¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

"Estamos ante una oportunidad en cuanto a la posibilidad de aprender"

Licenciada en Psicología, MP 222, terapeuta gestáltica, magíster en Salud Pública, Coach Ontológico Profesional y codirectora de la Escuela Profesional de Coaching Sinergia Art. Visibilizó las oportunidades que se presentan dentro de las adversidades generadas por la pandemia a través del concepto de resiliencia y sus cuatro pilares:“yo soy, yo estoy, yo tengo y yo puedo". 
Miércoles, 15 de abril de 2020 01:02

¿Cuáles son los efectos que está causando la pandemia a nivel emocional?

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

¿Cuáles son los efectos que está causando la pandemia a nivel emocional?

Las diferentes investigaciones indican depresión, angustia, estrés y sensación de encierro. Todo esto desde el lado negativo pero es importante destacar todo aquello que nos posibilita aprender ya que esta situación particular por la que estamos atravesando es como la luna. Tiene dos caras. Tiene la cara vista a nivel mundial que incluye las muertes, el miedo y la incertidumbre y la otra cara que es una invitación al despertar de la conciencia.

Siempre ante algo nuevo se dispara la angustia por la sensación de falta de control, pero tener en este momento un cierto grado de angustia no está mal ni es algo a evitar. Pero lo que tenemos que prever es que esa angustia no nos desborde. Los argentinos y los latinos estamos muy acostumbrados al contacto, a los abrazos, a tener una vida para afuera sin embargo esta situación de aislamiento nos está llevando a un movimiento anticultural, en el sentido de que estamos de puertas para adentro. Pero estar para dentro significa mirar muchas cosas que no estábamos mirando, entre ellas ver cómo está la relación con nosotros mismos. Lo que necesitamos es aprender a mirar a qué nos invita esa circunstancia.

Por lo general vivimos una vida automática y por lo tanto mecanizada y se convierte en una rutina, pero ahora nuestras rutinas están interrumpidas y tenemos el tiempo de vernos a nosotros todos los días y a las personas con quienes convivimos, situación que produjo crisis de parejas y altos niveles de estrés.

Es toda una movilización que se puede comparar con un río en el que empieza a revolverse el agua y las cosas que estaban en el fondo empiezan a subir. Lo positivo es que todo esto que sube es algo que se nos está mostrando para que lo podemos afrontar y resolver. Junto con la adversidad está siempre la resolución.

¿Cómo convertir esta situación de adversidad en oportunidades para nuestras vidas?

La resiliencia es la capacidad de salir fortalecidos en la adversidad. Los pueblos que han tenido mucho éxito en la vida se han constituido luego de grandes adversidades.

Por otra parte, la bonanza es la zona de confort, lugar en el que nos movemos aunque no seamos felices porque es lo que conocemos. Lo que hace la adversidad es tirar todas las estructuras y las cosas seguras y te pone al frente de la nada misma. Y ante esta nada me quedan dos caminos, ser víctima o seguir adelante.

Desde la neurobiología, la neuroplasticidad y la capacidad infinita que tenemos de aprendizaje, todo lo que teníamos como una semilla dormida ante una necesidad se activa. Es en la carencia donde generamos los aprendizajes por eso yo creo que estamos en una oportunidad muy rica en cuanto a la posibilidad de aprender.

En este sentido la resiliencia tiene cuatro pilares: yo soy, yo estoy, yo tengo y yo puedo.

¿Cómo llevar a la práctica estos cuatro pilares?

El primer pilar se refiere al "yo soy" creativo, "yo soy" abundante y "soy alguien" que puede concretar sus sueños. En este tiempo es importante empezar a completar el "yo soy" desde el diálogo y desde afirmaciones que nos permitan construir una nueva realidad. Ver nuestro "yo soy" como parte de la comunidad

El otro pilar es el "yo estoy". Puede ser que ahora esté triste, angustiada y deprimida, pero el "estoy" me marca un estado transitorio y una vez que acepto este estado y me conecto con la respiración y empiezo a sentir mi cuerpo todo ese estado en el que me encuentro se empieza a metabolizar y me permite pasar a otro estado.

Es importante no convertir nuestras emociones en estados permanentes. Porque una emoción es una transición, una respuesta frente a algo. Por ejemplo en estos tiempos en que todos los trámites los tenemos que hacer por internet y muchos no estamos acostumbrados a hacerlos por ese medio, la primera reacción biológica que se tiene es una elevación de adrenalina y cortisol que molesta mucho experimentar. Pero cuando nos hacemos conscientes de lo que estamos sintiendo y nos detenemos a pensar qué es lo peor que puede ocurrir, nos damos cuenta que a lo sumo el cajero nos retendrá la tarjeta y que no va a pasar una catástrofe.

Es necesario analizar en esos momentos la irracionalidad de esos pensamientos y empezar a aceptar que hay cosas que no sé y que no está mal no saberlas.

¿Y cómo se superan o sobrellevan esas emociones que nos hacen mal?

Ante estas circunstancias la idea es poder asistir nuestras emociones, pero si me doy cuenta que yo mismo no me puedo asistir tengo que saber que puedo llamar a algún amigo, familiar o a un terapeuta. Psicólogos y psiquiatras jujeños ofrecen sus servicios a través de las redes sociales para los que la requieran. Es importante permitirnos pedir ayuda.

El tercer pilar es "yo tengo". Ante la adversidad nos aparece el miedo a perder, perder la vida, a un ser querido, la pérdida económica pero es importante que notemos también todo lo que tenemos.

Una red de contención, un vecino al que puedo pedirle un plato de comida, y lo más importante, tenemos la posibilidad de pedir ayuda.

Es momento que como sociedad empecemos a sanar nuestros paradigmas de soledad y de vergüenza. Afortunadamente estamos viendo cómo se están activando sistemas de redes ante esta situación de pandemia y eso significa que no estamos solos. Éste es el mensaje más importante.

¿Se podría considerar que estamos ante un momento clave para mejorar como seres humanos?

Los humanos ni nos valoramos lo suficiente ni nos cuidamos como corresponde. Este es un momento de despertar al autocuidado, a la valoración y a darnos un lugar importante en nuestra agenda que siempre está llena con el trabajo y demás actividades que no nos permiten alimentarnos bien ni ejercitarnos ni cuidarnos como deberíamos.

Estamos en un momento existencialista donde tenemos que buscar qué sentido la damos a nuestra vida. Si cada uno empieza a conectarse con todo lo que tiene se va a dar cuenta que tiene mucho más de lo que piensa sólo que no se ha detenido a mirar todo lo que tiene.

El otro pilar es "yo puedo". Hay que confiar en que nunca vamos a quedar a la deriva y en la nada. Estamos finalizando una etapa de mucha soberbia de mucha desconexión en la que uno no registra al otro. Estamos conscientes de que lo que pasa en China también me afecta a mí, es decir, estamos en una conciencia de comunidad.

Lo que nos va a permitir atravesar esta circunstancia es el concepto de comunidad, de restituir valores y un orden. De poder construir una relación mejor y distinta con nosotros mismos.

¿Existe algún grupo de personas que puede estar sufriendo más que otros esta situación?

Las personas que más están sufriendo son las personas que se están resistiendo. Cuando me resisto a algo eso persiste, pero si acompaño lo que está sucediendo entonces salgo fortalecido.

Y en este sentido la adversidad nos pone de cara a lo que cada uno necesita resolver.

Hay un relato de una familia pobre que tenía una vaca, fuente de todo para ellos. Y un día reciben a unos forasteros a los que atendieron muy bien, los mismos que antes de irse mataron al vacuno, la fuente de alimento de toda la familia.

Y fue ante la falta de su proveedora que la familia tuvo que empezar a observar de qué otra manera podía vivir y cuáles eran las posibilidades a su alcance.

Después de un tiempo los viajantes regresaron y vieron que la familia ya vivía del cultivo, y de otros recursos que antes no tenían en cuenta.

A nosotros nos está pasando lo mismo, estamos empezando a tener una visión de qué es lo que tengo y qué es lo que puedo hacer con ello y cómo ante las adversidades por las que estamos pasando podemos gestionar lo que no tenemos.