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19 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Homenaje al Kolla Mercado en Tilcara

Se cantaron y bailaron sus composiciones en el cementerio devilla veraniega
Sabado, 07 de marzo de 2020 01:03

Alguien recordó que José María Mercado se fue un Martes de Chaya, otro agregó que justo como en el aniversario pasado, cuando también se juntaron sus amigos, su familia y tantos músicos para homenajearlo y recordarlo, aunque es difícil olvidar a ese abrapampeño apodado el Kolla, cuyos versos siguen sonando en tantas voces que se le animan a cosas sencillas y hermosas como lo del Clavelito Tilcareño o aquella del Minerito de Aguilar.

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Alguien recordó que José María Mercado se fue un Martes de Chaya, otro agregó que justo como en el aniversario pasado, cuando también se juntaron sus amigos, su familia y tantos músicos para homenajearlo y recordarlo, aunque es difícil olvidar a ese abrapampeño apodado el Kolla, cuyos versos siguen sonando en tantas voces que se le animan a cosas sencillas y hermosas como lo del Clavelito Tilcareño o aquella del Minerito de Aguilar.

Frente a la tumba en la que descansas sus restos, se elogió su recuerdo. Se exagera en esos casos, pero en el caso de Kolla Mercado fue cierto lo de formar parte de una generación a la que no llamaba la atención, como hoy lo hace, eso de hacer las cosas por convicción antes que por dinero, como ir grabando los sonidos de algún instrumento que amenaza a caerse en el olvido.

Se cantaron, en el cementerio que eligió para su reposo final, el de Tilcara, canciones suyas y tantas otras que le agradaría escuchar, se escuchó un poema de Domingo Zerpa, se bailó batiendo el pañuelo para sorpresa de las palomas, que no suelen ver por allí esas escenas, y con la compañía de algún vaso de vino y del acuyico, se homenajeó a ese hombre de habla pausada, que solía recordar coplas como quien da con una pepita de oro.

La tarde se fue yendo, las cuecas y los bailecitos volvieron a dejarle el espacio a las cumbias de las radios y uno se fue caminando por la calle que antes se llamaba Del Olvido, con la certeza de que gracias a gente como José la Quebrada es un lugar mucho más lindo.

 

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