Un expolicía federal fue condenado a 16 años de prisión por el Tribunal en lo Criminal Nº 1 por haber disparado sin motivo ni razón contra un efectivo de la Policía de la Provincia.
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Un expolicía federal fue condenado a 16 años de prisión por el Tribunal en lo Criminal Nº 1 por haber disparado sin motivo ni razón contra un efectivo de la Policía de la Provincia.
Desde el momento del ataque Sergio Lima Quintana permanece en estado vegetativo, "totalmente desconectado de la realidad".
Julio Gustavo Bravo al momento del hecho se encontraba acompañado de un camarada de la fuerza Alejandro Ariel Mora, cuando provocaron un incidente vial sin consecuencia sobre ruta nacional Nº 9 el 7 de julio de 2017.
En el único momento que el inculpado habló fue cuando le pidió clemencia al Tribunal, afirmando que sentía mucho las condiciones en que se encontraba la víctima, sin dar muestra de arrepentimiento ni pedirle perdón a la familia de la víctima que se encontraba en el recinto.
Cabe recordar que el fiscal de sala Sergio Marcelo Cuellar había solicitado una pena de 22 años por considerar que el expolicía actuó con alevosía y cobardemente al haberle disparado desde atrás a una persona que estaba desarmada sin posibilidad de defenderse.
A Lima Quintana, el disparo en el cuello le provocó daños en la zona arterial, en la región posterior maxilar inferior, fractura de maxilar posterior inferior, perdidas de piezas dentarías y hemotórax, con riesgo de vida potencial a consecuencia de las lesiones. Sergio Lima Quintana permanece en estado vegetativo totalmente desconectado de la realidad.
Por otra parte, como consecuencia del disparo el proyectil se fragmentó al pasar por el enrejado que separa la parte de atrás del rodado de la de adelante hiriendo en el rostro a Ramón Soto Calizaya.
Los querellantes adhesivos Guillermo Vázquez y Luís Navarro afirmaron a El Tribuno de Jujuy que una vez conocido los fundamentos del fallo apelaran ante la Cámara de Casación el fallo del Tribunal.
Sobre los hechos
El fatídico día del 27 de julio de 2017, Bravo acompañado de otras cuatro personas, de los cuales dos de ellas huyeron del lugar, protagonizaron un siniestro vial que terminó desencadenando una tragedia para la familia de Lima Giménez.
El policía, que estaba a cargo de un móvil, fue convocado por el jefe de servicio de la Seccional 62º para trasladar a tres personas al Departamento Sanidad para los controles de alcoholemia.
Julio Gustavo Bravo fue exonerado de la fuerza policial al igual que su compañero que viajaba con él en el patrullero.
Alicia Giménez, mamá del efectivo baleado, lloraba desconsoladamente al momento n que se dictaba la condena.