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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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La creciente del río San Francisco arrojó a la orilla a magnificos surubíes

"Es una ofrenda de la naturaleza no somos depredadores” indicaron.El caudal, según el reporte alcanzó los 2.80 de altura y arrasó con todo lo que encontró a su paso. 
Viernes, 03 de abril de 2020 19:41

La naturaleza es sorprendente a cada paso y en sus distintas manifestaciones. Su furia, su majestuosa belleza y cuantiosa generosidad, nos revelan prodigios increíbles. En la confluencia de los ríos Lavayén y Grande, que dan lugar al imponente río San Francisco, habitan especies ictícolas de gran porte que son verdaderas preseas para cualquier pescador profesional.  La descomunal creciente provocada por las copiosas lluvias, arrasó con todo lo que había a su paso, y en esta oportunidad, la fauna ictícola no fue la excepción, y grandes peces, surubíes, bagres, dorados, entre otros,  al inundarse  las riberas, fueron arrojados sobre las márgenes del río  San Francisco, en su recorrido por el departamento Ledesma, más precisamente a la altura de la localidad de Yuto.

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La naturaleza es sorprendente a cada paso y en sus distintas manifestaciones. Su furia, su majestuosa belleza y cuantiosa generosidad, nos revelan prodigios increíbles. En la confluencia de los ríos Lavayén y Grande, que dan lugar al imponente río San Francisco, habitan especies ictícolas de gran porte que son verdaderas preseas para cualquier pescador profesional.  La descomunal creciente provocada por las copiosas lluvias, arrasó con todo lo que había a su paso, y en esta oportunidad, la fauna ictícola no fue la excepción, y grandes peces, surubíes, bagres, dorados, entre otros,  al inundarse  las riberas, fueron arrojados sobre las márgenes del río  San Francisco, en su recorrido por el departamento Ledesma, más precisamente a la altura de la localidad de Yuto.

En la mañana de hoy, al producirse la baja de la correntada, la misma naturaleza, dejó una increíble ofrenda de  estas especies que quedaron atrapadas en los lodazales formados, y los lugareños, que habitan en las zonas linderas a las márgenes de este curso de agua, llegaron  con los habituales elementos para la pesca y se llevaron lo necesario para el consumo familiar. Este hecho, según comentó la gente,  no fue bien visto por las autoridades del Parque y por la policía, “pretendían que devolviéramos los peces al río, nos somos depredadores llevamos lo necesario para alimentar a nuestras familias, no estamos robando, muchos de estos “bichos”, (como llaman a los surubíes, dorados  y bagres), morirán porque están prácticamente enterrados, si los quieren salvar, tendrían que recorrer las márgenes y comprobarán lo que decimos”, dijeron los lugareños y considerando el porte de las especies, resulta muy difícil que puedan llevarse más de dos. 

Fueron muchas las opiniones divididas de la gente, algunos vieron con buenos ojos que los lugareños tengan el alimento necesario y otros no. “En realidad, no se trata de una depredación, sino de aprovechar lo que la creciente que afectó sus cultivos y también se llevó los animales de sus puestos,  dejó a la vera del río y si puede contribuir a mitigar esta situación por la que estamos pasando, en la que los recursos escasean o las familias no pueden lograr paliar la economía de sus hogares, en buena hora tan increíble regalo de la madre naturaleza”, expresó la otra parte de ciudadanía.

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