¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
24 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Aprendiendo a controlar la ansiedad

Lunes, 23 de marzo de 2020 01:04

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 

La ansiedad es esa emoción de alarma que nos invade cuando percibimos una amenaza, lo cual activa nuestro cuerpo y mente para enfrentar o huir del peligro, veremos que se parece al miedo, pero lo que la diferencia de este es que el objeto estresor no es del todo claro, por lo que deberemos hacer un esfuerzo extra si queremos identificarlo.

Siguiendo esto como ya mencionamos se activará nuestra mente, nos preocuparemos. Empezaremos a evaluar opciones y nuevas fuentes de peligro. Pudiendo llegar a sentir que somos una "máquina de pensar", teniendo la sensación de no tener capacidad para detenernos.

Así también nuestro cuerpo reaccionara entrando en un estado de alerta, listo para accionar. Esto puede ser adaptativo para ayudarnos a sortear ciertos obstáculos en ocasiones, pero si se sostienen a lo largo del tiempo puede convertirse en un verdadero problema, llevándonos a enfermar de muchas maneras entre ellas las más usuales son la gastroenteritis, ulceras en estómago, fibromialgia, entre otras.

Te mencionare los principales indicadores de una crisis de ansiedad para que no los confundas con otra cosa que pudiera desviarte de la solución, pero recuerda que un chequeo médico nunca esta demás.

Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca (taquicardia).

Sensación de ahogo, con respiración rápida.

Opresión en el pecho.

Miedo o pánico. Literalmente, sentirse a morir.

Sudoración o escalofríos.

Temblores.

Náuseas o molestias abdominales.

Mareo o incluso desmayo.

Sensación de irrealidad.

Sensación de entumecimiento u hormigueo.

Puedes empezar trabajar sobre la ansiedad llevando un diario de experiencias, cada vez que te pongas ansioso toma nota, registra con quién estabas, dónde, cuándo, que pasó antes, que pasó después. ¿Qué pensabas, cómo estaba tu cuerpo y tu respiración en ese momento?

Durante la crisis proponte pequeños objetivos para controlar tu estado. Comienza por respirar lento. Proponte hacer 10 respiraciones lentas. Oxigenar te hará sentir mucho mejor. Recuerda que la ansiedad, aunque es incomoda no es peligrosa, no luches contra ella.

Busca identificar que te puso ansioso, que percibiste como amenaza.

Pregúntate que tan probable es que ocurra y que otras cosas también podrían llegar a pasar.

Analiza en caso de que sucediera lo que temes como lo podrías solucionar y con qué herramientas cuentas para hacerle frente.

Evita hacer pronósticos a futuro, piensa en otras veces que temiste lo peor y no ocurrió.

Cuida tu cuerpo, hacer actividad física nos ayuda mucho en todos los sentidos, así como también comer saludablemente.

Descansa, dormir bien, es fundamental.

Muchas veces lo que más nos preocupa es la ansiedad en sí, a veces nos preocupamos más por nuestra reacción ante la amenaza que por la amenaza misma.

Trabaja en tu autoestima, recorre tu historia pensando en todas las veces que ocurrió algo malo y pudiste hacerle frente. Como siempre hiciste lo mejor que pudiste en cada situación. Aun pedir ayuda a la persona correcta es solucionar.

Recuerda que la percepción que tengo sobre mí mismo determinara la confianza que tendré en mi capacidad para resolver problemas y hacer frente a las amenazas.

Mientras más confíes en ti mismo menos ansioso te pondrás y serás más tolerante a la incertidumbre.