El carnaval ya estaba en marcha, y la lluvia seguía siendo parte del show como en la primera noche, pero la Ciudad Cultural estaba copada igual. La fiesta del sábado del Carnaval de Los Tekis 2020 comenzaba con artistas que están despuntando su carrera a nivel nacional, locales y de otros lugares, y cuando parecía que la intensidad de una impecable nueva presentación de Abel Pintos en este marco sería insuperable, le siguió un reencuentro del público jujeño con Miguel Mateos sin desperdicios.
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El carnaval ya estaba en marcha, y la lluvia seguía siendo parte del show como en la primera noche, pero la Ciudad Cultural estaba copada igual. La fiesta del sábado del Carnaval de Los Tekis 2020 comenzaba con artistas que están despuntando su carrera a nivel nacional, locales y de otros lugares, y cuando parecía que la intensidad de una impecable nueva presentación de Abel Pintos en este marco sería insuperable, le siguió un reencuentro del público jujeño con Miguel Mateos sin desperdicios.
Y promediando la noche, Los Tekis, anfitriones y gestores de este festival de nivel nacional, sumaron su espectáculo “Opuestos”, antes de que la fiesta de la Bersuit Vergarabat fuera cerrando en la madrugada.
El Carnaval de Los Tekis suma cada año más propuestas, abre la cancha a todos los estilos musicales, tanto en el escenario principal como en los espacios alternativos, que este año sumaron a los ya habituales Djs que amenizan el encuentro entre uno y otro artista, la música electrónica.
A las once de la noche, después del paso de Jujeños, Maxi Pardo, Nico Tuchi, Chule Von Wernich (la joven cantante de Buenos Aires que antes que finalice el año grabó una versión de “Hasta el otro carnaval” con Los Tekis), y los diablos del Ballet Juventud Prolongada que invadieron al público, llegó Abel Pintos, uno de los artistas más esperados de la grilla 2020.
Más de una hora y media de entrega, dieron cuenta de una experiencia única para el público. Por segundo año consecutivo, Abel deleitaba con su despliegue de canto, baile, y romance con la gente.
Comenzó con campera y con guitarra, para los dos primeros temas, y luego sólo con un conjunto blanco de pantalón y chaleco, sobre una camisa verde, su cita carnavalera iba tomando más calor. “Adivino”, “Pájaro cantor”, “Tiempo”, “Once mil”, y otros tantos hits que el público canta a la par de este artista excepcional, iban sumando al clima.
Abel parece pararse en el escenario y entregar su voz sin medida. Regala esas variaciones que salen de su canto, las despliega generosamente. Cada canción más que conocida ya a esta altura por sus seguidores, tiene en sus diferentes presentaciones (decenas en esta temporada de festivales) una nueva versión, porque juega con su instrumento (la voz) la lleva por donde se le place en el momento, y entonces la canta diferente. Pocos artistas tienen esa capacidad de hacer de sus obras una obra diferente cada vez que las interpretan.
Con “Mariposa” queda claro el juego teatral que hace también de su actuación. Su cuerpo entero, sus gestos, los ojos que le brillan cuando se encuentra con la platea, hacen que las miradas no puedan correrse de él. Y entonces en medio de tanta entrega, abre sus interminables brazos y escucha el canto de la gente. ¿Qué pasará por su piel y su mente en ese momento?... él también se cobra el cariño de la gente, y lo hace propio.
La llovizna finita acompañó su presentación todo el tiempo. Y no faltaron “Cactus”, “Asuntos pendientes”, y los temas más recientes, “Quiero cantar” y el que grabó con Los Ángeles Azules, “Y te hice llorar”. A la hora de su presentación ya tenía el sombrero carnavalero y un cambio de ropa en su haber.
Se despidió pero el bis fue muy largo incluyó varias canciones más, entre ellas su habitual homenaje a León Gieco. Tuvo palabras de elogio para esta fiesta jujeña, y manifestó su deseo de volver.
Miguel Mateos y la Bersuit
Cada artista en este escenario tiene su público. La vida de los 80’ pasaba por las canciones de Miguel Mateos, que despleg{ocon mucha energía todo su repertorio, ese que la gente conoce y canta recordando otros tiempos.
El artista fue muy generoso con su momento, mantuvo una comunicación muy fluida con la gente, y sin pelos en la lengua habló de su postura con respecto a la música del reguetón, que definió como misógina entre otras cosas. Se pronunció con respecto a la cuestión de los abusos sexuales a menores, cuando habló de su canción “Lola” y contó que nace de un caso real.
Y con cada una de sus letras tira un mensaje positivo de superación y de esperanza. Bien arriba, con “Un poco de satisfacción”, “Un gato en la ciudad”, “Extra”, “Obsesión”, y antes de un final en alto con “Tira para arriba”, muy eufórico le dijo al público: “Gracias por quedarse bajo la lluvia. ¡¡Son lo mejor que pasó en la vida!!”.
Los Tekis antecedieron a la Bersuit Vergarabat que llev{o también muchafiesta, y tuvo invitados a su presentación, como fue el caso de Manu Quieto de La Mancha de Rolando para cantar “El tiempo no para”.
Su repertorio incluyó “Perro amor explota”, “Se viene”, “La bolsa”, entre otros.
La despedida de todo fue con los locales de Coroico.