Un indignante hecho, que involucró a un hombre mayor y un inspector de transporte público, tuvo lugar ayer. Un hombre mayor de edad se dirigió al centro de la capital salteña a realizar diversas gestiones y el cobro de su jubilación. Al momento de dirigirse a su domicilio, abordó un colectivo urbano hacia su barrio, y vivió un momento vergonzoso de parte del inspector de la unidad.
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Un indignante hecho, que involucró a un hombre mayor y un inspector de transporte público, tuvo lugar ayer. Un hombre mayor de edad se dirigió al centro de la capital salteña a realizar diversas gestiones y el cobro de su jubilación. Al momento de dirigirse a su domicilio, abordó un colectivo urbano hacia su barrio, y vivió un momento vergonzoso de parte del inspector de la unidad.
Debido a las normas establecidas para circular en Salta, al igual que en distintos puntos del país, el hombre no estaba autorizado a abordar el colectivo. De esa forma y con una manera innecesaria, el inspector de la unidad bajó al señor aludiendo que: “Ya cobró, puede bajarse y tomar un remís”.
Según advirtieron los testigos, fue una situación vergonzosa y desagradable, rozando la violencia. No trascendió la forma en la que el hombre mayor llegó a su casa.