Tres de cada cien personas contagiadas con coronavirus han muerto en el mundo desde que se desató la epidemia.
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Tres de cada cien personas contagiadas con coronavirus han muerto en el mundo desde que se desató la epidemia.
El coronavirus ya provocó 3.118 muertes y tiene cerca de 100 mil contagios en todo el mundo ya que hasta ayer a la mañana la cifra dada a conocer por la Organización Mundial de la Salud era de 91.313 contagiados.
La gran mayoría de los contagios y muertes se registraron en China, donde se originó la enfermedad.
Los países que siguen con más decesos son Irán (77), Italia (79) y Corea del Sur (28).
Además de esos países, en los últimos días España fue incrementando considerablemente el número de contagios. Ayer superó la barrera de los 150 contagios y se recomendó la celebración a puertas cerradas de eventos deportivos que desplacen público de zonas de riesgo así como la suspensión de congresos médicos.
El ministro de Sanidad de España, Salvador Illia, afirmó que para "aquellos eventos de competición deportiva profesionales en los que se espere una alta presencia de aficionados (seguidores) que provengan de las zonas de riesgo, la recomendación es que se celebre a puerta cerrada".
Por otro lado, el ministro también recomendó la cancelación de cursos y congresos que afecten a personal sanitario.
"Necesitamos que los profesionales sanitarios estén en las mejores condiciones y disponibles en las próximas semanas", subrayó Illia luego de recordar que hay 13 positivos entre médicos y enfermeros, y un centenar se encuentra aislado ante el temor de que se hayan contagiado.
Por el momento, hay 14 positivos en los que no se ha podido identificar el origen del contagio.
"Nos preocupan los casos sin vínculo epidemiológico claro y de esos tenemos 14 casos repartidos en comunidades autonónomas", indicó Simón.
El Gobierno británico publicó ayer un plan de emergencia que aplicará en caso de que se dispare el brote del coronavirus, que contempla el cierre de escuelas, la prohibición de reuniones con mucha gente, cancelar cirugías que no son urgentes en el Sistema de Nacional de Salud (NHS) y alentar a las personas a trabajar en sus hogares.
Entre ayer y el pasado fin de semana la cantidad de personas que contrajeron el virus en el Reino Unido se elevó a 51 casos, lo que derivó en la presentación del nuevo plan de prevención.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo ayer en una conferencia de prensa que "es muy probable que el coronavirus se propague en los próximos días y semanas, por lo que su Gobierno está haciendo todas las preparaciones posibles".
Johnson explicó que el plan está basado en cuatro puntos, "contener el virus, retrasar su propagación, investigar sus orígenes y su cura y por último, mitigar el impacto en caso de que el virus se extienda". En ese sentido, además de una campaña de información pública, el plan de acción prevé que puede convocarse al Ejército en caso de ser necesario.
También se desalentarán las reuniones sociales, los viajes innecesarios y se fomentará el trabajo a domicilio y el cierre de escuelas.
Francisco dio negativo a la prueba
El papa Francisco dio negativo a la prueba de coronavirus a la que fue sometido por precaución en su residencia del Vaticano, debido a que sufre desde hace algunos días un resfriado, informó ayer el diario Il Messaggero.
El fin de semana, el mismo Francisco anunció durante el rezo del Ángelus que no participaría en los ejercicios espirituales de Cuaresma, los que habitualmente realiza con miembros de la Curia Romana por su estado de salud. El Papa apareció en la audiencia del pasado miércoles ya algo resfriado y, por la tarde, celebró la misa para la imposición de la ceniza y la tradicional procesión desde la basílica de Santa Sabina a la Iglesia romana de San Anselmo, en la colina romana del Aventino, recordó la agencia de noticias EFE.
Pero al día siguiente optó por permanecer en su Residencia de Santa Marta, en lugar de acudir a la liturgia penitencial con el clero de Roma en la basílica de San Juan de Letrán. El viernes y el sábado, Francisco celebró la misa matutina en Santa Marta, pero canceló sus audiencias privadas previstas con participantes en un congreso en el Vaticano y miembros de los Legionarios de Cristo, entre otros.