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En Guayaquil no pueden enterrar a los cadáveres que recogieron de las calles

Los cuerpos no pueden ser enterrados por falta de féretros, el colapso de las morgues y la corrupción.

Sabado, 11 de abril de 2020 18:10

En la provincia de Guayas, donde se encuentra Guayaquil, en Ecuador, son 1.300 los cadáveres (no todos víctimas del Covid-19) que esperan por su sepultura y el descanso final. Después de las imágenes que sacudieron al mundo en las que se veía a centenares de cadáveres en las calles de Guayaquil, las familias de los fallecidos aún no tienen paz.

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En la provincia de Guayas, donde se encuentra Guayaquil, en Ecuador, son 1.300 los cadáveres (no todos víctimas del Covid-19) que esperan por su sepultura y el descanso final. Después de las imágenes que sacudieron al mundo en las que se veía a centenares de cadáveres en las calles de Guayaquil, las familias de los fallecidos aún no tienen paz.

La acumulación de los cadáveres se convirtió en un dolor de cabeza para los familiares que aún no pueden darle una despedida a sus seres queridos y enterrarlos como quisieran. El olor nauseabundo que empieza a inundar las morgues debido a la descomposición de los cuerpos y el calor de Guayaquil se mezcla con la angustia de la gente para hallar el cuerpo de los fallecidos. La escasez de ataúdes, la burocracia y la lentitud para obtener los certificados de defunción le agregan a la ecuación un resultado caótico y muy doloroso. Las funerarias, además, están sobrepasadas.

Y eso no es todo: la crisis ha hecho aparecer a gestores que cobran entre 30 y hasta 300 dólares por dar el dato certero sobre la ubicación de los cuerpos. Denuncias de este estilo se han multiplicado en los últimos días, por lo que el propio ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, anunció la destitución de un funcionario –que no identificó– por las continuas extorsiones.

Ante la falta de ataúdes de madera, algunos de los cuerpos que pudieron ser sepultados han sido colocados en las fosas apenas envueltos en una bolsa de plástico. Los féretros aumentaron drásticamente de precio. Los que tienen la suerte de conseguir uno deben pagar hasta 800 dólares. Ante esta situación, la Asociación de Cartoneros del Ecuador donó al Gobierno unos 3.000 ataúdes de cartón para entregarlos de forma gratuita.

Jorge Wated, el responsable de la Fuerza de Tareas, el equipo formado por el Ejecutivo para lidiar con la crisis, declaró: “El cartón es más digno que enterrarlos en bolsas o sin nada”.

En medio de esta situación, la cifra de contagiados y de muertos (7.161 y 297, respectivamente) sigue subiendo dramáticamente. El jueves, el número de infectados era de más de cuatro mil. Sin embargo, el caos crece por la debilidad del gobierno del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.

A esto hay que añadirle la rivalidad entre Moreno y el expresidente Rafael Correa (estuvo a cargo del Ejecutivo entre 2007 y 2017, ahora exiliado en Bélgica) quien esta semana fue sentenciado a ocho años de prisión por cargos de corrupción y sobornos.