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"A mí me cambió totalmente, veo la vida de otra manera"

La historia de Elsa Cardozo quien lleva cinco años con Hepatitis C y espera un trasplante. Vive a pleno y con gran actitud
Miércoles, 05 de febrero de 2020 01:03

La aparición de una enfermedad para muchas personas marca un antes y un después que lleva a cambiar la vida en muchos sentidos y a tener que enfrentarse con esa realidad. Aunque no todos lo llevan del mismo modo hay quienes se valen de su fortaleza interna y de buena actitud para encararlo. Fue el caso de Elsa Cardozo a quien le diagnosticaron Hepatitis C hace cinco años y tras un largo camino se recuperó, y hoy está bien a la espera de un trasplante.

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La aparición de una enfermedad para muchas personas marca un antes y un después que lleva a cambiar la vida en muchos sentidos y a tener que enfrentarse con esa realidad. Aunque no todos lo llevan del mismo modo hay quienes se valen de su fortaleza interna y de buena actitud para encararlo. Fue el caso de Elsa Cardozo a quien le diagnosticaron Hepatitis C hace cinco años y tras un largo camino se recuperó, y hoy está bien a la espera de un trasplante.

La Hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus C. Causa infección aguda y puede ser grave.

La Hepatitis C es crónica y compleja, pero la paciente supo llevarla adelante y superarla, y aunque tuvo una recaída, actualmente está en lista de espera para un trasplante.

"Fue fuerte, yo estaba trabajando, fui bien a trabajar pero a la tarde no podía calzarme las sandalias porque tenía un evento, era octubre y al otro día fui al médico", recordó y agregó que entonces le dio el diagnóstico y las posibilidades siempre que haga el tratamiento que le dieran él y una hepatóloga.

El proceso no fue fácil para Elsa quien poco después bajó de peso, padecía hinchazón en las piernas, en el estómago y fue internada tanto en el hospital "Pablo Soria" como el Instituto Favaloro de Buenos Aires.

"De esto hace cinco años. Desde el momento que me diagnosticaron fue un largo camino, difícil porque el solo hecho de que te digan el problema este te agarra un bajón terrible... pero uno tiene que ser fuerte y saber enfrentar a la realidad en la que está viviendo", dijo.

Planteó que en ese transitar la enfermedad fue clave el apoyo de la familia, que en su caso fueron sus hermanas, y también los amigos quienes la ayudaron y alentaron.

Entonces se propuso superarlo. "Esto no me puede matar a mí, tengo familia, sobrinos, hermanas, tengo todo en la vida, esto no me puede hacer nada", se convenció y se lo repitió siempre para seguir adelante.

La enfermedad le impidió trabajar por dos años pero pudo volver y desenvolverse normalmente en sus tareas, luego de haber incorporado una serie de hábitos saludables. Por eso mientras antes colaboraba con la Fundación ahora ya no puede porque sus tareas a veces se extienden hasta el fin de semana, ya que es empleada municipal y debe hacer de inspectora en ocasiones.

"Mi vida es mejor que antes, esto me motivó a mejorar mi vida", dijo y detalló que hizo cambios. Antes solía dormir cuatro horas y eran suficientes mientras que ahora necesita descansar al menos seis para poder sentirse bien, y en la alimentación no hubo mucho porque nunca tomó alcohol, y evitar frituras priorizando comida saludable pero sí dejó de fumar.

Eligió un modo para poder estar bien y de hecho aseguró que pese a que le indicaron acudir a un psicólogo, se negó a hacerlo porque se sentía fuerte y sabía qué tenía que afrontar y lo ven sus médicos.

"Me cambió totalmente la vida. Veo gente que desperdicia la vida, que toma alcohol y sabe que no tiene que tomar, no valoran la vida. Yo cada día agradezco a Dios de amanecer viva, de estar bien, de ir a trabajar. A mí me cambió totalmente, veo la vida de otra manera", dijo.

De hecho, al haber superado la enfermedad con actitud, trata de transmitirlo a otros pacientes en la Fundación Sayani donde se atiende. "Había un señor muy preocupado y le dije, lo que usted tiene no es un decreto de muerte, le tiene que poner el pecho porque si usted se cae nadie va a hacer nada por usted, ni la familia, es usted y los médicos. Interiormente uno sabe que lo tiene que hacer", reflexionó.

Ocho de cada 10 personas que se infectan por el virus de la Hepatitis C desarrollan una infección crónica o permanente.