La puesta se propone fusionar los datos históricos reales, con pinceladas de contemporaneidad, y la ficción poética del autor.
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La puesta se propone fusionar los datos históricos reales, con pinceladas de contemporaneidad, y la ficción poética del autor.
Con la actuación de la jujeña Agustina Orquera y la dirección de Pablo Carrizo, se viene el estreno de una producción muy especial para el teatro. Se trata de la obra “Micaela, un continente”, con texto del escritor Alejandro Carrizo. La asistencia de dirección está en manos de Ileana Prieto. El proyecto se lleva adelante con la producción del Teatro Nacional Cervantes (TNC). Es que fue seleccionado el año pasado por la convocatoria del Plan “TNA-TC (Teatro Nacional Argentino-Teatro Cervantes) produce en el país”, para llevarse adelante desde cero.
Conversamos con la actriz y el director, para ahondar en los detalles de este trabajo que nació como una idea de ambos antes de la convocatoria del Cervantes. La obra se estrenará a mediados de mayo, y cuenta con la música original de Micaela Chauque, la dirección coreográfica de Valentina Mamaní, técnica y diseño de luces de Nicolás Jurado, escenografía de Chicho Ortega y diseño de vestuario y escenográfico de Claudina Rucone (ambos de Tucumán).
La obra habla de Micaela Bastidas Puyucahua, la esposa de Tupac Amaru, figura importante en la historia de Perú. “A fines del 2018, empezamos con la búsqueda de esta historia. Sabíamos lo que queríamos, que era un unipersonal que hable de una mujer histórica”, comenzó contando Agustina, y se refiere a ella y a su director. “Lo charlamos con Alejandro (Carrizo), quien nos propone el personaje de Micaela, y para nosotros fue supremo”, dijo.
La idea en la cabeza de los artistas ya estaba, cuando Ileana Prieto les comunica de la convocatoria del teatro Cervantes, para proyectos teatrales que no se hayan estrenado y que no hayan comenzado el proceso de ensayos. Es que la intención del plan es estimular la producción, la investigación, y la experimentación en el territorio nacional, relevando propuestas que surjan en los diversos puntos del país para producirlas integralmente. En junio del año pasado se presentó el proyecto “Micaela, un continente” en esta convocatoria, donde concursaron 89 de todo el país, y salió elegida en primer lugar. Cabe mencionar que sólo se seleccionaron cuatro en total.
Ya habían empezado el camino para ver qué hacíamos con este proyecto, cuando en octubre se enteran que habían sido seleccionados, lo cual fue muy importante porque el plan se hace cargo de la escenografía, prensa, vestuario, sala, gestión de público, lo que posibilita para este trabajo una gran puesta en escena. “Es una oportunidad muy hermosa, porque da la posibilidad a las producciones en las provincias, porque lo que pasaba antes en las líneas del Cervantes, era que la idea original era del teatro, que llevaba un director y convocaba sí a un elenco en la provincia. En esta oportunidad es al revés, se hizo una convocatoria abierta a proyectos de todas las provincias para apoyar a los grupos independientes de cada lugar”, comentó Agustina, que además está componiendo este personaje con un especial entrenamiento en quechua con Kusi Killa del Instituto Quechua Jujuy Manta (porque hay partes de la obra escritas en esta lengua), en danza contemporánea, y trabajando con la vestuarista para que sus rasgos naturales que no condicen con la raza andina, no impidan la identificación con la historia, pero que a su vez permite universalizar esta imagen.
Sobre la estética que tendrá, Agustina explicó: “El requisito era que la obra no esté estrenada y que no haya iniciado los ensayos, porque ellos se encargan de toda la producción desde cero. Nosotros lo teníamos muy pensado, con una propuesta estética muy clara de cómo lo queríamos trabajar, una justificación del proyecto, por qué hacerlo de tal manera. No queremos hacerlo tradicionalista, a pesar de ser un tema histórico. Queríamos unirlo con lo contemporáneo porque es un tema que nos atraviesa todo el tiempo”.
“Nos propusimos tratar con responsabilidad el tema, porque hay un compromiso real con hechos reales, que marcaron la historia, que marcaron a Jujuy, que nos marcan como mujeres también, pero con una mirada que pueda hacer ese cruce entre la historia y el hoy”, continuó.
“Al ser un unipersonal, queríamos usar la mayor cantidad de recursos que podamos aportarle para darle dinamismo a la obra”, dijo, y es en este aspecto sobre todo que la producción del Cervantes es fundamental.
“Para que el espectador no se canse, porque es un tema pesado emocionalmente, tratamos de darle algunos momentos de respiro con la danza, con la escenografía, etc.” , explicó la actriz. “Es que la historia es dura, de mucha violencia. Queremos hablar del papel de la mujer como madres, como capitana de un ejército, como amante, y para poder encarar todas esas facetas usamos estos recursos”, indicó. Para Agustina esto de la danza fue reencontrarse con su infancia, porque ella estudió y es profesora de danzas folclóricas, aunque hacía mucho que no bailaba.
Pablo, por su parte, comentó: “Esa es la parte más importante del proyecto, porque a lo que apunta esta línea del Cervantes, es a profesionalizar todas las áreas que integran un proyecto teatral. Desde ese lugar te solicitan que propongas un escenógrafo, un vestuarista, un músico original, o lo que la obra necesite. Uno cuenta con esa clase de apoyo, lo mismo que el acceso a una sala importante, o para hacer giras a nivel nacional”. Así es que la última incorporación es nada más y nada menos que la música Micaela Chauque, “aprovechamos la magnitud de la convocatoria, y buscamos a una artista como ella que nos haga la música original, y es un honor para nosotros”, continuó. Su arte aportará los vientos y sones de la música antigua, con toque moderno.
Los otros seleccionados
El “TNA-TC produce al país” seleccionó de 89 proyectos, a cuatro: En primer lugar al proyecto jujeño “Micaela, un continente”; el segundo para “El árbol de Saussure”, de Buenos Aires; el tercero para “900.000 cartografías del destierro”, de Chubut; y el cuarto para “Abstractos de verga roja”, de Santa Fe. La curaduría estuvo a cargo de Andrés Gallina, Oria Puppo y Alejandro Rafael Tantanian, Nacho Bartolone y Camila Sosa Villada.