El ministro de Defensa, Agustín Rossi, destacó en una entrevista con El Tribuno la tarea del Ejército en los barrios más afectados por la crisis que es la secuela de la cuarentena. Frente a los recelos de algunos sectores por la presencia de soldados en las calles, Rossi puntualizó que se trata simplemente de brindar apoyo logístico, tanto en la contención social como en las intensas actividades que desarrollan con el Ministerio de Seguridad en las áreas de frontera. Pero también se refirió al proyecto de fortalecer las Fuerzas Armadas una vez que pase la pandemia. "Una Nación que tiene política de Defensa fortalece la autoestima de su pueblo", afirmó Rossi, al poner de relieve que "el potencial tecnológico de nuestras Fuerzas Armadas requiere, además, producción industrial y financiamiento para abastecerlas de equipamiento".
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El ministro de Defensa, Agustín Rossi, destacó en una entrevista con El Tribuno la tarea del Ejército en los barrios más afectados por la crisis que es la secuela de la cuarentena. Frente a los recelos de algunos sectores por la presencia de soldados en las calles, Rossi puntualizó que se trata simplemente de brindar apoyo logístico, tanto en la contención social como en las intensas actividades que desarrollan con el Ministerio de Seguridad en las áreas de frontera. Pero también se refirió al proyecto de fortalecer las Fuerzas Armadas una vez que pase la pandemia. "Una Nación que tiene política de Defensa fortalece la autoestima de su pueblo", afirmó Rossi, al poner de relieve que "el potencial tecnológico de nuestras Fuerzas Armadas requiere, además, producción industrial y financiamiento para abastecerlas de equipamiento".
-Estamos viviendo momentos difíciles. La paralización de la economía puede generar tensión social. ¿Cómo ve el escenario de estos meses de cuarentena?
-El Gobierno tiene muy en claro los costos de esta circunstancia. Por eso estamos haciendo una inversión social importantísima, que llega al 2% del PBI. Para los sectores más vulnerables, la asistencia alimentaria directa y los bonos de diez mil pesos, además de asistencia a las pymes. Desde el punto de vista empresario, sabemos que es necesario colaborar con las empresas para que sorteen esta situación. En eso están trabajando los ministros Kulfas y Guzmán.
-¿Cómo asumen su rol las fuerzas armadas en esta crisis sanitaria? ¿Están construyendo cercanía con la ciudadanía?
-En el conurbano estamos distribuyendo aguas y alimentos. Creo que ya hay cercanía entre la gente y las fuerzas armadas. Cuando asumí en 2013, ese era mi propósito. Hoy, en todos los lugares a los que van nuestros hombres, con sus uniformes, son bien recibidos, con aplausos, por la gente y las autoridades. Hay fisuras que el paso de la historia va saldando. Esta emergencia excepcional ha permitido que los argentinos conozcan todo el potencial de sus fuerzas armadas.
-Desde enero, porque empezó con la crisis alimentaria de la comunidad wichi...
-Empezamos con el abastecimiento de agua a los wichi, pero seguimos con tareas de apoyo logístico a las intendencias, del conurbano y de otras partes del país, donde hace falta, aprovechando la enorme capacidad logística de nuestras fuerzas. Además de la distribución de alimentos, todo el sistema de salud está desplegado en hospitales para asistir en esta pandemia. Pusimos a disposición los dos hospitales reubicables de Campo de Mayo y de la Fuerza Aérea, que va a trabajar con el Hospital Aeronáutico de Pompeya. Además, hicimos tres vuelos de repatriación de argentinos, desde Lima, Arequipa, y desde Iguazú a Buenos Aires. El laboratorio del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas está proveyendo repelentes, alcohol en gel y algo de paracetamol. Y estamos abasteciendo a otras instituciones que lo requieren. La sastrería militar y el Liceo Gregorio Aráoz de Lamadrid están fabricando barbijos.
-¿La gente que quedó varada en el exterior va a quedar librada a su suerte?
-De ninguna manera. Va a haber mecanismos de asistencia para todos y las personas que sean población de riesgo van a ser priorizadas para regresar a la Patria.
-¿Están asumiendo algún rol en materia de seguridad?
-Todo lo que hacemos es apoyo logístico a las fuerzas de seguridad. En el Área Metropolitana Buenos Aires hacemos vuelos de patrullaje con helicópteros para verificar que se esté cumpliendo la cuarentena, y en caso de alguna anomalía, avisamos a la fuerza correspondiente. También hemos hecho apoyo en el área de frontera, a pedido de la ministra de Seguridad. Operativamente, hemos dividido el país en 14 comandos de emergencia, que articulan los servicios que podemos brindar con los gobiernos provinciales y municipales.
-Ese despliegue, y la misma adhesión de la gente, se observó en las fronteras salteñas, cuando el Ejército monitoreaba los pasos, legales o no...
-Creo que nuestra mayor capacidad son los hombres y mujeres de las fuerzas, 90.000 personas en todo el país. Lo mejor de nuestras Fuerzas Armadas son los recursos humanos, y cuando están en los barrios, los ciudadanos los reciben con aplausos. En Salta yo detecté muchísima empatía entre nuestra gente y las comunidades rurales.
Además, hay mucha riqueza en el capital intelectual acumulado en las investigaciones de las Fuerzas Armadas. En el escenario actual es muy difícil proyectar, pero áreas de investigación tecnológica para la Defensa, Fabricaciones Militares y Tandanor tienen un enorme potencial que cuando estemos en un período de normalidad trataremos de aprovechar y desarrollar.
-¿Hay una decisión de fortalecer a las Fuerzas Armadas?
-Una Nación que tiene una política de defensa fortalece la autoestima de su pueblo, porque el pueblo se siente defendido. Y eso lo hace la mayoría de las naciones. Para llevarlo adelante se necesita el instrumento militar capacitado, instruido y preparado, y que cuente con equipamiento y logística que le permitan cumplir las funciones que la Constitución le adjudica, que es la custodia del territorio, el espacio aéreo y los mares. Sin duda, hay que hacerlo. Esta función se cruza con el vector que es el desarrollo de la industria de la defensa. Si nosotros abastecemos el equipamiento de las fuerzas con nuestra propia producción, vamos a tener mejor equipamiento y, además, vamos a contar con una industria estratégica, como lo es en todos los países desarrollados.
-¿Las tres fuerzas tienen buenos profesionales en tecnologías de punta?
-Tienen el desarrollo tecnológico pero falta el desarrollo industrial y el financiamiento. Los radares que se han instalado en la frontera norte, en Merlo y en Villaguay, son de industria nuestra. Desarrollos de la Fuerza Aérea con tecnología de radares proporcionada por Invap. Es un programa que vamos a retomar en 2020.