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Cumpleaños del maestro José Antonio Terry

Sus obras rescatan una belleza distinta a la de los salones, pintando personajes del pueblo con una estética y otros valores.El aniversario de su natalicio fue el martes y este año, no hay actos que lo recuerden. Lo recordamos desde su obra.
Viernes, 20 de marzo de 2020 01:01

Un 17 de marzo de 1878 nacía José Antonio Terry, y habrá que chequearlo, pero acaso sea la primera vez que no hay actos en su casa, que hoy es uno de nuestros museos. Allí, con sus puertas cerradas por la pandemia, sus obras dan fe de una ductilidad plástica que supo reflejar esa Tilcara de la primera mitad del siglo pasado, rastro único de un pasado del que no tendríamos noticia sin su obra, y cuadros de valor estético propio, más allá de aquel que aportan al recuerdo.

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Un 17 de marzo de 1878 nacía José Antonio Terry, y habrá que chequearlo, pero acaso sea la primera vez que no hay actos en su casa, que hoy es uno de nuestros museos. Allí, con sus puertas cerradas por la pandemia, sus obras dan fe de una ductilidad plástica que supo reflejar esa Tilcara de la primera mitad del siglo pasado, rastro único de un pasado del que no tendríamos noticia sin su obra, y cuadros de valor estético propio, más allá de aquel que aportan al recuerdo.

SU AUTORRETRATO / SE ENCUENTRA EN EL MUSEO.

Nació en Buenos Aires y tuvo dos hermanas con las mismas limitaciones auditivas que sufrió desde su nacimiento. A los 14 años inició su formación en artes plásticas en la Sociedad de Estímulo a las Bellas Artes, con profesores como Reinaldo Guidice, Ángel Della Valle y Ernesto de la Cárcova. En 1902, acompañando las actividades diplomáticas de su padre, viaja a Chile, donde continuó sus estudios, junto al pintor Pedro Lira, en la Academia Nacional de Santiago.

JOSÉ ANTONIO TERRY / VIVIÓ EN TILCARA Y LA PINTÓ.

En 1904 conoce París, donde concurre al taller de León Bonnat. Completa sus estudios en distintos lugares de Europa durante seis años, y en 1911 llega a Tilcara, invitado por los doctores Juan Bautista Ambrosseti y Salvador Debenedetti. En 1922 compra la casa de don Liborio Pereyra, construida en 1870 y hoy predio del museo, donde monta su atelier y pinta La Enana Chepa que, expuesta en París, es adquirida por el Gobierno francés, en 1924, para el Museo de Luxemburgo. A poco de su fallecimiento, en 1954, el Gobierno nacional adquiere la casa para crear el museo que lleva su nombre.

EL MUSEO / QUE EN TILCARA LLEVA SU NOMBRE.

Sus dotes plásticas lo tornan, aquí, en un retratista de las personas de su tiempo, rescatando en sus telas la estética local de entonces. Acompañó a los arqueólogos para tomar apuntes de sus trabajos, bocetos que el rescate de sus archivos aún nos adeuda la oportunidad de conocer. En el Desnudo de un Viejo da con la belleza de un cuerpo agotado por los años, y en el del Tuerto del Pucará extiende su mirada compasiva para rescatar aquella que acaso brote del dolor.

OBRA / UNA DE LAS CREACIONES DE TERRY QUE MUESTRAN SU ESTILO.

Otros resguardan sus telas para cuerpos y para rostros que se condicen con la moda de su tiempo, o con los salones de los beneficiados por la fortuna material. Terry, que desde su autorretrato nos mira calmo con la pipa entre los labios, optó por una estética que acaso de algún modo predijera los pensamientos de Rodolfo Kusch, y en estos días en que no podamos visitar sus salas, valga su recuerdo como una invitación para recordarlo.