Honrado por los pueblos andinos y considerado un ave emblemática de América, el cóndor ha sido ancestralmente un animal de suma importancia e incluso motivo de adoración de las comunidades, sin embargo la mano del hombre lo ha puesto hoy en un lugar de peligro, en el que es constantemente amenazado dentro de su hábitat natural.
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Honrado por los pueblos andinos y considerado un ave emblemática de América, el cóndor ha sido ancestralmente un animal de suma importancia e incluso motivo de adoración de las comunidades, sin embargo la mano del hombre lo ha puesto hoy en un lugar de peligro, en el que es constantemente amenazado dentro de su hábitat natural.
"Los cóndores ocupan un lugar central en la cosmovisión de los pueblos originarios y lo han hecho durante miles de años, la gente sobrevivió en el Andes en un ambiente tan riguroso gracias a la ganadería, y ellos honraban al cóndor y eso llega a nuestros días. Hace 500 años el hombre blanco llegó a América y le declaró la guerra al cóndor; hoy lo envenena con agroquímicos y cada vez son más los ejemplares afectados. El pájaro siempre fue un mensajero y hoy el mensaje es que el hombre esta envenenando los alimentos" explicó Luis Jacome, presidente de la Fundación Bioandina Argentina y director del Programa de Conservación Cóndor Andino.
En este sentido, advirtió que en todo el país el cóndor es una especie que está siendo amenazada por el hombre quien es testigo de su progresiva extinción. "Los cóndores bajan a comer animales muertos que fueron envenenados lo que los termina por matar. Actualmente hay 8 o 9 cóndores agonizando por un envenenamiento masivo en Tucumán; la situación es grave, el hombre utiliza agroquímicos para matar grandes carnívoros, como pumas, zorros, de modo que esos animales muertos después envenenan a los cóndores" señaló el especialista.
En este sentido remarcó que desde 2017 a la fecha se estima que en el país murieron unos cien ejemplares, lo que no solo daña a la especie sino que se causa un daño ecológico grave ya que estas aves tienen un rol clave en el equilibrio del ambiente por su carácter de ave carroñera, que limpia los focos de infección de los campos. "En los últimos tres años hubo pérdidas en Rinconada, en Mendoza, en Neuquén, Santa Cruz, Perito Moreno, y ahora el problema está en Tafí del Valle", señaló.
Perder una especie autóctona amenazada, sino que es una forma de ver cómo el hombre está dañando la tierra y los alimentos.
Preservar la especie
Hace 30 años en Argentina se lanzó el Programa de Conservación Cóndor Andino del cual son parte todos los ministerios de Ambiente del país, entre otros organismos y empresas. “Logramos tener 65 pichones nacidos de esta especie, un récord mundial que nos tomó 30 años; mientras que en los últimos tres años perdimos 100, y si bien esta cifra parece menor porque a nivel mundial esto representa un 1,3% de la población de cóndores (considerando una población mundial de 6.700 cóndores, que solamente habitan en Sudamérica) en términos de población humana es similar a la extinción de varios países de nuestro continente”, indicó y advirtió que reparar el daño que produce la pérdida actual de cóndores, demandaría unos 200 años.
Desde este programa además se trabaja en red, con un centro de crías a partir de aves que no pueden retornar a la naturaleza; también hay un centro de rescate y rehabilitación y se busca llegar a la gente con un mensaje de conservación concreto. “La gente debe tomar conciencia de que el cóndor nos permite ver qué estamos haciendo con nuestros alimentos y con el cuidado ambiental”, concluyó.