¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
19 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Entre la familia e instrumentos de barro

Hablamos con el lutier, músico y compositor, Walter Ábalos en este tiempo de aislamiento social.
Miércoles, 15 de abril de 2020 01:02

Lutier, ceramista, docente, interprete y compositor, Walter Ábalos bajó alguna vez, de niño, desde Molulo para vivir en el barrio de Pueblo Nuevo. Allí pasa hoy su cuarentena, y empieza por contarnos que "los primeros días fueron muy tranquilos pensando que el tema estaba lejos. Cuando ya supe que había una persona infectada en la provincia, tuve un poco de miedo, me paralicé. La responsabilidad como padre, pensar en cómo proteger a la familia, estar atento a las noticias, pero de a poco nos fuimos informando sobre el cuidado que hay que tener, me fui tranquilizando y aceptando vivir en esta situación".

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Lutier, ceramista, docente, interprete y compositor, Walter Ábalos bajó alguna vez, de niño, desde Molulo para vivir en el barrio de Pueblo Nuevo. Allí pasa hoy su cuarentena, y empieza por contarnos que "los primeros días fueron muy tranquilos pensando que el tema estaba lejos. Cuando ya supe que había una persona infectada en la provincia, tuve un poco de miedo, me paralicé. La responsabilidad como padre, pensar en cómo proteger a la familia, estar atento a las noticias, pero de a poco nos fuimos informando sobre el cuidado que hay que tener, me fui tranquilizando y aceptando vivir en esta situación".

Entonces nos habla de las cosas positivas: "estar con la familia, darle más importancia a hacer cosas juntos con los chicos, cosas que a uno le hacen falta pero que deja pasar en la vida cotidiana. Como docente, no olvidarse de los alumnos, mantener el contacto para que no pierdan el ritmo, darles tarea. También me sirvió para amigarme con la tecnología, aprender a manejar programas que no conocía, perderle el miedo".

CON SU FAMILIA/ COMPARTIENDO MOMENTOS DE MÚSICA Y CREACIÓN.

Nos dice que "la música, el arte es maravilloso porque te permite olvidar otras cosas por varias horas. Busqué instrumentos de barro que había hecho y tenía guardados, les redescubrí cosas, saqué melodías. Son instrumentos maravillosos con un sonido muy particular. Con las cajas no estoy trabajando porque es algo que corresponde al tiempo de verano, y no tengo el espíritu de agarrar la caja, cantar, tampoco el erquencho, en cambio sí sentir que suenen los sikus".

Cuenta que "quiero armar alguna corneta, perfeccionarme para lograr mayor calidad en los sonidos, siempre respetando la tradición. Tantas cosas que se pueden hacer y que no se hacen en la vida cotidiana, y es bueno aprovechar el tiempo para dejar legado. Tampoco he perdido el tiempo con eso de agarrar al guitarra, dedicarme a componer, pero cuesta salir del tema que estamos viviendo".

LOS INSTRUMENTOS/ REALIZADOS CON SUS MANOS A PARTIR DEL BARRO.

Agrega que "uno empieza a componer sobre cualquier cosa, pero siempre vuelve. Así que no me quedó otra que pensar en algunas letras referidas al tema del momento. Hoy estoy tratando de darle forma a una canción junto al violín de mi nena, Iara, ensayando entre los dos, tratando de compartir y armarlo entre los dos", cuenta. "A veces pienso que la canción se va a llamar La Necedad, pero por momentos siento lo contrario y quiero llamarla Las Manos Sabias", dice.

Relata que "le voy cambiando de letra porque uno escribe algo cuando está alterado, pero después entra la tranquilidad y ya piensa otra cosa. Con el correr del tiempo va cambiando y eso también es algo interesante. Ya la vamos a grabar y la pondremos en la red".