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"La caña, material noble, que ayudó a mantener mi familia"

El jujeño Isabel Guari, artesano de instrumentos de viento, hizo trabajos para Los Tekis y Sergio Galleguillo, entre otros.
Domingo, 22 de marzo de 2020 01:02

En inmediaciones del pasaje 21, del barrio Cuyaya, se halla una casa con rejas negras. En su interior hay un taller con techo de madera y paredes verdes que combinan con una variedad de instrumentos de viento y cuadros de recuerdos del reconocido luthier, el humahuaqueño Isabel Guari. Lo visitamos el jueves 19 de marzo, fecha que coincidía con el Día Internacional del Artesano. Nos recibe al fotógrafo y a quien escribe, luciendo su delantal de trabajo, portando sus anteojos y una sonrisa sumamente cálida.

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En inmediaciones del pasaje 21, del barrio Cuyaya, se halla una casa con rejas negras. En su interior hay un taller con techo de madera y paredes verdes que combinan con una variedad de instrumentos de viento y cuadros de recuerdos del reconocido luthier, el humahuaqueño Isabel Guari. Lo visitamos el jueves 19 de marzo, fecha que coincidía con el Día Internacional del Artesano. Nos recibe al fotógrafo y a quien escribe, luciendo su delantal de trabajo, portando sus anteojos y una sonrisa sumamente cálida.

Al ingresar, nos encontramos con un taller lleno de secretos de generación en generación que hace de cada instrumento una pieza única. En ese lugar, desde hace más de treinta años, el meticuloso artesano continúa creando y reparando las herramientas de los intérpretes musicales. Lo hace para algunas instituciones escolares y también cuando lo requieren artistas como Los Tekis, Sergio Galleguillo, Dúo Coplanacu, "Peteco" Carabajal, Izkierdos de la Cueva, Ecos de la Puna, Cacharpaya de Humahuaca, entre otros.

En el universo de detallismo que habita en su hogar, fabrica instrumentos como el quenacho, la quena traversa, el siku, el pincullo tocoro, la quena traversa grande, el moceño y la tataquena. Uno de los trabajos más conocidos que elabora, es la quena convencional. Mientras que el pincullo, al igual que la flauta dulce, requieren una compleja construcción.

Si bien, se sabe que el oficio de un luthier (de origen francés) es designado a la persona encargada de convertir un material en un instrumento musical, Guari prefiere utilizar la palabra "luriri" que en aymara significa "artesano". Reconoce que este trabajo además de requerir paciencia y dedicación, también le implicó una serie de obstáculos. "No fue fácil para mí hacer los instrumentos, con el paso de los años continuaba aprendiendo. Encontré personas que me decían qué estaba bien y qué debía corregir, eso me ayudó bastante", relató Guari al destacar la ayuda que recibe de su esposa Florencia Maidana para los trabajos artesanales.

El artesano Guari ganó el 1º premio en la XLVI Feria Nacional de las Artesanías y Arte Popular “Augusto Cortázar”, en Cosquín.

 

 

Así fue que su dedicación y esmero lo llevó desde el año 2004 a la fecha, a enseñar a los internos de los penales todo su conocimiento en la elaboración de instrumentos. Recordó que cuando ingresó a trabajar en la unidad Nº 2 decidió cosechar caña en el establecimiento para utilizar de allí el material de trabajo para los alumnos.

Luego, en un tramo de la entrevista, expresó emocionado que el oficio de artesano le trajo muchos beneficios a su vida, entre ellos, poder mantener económicamente a su familia, "soy un agradecido a la Madre Tierra por el material tan noble como es la caña. No sólo sirve para crear instrumentos, sino para hacer sillones, camas y hasta se levantan casas. A veces, uno no le da interés, lo pisa, rompe o simplemente lo ven de otra manera", mencionó Guari.

Un oficio que viene de familia

El artista Isabel Guari, nació en Coctaca, Humahuaca y su interés por fabricar instrumentos de viento, lo tomó de su abuelo materno. Recordó que cuando era un niño de 12 años, solía acompañar a su padre a pelar cañas a diferentes lugares, también lo hacía junto a su abuelo, quien era músico y utilizaba el material para fabricar sus propios instrumentos. Además, le llamaba la atención cómo las personas de la Quebrada y el país vecino aplicaban la misma modalidad.

No fue hasta los 16 años que decide independizarse y vivir en la capital, donde trabajó como panadero durante diez años. Ya con un proyecto familiar estable se propone crear diferentes instrumentos de viento, "entonces dije, si la gente se hacía sus instrumentos, yo también puedo hacerlo", cuenta al recordar que una quena, fue el primer instrumento que compró para replicarlo en varias copias y venderlas en mercados artesanales y casas regionales.

"Guari" a nivel nacional

En 1986 participó como artesano en Cosquín y con el tiempo, su arte se hizo conocido a nivel nacional, logrando participar en exposiciones en Córdoba, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Neuquén y Buenos Aires, entre otras. Y es que, su pasión por los instrumentos también le permitió crear hace un año el grupo Generación Guari, integrada por Jorge y Santiago Guari (abuelo, padre y nieto), quienes ofrecen un repertorio de zambas, taquiraris, cuecas, bailecitos, coplas, erquenchadas y carnavalitos tradicionales de la Quebrada de Humahuaca.

 

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