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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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“Tenemos que depender de nosotros mismos”

La jujeña Carla Díaz reside en Alemania donde trabaja como líder de implementación en laboratorios médicos.
Domingo, 19 de abril de 2020 01:03

Hoy vive en uno de los países más desarrollados de Europa, con otra calidad de vida, un clima generalmente templado, hermosos paisajes y una importante carrera profesional; aún así nunca dejó de lado sus raíces y costumbres de su querido Jujuy. Cuando llega agosto, la jujeña Carla Díaz (29 años), donde quiera que esté, orgullosamente realiza el ritual a la Madre Tierra, para agradecer y pedir protección por todo lo brindado.

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Hoy vive en uno de los países más desarrollados de Europa, con otra calidad de vida, un clima generalmente templado, hermosos paisajes y una importante carrera profesional; aún así nunca dejó de lado sus raíces y costumbres de su querido Jujuy. Cuando llega agosto, la jujeña Carla Díaz (29 años), donde quiera que esté, orgullosamente realiza el ritual a la Madre Tierra, para agradecer y pedir protección por todo lo brindado.

En cada trabajo que realiza, presume a su provincia incorporando imágenes de sus coloridos paisajes. Mediante una comunicación con nuestro diario, la jujeña contó su experiencia de vivir en el extranjero desde que se vio impulsada a concretar sus proyectos personales y a su vez, no dejó de mencionar el cariño y añoro por el carnaval del norte y San Pedro, ciudad en la que nació. Actualmente reside en Francfort, una ciudad central de Alemania, donde se desempeña como líder técnico en Implementación en Laboratorios Médicos y Farmacéuticos. Su profesión la llevó a viajar por países de Asia como Filipinas y Tailandia, como también de América del Norte como México, entre otros. En el futuro aspira a desarrollarse como emprendedora.

DISTENDIDA / CARLA DÍAZ EN HAUPTWACHE, PUNTO CENTRAL DE FRANKFORT

Desde el 2009 hasta el 2013 estudió Ingeniería en Biomédica en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y en el cuarto año de carrera tuvo la necesidad de vivir la experiencia de especializarse en otro país. Un programa de “doble titulación” fue el puntapié para que decida, entre tantas ofertas, viajar a Italia y estudiar en el Politécnico de Torino. “En Córdoba estudiábamos profesores de esa universidad, entonces yo decidí hacer una especialidad en Bioinformática Médica”, dijo al momento que recordó que uno de los requisitos que debía cumplir era aprender a hablar el idioma italiano y en el camino también la lengua inglesa, algo que para ella no fue un impedimento. Recuerda que en aquel momento, con todo ya planificado les cuenta a sus padres la decisión de migrar a otro país, lo cual para ellos no fue fácil por el temor de que su hija, con tan solo 22 años, se encuentre lejos de su país y sola.

Abierta a nuevas aventuras

Su especialización en aquel instituto de carácter científico-tecnológico, donde pasaron grandes industrias italianas, duró un año y tres meses hasta que a finales del 2014 obtuvo dos títulos Argentina-Italia. Durante dos años trabajó en Ia ciudad de Milán, donde diseñaba software médico. “El hecho de haber tenido un título italiano me sirvió para poder trabajar en Europa, gestionar visa y otros trámites”, relató.

No pasaron más de tres años hasta que le solicitaron que trabaje en Alemania, debido a que la empresa en la que se desarrollaba anteriormente, fue comprada por una multinacional de Estados Unidos y esta tenía como sede principal Europa. “Yo estaba abierta a nuevas aventuras”, dijo Carla, al agregar que tanto el trabajo, la seguridad y estilo de vida de ese país son muy buenos.

Regresar cargada de energías

Previamente, el cambio de Italia a Alemania le costó muchísimo, debido a que luego de renunciar a su otro anterior trabajo tenía que esperar contar con la visa de trabajo. Como consecuencia estuvo varios meses sin ingresos, por lo que no se dejó caer y buscó la manera de solventar sus gastos trabajando como camarera y enseñando italiano y español. En diciembre ya con la visa aprobada, decide regresar por unos días a su tierra natal.

TAILANDIA / LA JUJEÑA DURANTE UNA VISITA AL SANTUARIO DE ELEFANTES EN CHIANG MAI

“Cuando fui a Jujuy regresé a Alemania cargada de energías”, dijo. Sin embargo, uno de los obstáculos más difíciles que se le presentó fue adaptarse a otra cultura y aprender el idioma alemán, aunque pese a ello, indica que “llegará el momento en que lo voy a hacer inconscientemente, resultará muy fácil y enriquecedor haber llegado a ese punto”.

Encontrar un propósito

La jujeña reflexionó que cuando se detiene a pensar en todo lo que creció profesionalmente cree que es gracias a animarse a salir del país. “A la experiencia con aquellas personas que me estimulan y hacen salir de mi círculo, probar otras cosas que me den miedo y me incomoden”, dijo Carla al agregar que siempre tuvo en claro el para qué daba cada paso, ya sea para demostrarse que era capaz y fuerte. Además que podía crecer profesionalmente y ser autodependiente.

“No creo que todos seamos totalmente independientes pero que sí tenemos que depender de nosotros mismos. Yo lo hice para tener autonomía, no por tener una seguridad económica, eso para mí fue secundario. Cada vez que digo para qué vivo acá, para qué trabajo y me esfuerzo tanto, la recompensa que obtienes al final es tu para qué”.