo masculino. Sobre todo las mujeres que están más encerradas y es bueno que se den cuenta que el mundo es mucho más grande y que ellas pueden hacer mucho más de lo que se imaginan, y eso está a su alcance”. 

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