Dueños de una belleza impactante y un inconfundible plumaje rosado que hacia su fin se funde con el negro, los flamencos representan una de las aves más atractivas del Altiplano. Dentro de la provincia habitan la región de la Puna, donde disfrutan de las calmas y frías lagunas de altura, completando así el inconfundible paisaje árido de los humedales puneños.
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Dueños de una belleza impactante y un inconfundible plumaje rosado que hacia su fin se funde con el negro, los flamencos representan una de las aves más atractivas del Altiplano. Dentro de la provincia habitan la región de la Puna, donde disfrutan de las calmas y frías lagunas de altura, completando así el inconfundible paisaje árido de los humedales puneños.
En Jujuy, habitan tres especies diferentes de esta ave: flamencos australes, parinas grandes y parinas chicas, cada una con sus particularidades.
Así lo explicó Julio César Mamaní, integrante del Centro Nacional de Anillado de Aves (Cenaa), quien aseguró que si bien son muy similares entre sí, se los puede diferenciar por el plumaje, color de las patas y tamaño. "El flamenco austral mide entre 70 y 80 centímetros, su plumaje es todo rosado y sus patas son celestes o grises con las rodillas rojas; la parina grande mide lo mismo pero estas tienen en la cola un plumaje negro y sus patas son amarillas, mientras que las parinas chicas miden unos 60 centímetros, tienen un vestigio de plumas negras cerca de la cola y estas tienen el pico más amarillo", aclaró.
Explicó además que su plumaje rosado se debe a que "la mayoría de sus alimentos contienen carotenoides ya que su dieta se basa en cianobacterias, diatomeas, pequeños insectos, crustáceos, peces, moluscos, larvas".
Especies amenazadas
Si bien se estima que en la provincia hay una población cercana a los 50 mil ejemplares entre las tres especies, según la última categotización de especies realizado en 2017 por el Ministerio de Ambiente, las parinas grandes y chicas están en estado de conservación amenazado y el flamenco en estado vulnerable.
En este sentido Mamaní aclaró que si bien estas aves no están en peligro crítico, se trabaja especialmente en la preservación de su hábitat. "Desde la administración de Parques Nacionales se haces campañas educativas en las comunidades donde habitan y la comunidad científica trabaja protegiendo los humedales y las zonas donde anidan para mejorar sus condiciones de vida", dijo.
Finalmente, recomendó a quienes visitan las lagunas altas de la Puna y buscan fotografiarlas, que traten de "observarlas de lejos, no acercarse mucho y ser respetuosos de su hábitat natural".